La escalada de descalificaciones contra el Gobierno que ha puesto en marcha el líder del PP, Pablo Casado, ha proseguido este viernes con una nueva grave acusación contra el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez. El presidente de los populares ha asegurado que Moncloa está “malversando los recursos públicos” en favor del PSOE, en alusión a la elaboración del último Barómetro de octubre del CIS cuyos resultados dieron a los socialistas como ganadores de unas elecciones generales y situaron al PP como tercera fuerza, detrás de Ciudadanos. Esta acusación reafirma la estrategia de crispación puesta en marcha por Génova en las últimas semanas y que no se prevé que concluya hasta que Sánchez convoque elecciones.
“Con nuestros impuestos el PSOE sigue malversando los recursos públicos a favor de obra, de logotipo”, ha denunciado Casado durante un acto de partido, en Córdoba. También ha criticado al Ejecutivo por celebrar su Consejo de Ministros de este viernes en Sevilla, un gesto que, a su juicio, supone una “instrumentalización torticera de las instituciones del Estado para entrar en campaña” de las próximas elecciones a la Junta de Andalucía del 2 de diciembre. El líder del PP ha dejado la puerta abierta a tomar “medidas” contra esa decisión del Ejecutivo.
Casado ha utilizado su turno de intervención para justificar, una vez más, que el miércoles, durante el pleno del Congreso, acusara a Sánchez de ser “partícipe y responsable del golpe de Estado que se está perpetrando en España”, en alusión a la crisis catalana. Ese día, ha apuntado el líder del PP, se produjo un “directo desacato a la separación de poderes”, porque el presidente del Gobierno “tuvo el coraje de decir que consideraba que el delito de rebelión no era aplicable en ningún proceso si no mediaba la violencia”, viniendo a decir que “un golpe de Estado tiene que ser violento o con armas” para ser considerado como tal.
“Yo me pregunto si el PSOE lo que está diciendo, por ejemplo, es que el golpe de Estado de brumario en la época de Napoleón en Francia, o el de Pavía, o el golpe de Estado de Primo de Rivera no fueron golpes de Estado por no mediar conflicto armado de por medio. Aquí estamos ante una tergiversación histórica del propio concepto del golpe de Estado”, ha considerado.
La situación en Catalunya es, en su opinión, un “golpe al Estado”. “Lo que aquí es muy grave que un Gobierno esté deslegitimando la labor del Tribunal Supremo”, ha zanjado. “Hoy llegamos ya al tercer estadio de esta estrategia absolutamente vergonzante cuando ya directamente el Gobierno dice que no hay rebelión y considera que la calificación delictiva de los líderes del procés no ha incurrido en rebelión”, ha añadido.