El líder del Partido Popular, Pablo Casado, ha asegurado este martes que a la banda terrorista ETA, disuelta en 2018, no se le puede dar aún por derrotada. “La derrota efectiva de ETA será cuando no haya contraprestación a los que defienden a ETA”, ha afirmado, criticando el entendimiento entre el Gobierno y EH Bildu. Durante su intervención ante la Junta Directiva Nacional del PP, el máximo órgano del partido entre congresos, ha añadido además que no se puede hablar de “la derrota de ETA” cuando “el Gobierno acerca a seis presos de ETA cada semana”.
Casado recuperaba así el viejo mantra de ETA que suele utilizar la derecha española cuando gobierna la izquierda, además de advertir de que el Ejecutivo que preside Pedro Sánchez va a dejar una “España devastada” que el PP, si llega a la Moncloa, “volverá a levantar” como según él ha hecho en el pasado.
Durante su discurso, que ha coincidido con la declaración de varios exdirigentes y cargos actuales del partido en el juicio de la caja B, el líder del PP también se ha referido a las mociones de censura promovidas por el PSOE en la Región de Murcia y en Castilla y León. La primera, a la que se había sumado Ciudadanos, fracasó la semana pasada gracias al acuerdo del PP con tres tránsfugas del partido de Inés Arrimadas que cambiaron su voto a cambio de consejerías en el Ejecutivo autonómico. La segunda también decayó este lunes ya que los socialistas no lograron el respaldo necesario en las cortes castellanas y leonesas.
Todo ello responde, a juicio de Casado, a una “búsqueda del poder por interés partidista” del propio Pedro Sánchez. “Los que han intentado reventar buenos gobiernos, socavar la estabilidad para dañar la alternativa democrática del centro derecha que representa el PP son el PSOE y es Pedro Sánchez”, ha añadido. También ha acusado al Gobierno de utilizar a los ciudadanos “en partidas de ajedrez o en series de Netflix”. “Es Pedro Sánchez el responsable de lo que está pasando y el PP lo que ha hecho es defenderse”, ha añadido, para justificar que los populares se valieran de tres tránsfugas para mantener el Gobierno de Murcia, vulnerando el Pacto Antitransfuguismo suscrito por el PP en 1998, y refrendado en 2020.
“Sánchez ha salido derrotado y el PP, reforzado”
“La irresponsabilidad de derribar gobiernos en pandemia es inmoral, no lo vamos a tolerar”, ha insistido, para zanjar que “Sánchez ha salido derrotado”, por lo que “está más débil” mientras “el PP ha salido reforzado”. “Han ido a por lana y han salido trasquilados. Hay demasiado PP para sus cortas ambiciones de poder”, ha recalcado, para descalificar a continuación una estrategia que ha actuado como un “búmeran”, y que “ha dado en la cabeza” del presidente al “regresar”. Ante la moción de censura prevista en el Ayuntamiento de Murcia para desbancar al alcalde del PP y que previsiblemente saldrá aprobada, esa sí, gracias al apoyo de PSOE, Ciudadanos y Unidas Podemos, Casado ha descalificado a estos tres partidos a segurando que son “los nuevos Frankestein que quiere impulsar la Moncloa”.
Casado ha realizado una defensa cerrada de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que según él adelantó las elecciones al 4 de mayo “porque venía una moción de censura” en la comunidad. Respecto a esa cita con las urnas, el líder del PP ha insistido en que se elegirá “entre el progreso y la intolerancia, el empleo y el paro, las oportunidades y la subida de impuestos, la educación en libertad o el adoctrinamiento” y, en definitiva, “entre libertad y comunismo”.
“Nuestra oblgación el 4 de mayo es unir a la inmensa mayoría de españoles que quieren estar unidos en un proyecto sugestivo. Tendremos que ganar y una vez que ganemos podremos unir”, ha dicho, antes de criticar la “ingeniería social de la izquierda” que, a su juicio, busca acabar con el PP.
Sus mensajes también han ido dirigidos a Ciudadanos y Vox, los dos partidos con los que sigue gobernando en Andalucía: “No se puede unir a España desuniendo el voto”, ha dicho. Por eso, ha presentado al PP como el “punto de encuentro de todos los que no quieren que Sánchez se perpetúe”. “Seguimos siendo la única casa común del centro derecha. Queremos ser la plaza mayor de la España moderada. Una fuerza tranquila pero implacable. Con quienes nos queremos fusionar es con toda la sociedad española”, ha concluido.
Casado pide “unificar a los españoles por la base”
Casado ha recordado en citas electorales pasadas el PP ofreció a Ciudadanos y Vox “ofertas muy generosas de convergencia electoral” y las rechazaron. “Como esos partidos han rechazado esa convergencia, esa optimización de los apoyos del centro derecha, vamos a unificar a los españoles por la base”, ha señalado. Por ello, ha calificado el suyo como un “proyecto en el que todo el mundo cabe”, incluyendo a los “socialdemócratas avergonzados por la deriva de los partidos a los que han votado”. También ha dicho el líder del PP que “el multipartidismo ha sido una de las peores noticias que ha tenido España”.
A su juicio, el PP se encuentra en una “etapa de consolidación orgánica” y entre los principios que marcarán su hoja de ruta en lo que queda de legilatura ha citado “España”, la “libertad individual frente al intervencionismo orweliano del Gobierno”, la “libertad privada” o la “seguridad ciudadana”, ya que cree que “se están incrementando los delitos”. También ha hecho mención a las “familias” y a la “cultura de la vida”.
Buscando desviar la atención mediática de los tribunales que juzgan a su propio partido y el pago en negro de la sede donde todavía se reúnen, y en su afán por escenificar una ruptura con el pasado corrupto, el líder del PP contraprogramaba este martes el inicio de las declaraciones exdirigentes populares en el juicio de la caja B reuniendo, también este martes, a la Junta Directiva Nacional, el máximo órgano de decisión del Partido Popular entre congresos y del que forman parte más de 400 cargos de la formación conservadora.
El PP mantiene el bloqueo del Poder Judicial
El acto trató de enviar el mensaje de que todos esos dirigentes que comparecerán en el juicio de la caja B ya no tienen asiento en la dirección nacional, aunque en realidad dos de ellos, García Escudero y Arenas, que precisamente declaran este mismo martes, sí forman parte de esa Junta Directiva. La única referencia velada de Casado a este asunto ha sido recalcar su “apuesta por regeneración” y por la “lucha contra la corrupción”.
Respecto a la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), bloqueada por el PP desde 2018, Casado ha avisado a Pedro Sánchez de que su formación no se moverá de sus exigencias para lograr un acuerdo, que pasan por “la despolitización y el reforzamiento de la independencia judicial”. Tras recordar que los populares se han levantado ya tres veces de las conversaciones con los socialistas para desbloquear la situación, ha dicho: “Y nos levantaremos las que haga falta si no se asume el principio básico de despolitización y reforzamiento”.
Casado ha concluido su intervención lanzando un mensaje de esperanza para sus compañeros de filas: “Nuestro proyecto es de largo recorrido. No os preocupéis por los tuits, los teletipos, las columnas, si dicen que el equipo es válido o no, si los candidatos son buenos o no. No podemos morir cada atardecer. Tenemos las velas orientadas y llegarán vientos de cambio muy pronto. Dada la situación que tiene el Gobierno, estaremos preparados para ganar las elecciones”.
El silencio de Feijóo y Moreno Bonilla
Antes de Casado, en la Junta Directiva Nacional tomaban la palabra el presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, el murciano, Fernando López Miras, la madrileña, Isabel Díaz Ayuso y el secretario general del PP, Teodoro García Egea, que ha defendido su labor en la operación de los tránsfugas en Murcia. No han intervenido ninguno de los dos barones críticos con Casado: el gallego Alberto Núñez Feijóo ni siquiera asistió a la Junta por problemas de agenda. Tampoco intervino el andaluz Juan Manuel Moreno Bonilla. Además, la reunión ha fijado el congreso nacional de Nuevas Generaciones para los días 17 y 18 de abril. El cónclave se celebrará en Madrid tan solo unos días antes de que comience la campaña de las elecciones madrileñas.