Casado ignora la oferta de Sánchez de apoyar a Gobiernos del PP para la reconstrucción en las autonomías
PP y PSOE no esconden sus recelos mutuos. A pesar del principio de acuerdo alcanzando entre Pedro Sánchez y Pablo Casado para explorar un gran acuerdo de reconstrucción económica y social frente a las devastadoras consecuencias del coronavirus, la desconfianza entre los dos dirigentes y las dos organizaciones políticas es evidente y se volvía a reflejar en el Pleno del Congreso de este miércoles en el que, no obstante, los populares sí han apoyado la prórroga del estado de alarma solicitada por el Ejecutivo.
Durante la sesión, el presidente del Gobierno realizaba una oferta de entendimiento a los conservadores en toda España con un doble objetivo: que esos acuerdos salgan adelante y, en caso contrario, retratar al adversario. Pero el ofrecimiento ha sido ignorado por el jefe de la oposición.
Más de siete horas duraba el debate en el Congreso sobre la tercera prórroga del estado de alarma en el que Sánchez aprovechaba para hacer ese ofrecimiento al líder del PP. Pasaban pocos minutos de las 9 de la mañana cuando el presidente formulaba su propuesta de extender los pactos de reconstrucción a los distintos “escalones” de la administración: “Sí a los acuerdos de reconstrucción sin reservas, en cada lugar, en cada administración, gobierne quien gobierne. Sin más exclusión que la de quienes se autoexcluyan y decidan quedar al margen de la recuperación económica de nuestro país”.
Moncloa dejaba la pelota en el tejado de Génova. “Queremos extender este clima de pactos hasta las últimas consecuencias en toda España”, señalaban fuentes gubernamentales. “Hablemos y podemos llegar hasta las últimas consecuencias”, apostillaban. El PSOE sirve así en bandeja su apoyo institucional a los distintos gobiernos autonómicos y locales del país en un momento crucial. Pero la estrategia no solo pasa por brindar sus votos sino también por retratar al PP y Vox, que respalda la mayoría de esos gobiernos.
Presión sobre el PP
Ferraz ha activado la maquinaria para que los dirigentes territoriales replicaran la propuesta que ha hecho Sánchez en el Congreso. Horas después, algunos dirigentes territoriales del PSOE recogían el guante de la oferta hecha por el presidente desde la tribuna. Los socialistas madrileños convocaban de urgencia una rueda de prensa en la que el secretario general y delegado del Gobierno, José Manuel Franco, y el portavoz en la Asamblea, Ángel Gabilondo, ofrecían un acuerdo por la recuperación y la reconstrucción al Gobierno de Isabel Díaz Ayuso, que ha sido uno de los más beligerantes contra el Ejecutivo de Sánchez. Susana Díaz, que ha estado de baja por maternidad, reaparece en una rueda de prensa este jueves.
También Ximo Puig se emplazaba con la oposición de PP y Ciudadanos a buscar un “gran pacto”, aunque las dos formaciones le dejaban claro que solo le darán estabilidad si rompe con Compromís y Podemos.
Casado ignoraba en cambio durante toda la jornada la mano tendida de Sánchez, a quien sí apoyaba en la prórroga del estado de alarma, pero con acusaciones constantes de “ocultación” de las cifras de fallecidos, de los que ha llegaba a culpar al Gobierno. El equipo del líder del PP le trasladaba para su réplica hasta el número de palabras que había ocupado el discurso del presidente, pero ni una alusión al ofrecimiento.
El Gobierno trataba de incrementar la presión sobre el PP con una comparecencia de José Luis Ábalos a última hora de la tarde: “El presidente ha emplazado hasta en tres ocasiones para que esta propuesta se lleve también a las distintas comunidades y ayuntamientos hasta sus últimas consecuencias. El presidente del PP, en tanto que lidera uno de los partidos con mayor implantación territorial, debería ser el primer interesado en que presidentes autonómicos y alcaldes participen en la adopción de medidas”. “Tenemos que ofrecer lo mismo que pedimos y eso incluye a toda España”, expresaba el ministro de Transportes y también secretario de Organización del PSOE.
Sánchez se lo reprochaba en su último turno del debate y aprovechaba para hacer extensiva la oferta a Ciudadanos, que comparte la mayoría de gobiernos dirigidos por el PP. “En esa mano tendida que hace al Gobierno, también vean la mano tendida allí donde gobiernan con el PP”, le decía al partido de Inés Arrimadas. Tras esa intervención, se producía un nuevo 'cara a cara' entre el presidente y el jefe de la oposición, pero Casado volvía a dar la callada por respuesta. La idea de los socialistas es trasladar la presión al PP e involucrar a Ciudadanos, que en muchos territorios tiene tensiones con sus aliados.
Para Sánchez, el PP busca “excusas” para evitar que pueda haber un gran entendimiento y la portavoz socialista, Adriana Lastra, dejaba claro que tiene “dudas” de las “intenciones” del principal partido de la oposición en la comisión parlamentaria que se creará para abordar la reconstrucción de España. Los socialistas ya han dejado claro que no pretenden cumplir el deseo del grupo que pilota Cayetana Álvarez de Toledo de presidir ese organismo porque temen que utilicen ese puesto para dilatar los trabajos.
Álvarez de Toledo hacía llegar al resto de grupos una propuesta para la comisión que pasa por ostentar la presidencia en su calidad de principal partido de la oposición y establecer un periodo de trabajo hasta junio que permita que la primera semana de julio se vote el dictamen en el Pleno del Congreso. Los socialistas advierten de que la presidencia seguirá la “lógica de la mayoría parlamentaria” de la que gozan junto con Unidas Podemos y el resto de aliados parlamentarios.
Lastra afirmaba este miércoles que a lo largo de la semana contactará con todos los partidos representados en el Parlamento para buscar una fórmula que tenga el mayor consenso posible. El PSOE ya tiene una propuesta para esa comisión y que plantea que los trabajos se prolonguen durante dos meses con los cuatro temas que planteó Sánchez -sanidad, reactivación económica, protección social y la posición de España ante la UE- y deja fuera el de libertades públicas que incluyen los conservadores. El PSOE quiere, además, que tengan representación todos los partidos con escaño en el Congreso y que el voto sea ponderado.
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