El CIS y el cara a cara entre Arrimadas y Rovira reafirman a los comunes en el eje social para la campaña del 21D
Los comunes de Xavier Domènech se han planteado un objetivo cuando menos complicado: cambiar el marco de la campaña del 21D del eje nacional al eje social. La candidatura de Catalunya En Comú-Podem mantiene su intención de no alinearse con el bloque independentista ni con el autodenominado constitucionalista. Ni antes ni después de los comicios. El equipo que rodea a Domènech es consciente de que el tema central de la campaña, de momento, no va a cambiar. Pero dos hechos consecutivos y ajenos les ha permitido, si no modificar por completo el relato, sí introducir con más fuerza argumentos distintos a la cuestión independentista.
El primero ocurrió el domingo en prime time. Se enfrentaban la número uno de Ciudadanos y la número dos de ERC, los dos partidos llamados en principio a luchar por el Govern. Ambas patinaron durante un cara a cara en Salvados al ser preguntadas por el desempleo en Catalunya. Ni Inés Arrimadas ni Marta Rovira supieron acertar la tasa de paro.
El debate entre ambas políticas se alargó cerca de una hora. Pero su fallo en el arranque marcó buena parte de la conversación en las redes sociales. Muchos medios se hicieron eco del error que suponía a la hora de preparar el debate.
Domènech vio el hueco y raudo salió en Twitter con un mensaje que acumula miles de interacciones y que, por primera vez en mucho tiempo, lograba colocar con éxito un mensaje de la idea fuerza que los comunes busca situar en campaña.
“Les interesa hablar de un único tema porque no saben hablar de nada más”, zanjaba el candidato. Dos días después, ante el Cercle d'Economia, una de las una de las principales organizaciones empresariales catalanas, Domènech reiteraba su mensaje y calificaba de “dantesco” el que dos “presidenciables” como Arrimadas y Rovira no conocieran el dato del paro.
“Uno de los grandes retos de la sociedad catalana tiene un nombre clarísimo: la desigualdad”, señalaba en las respuestas a los asistentes. Por eso, proseguía, le resultaba “dantesco” que no conocieran el dato, “la principal preocupación de los catalanes”.
El CIS, segunda palanca
Para entonces, los comunes y el resto de partidos ya habían escudriñado la encuesta preelectoral del CIS, la segunda palanca para tratar de introducir el eje social. El titular se lo llevó el empate técnico entre ERC y Ciudadanos. Pero, escondido entre todos los datos, figuraba otro que por habitual suele llamar menos la atención: el paro es el principal problema para los ciudadanos catalanes.
Domènech escribía este martes un artículo en El Periódico en el que insistía en señalar a la precariedad laboral, los recortes en sanidad o las dificultades para acceder a la vivienda como asuntos de campaña para reflexionar la dificultad de construir una nación si no se solucionaban primero los otros problemas: “Los tiempos del bucle no han puesto solución al paro crónico y la creciente precariedad, cuando el 86% de los nuevos contratos son temporales y duran menos de dos meses; ni se han revertido los recortes en educación y sanidad; ni mucho menos se ha actuado para asegurar el derecho a una vivienda digna, cuando el precio de alquilar en Catalunya supera en un 48% la media estatal. Y cuando en el centro no está la articulación social, en el centro tampoco está la posibilidad real de avanzar en mayores cuotas de afirmación nacional”.
Fuera de Catalunya, los aliados de Domènech intentan apuntalar este discurso. En la habitual rueda de prensa posterior a la Junta de Portavoces del Congreso, Irene Montero arremetía contra Arrimadas y Rovira por “desconocer los datos del paro y de las violencias machistas”.
La dirigente de Podemos reiteraba su rechazo a pactar con “los corruptos del tres per cent y del 3%” y señalaba que la coalición tampoco apoyaría un Govern en el que Ciudadanos dejara su impronta política, ya fuera en la Presidència o con alguna consellería. “Se ha situado a la derecha del PP. Es una formación que defiende políticas sociales que perjudican a la vida de la gente”, añadía. Y zanjaba: “Como no quiero para mi país el programa de Ciudadanos, no creo que deba presidir un gobierno ni que sea posible un acuerdo de gobierno con ellos. Lo que me extraña es que el PSOE quiera hacernos creer que se puede defender una agenda social y pactar con Ciudadanos”.
Un “Nuevo Acuerdo” para Catalunya
En su discurso ante el Cercle d’Economia, Xavier Domènech planteó este martes un “Nuevo Acuerdo político, social y económico” para Catalunya que permita “superar el marco estatutario actual”, que permita “blindar los derechos sociales”, establecer con claridad las competencias “exclusivas, compartidas y cedidas”, establecer “una relación bilateral” con el Estado y apostar por “una Hacienda propia”.
El candidato de CatComú apuntaba en su discurso que “la crisis del encaje de Catalunya en España ha acabado provocando la crisis del modelo autonómico, y si el Estado autonómico está agotado para España, también lo está para Cataluña”. Por eso, seguía, es necesario este nuevo acuerdo basado en “nuevos consensos”.
Los comunes proponen reactivar la economía con inversión en I+D+i hasta el 3% del PIB, el doble del actual, “crear una banca pública” para los sectores estratégicos; impulsar desde el Instituto Catalán de Finanzas “líneas de financiación para autónomos y para proyectos industriales de innovación y energéticos, de nuevas tecnologías”, extender la contratación pública a las pymes; elaborar un plan de rehabilitación energética y estructural de edificios y viviendas; o desarrollar la “economía verde” en la transición hacia una economía baja en carbono.