Ciudadanos ha optado por un perfil bajo y dejar que todos el foco mediático apunte a la batalla abierta por el control del Partido Popular en las primarias. Públicamente sus dirigentes no se posicionan, aunque todo el partido está mirando de reojo al proceso interno en el PP.
Mariano Rajoy, a quien contribuyeron a hacer presidente con su voto favorable en el Congreso durante la penúltima sesión de investidura, era, según los dirigentes consultados, un rival electoral mucho más cómodo con su 'mochila' de corrupción. Pero la moción de censura que hizo a Sánchez presidente desbarató todos los planes y ahora Ciudadanos intenta manejarse en la incertidumbre de no saber quién será el nuevo líder del PP y, por ende, el cabeza de cartel a la presidencia del Gobierno. En el partido de Rivera no gusta Soraya Sáenz de Santamaría y tampoco Pablo Casado pero eso no quiere decir que no preocupen ni que sus estrategas hayan dejado de buscar puntos débiles con los que atacar en el futuro al líder de un partido con el que compiten por cada voto.
El discurso oficial cuando hay micrófonos y se les pregunta por las primarias del partido conservador y su opinión sobre los candidatos siempre es el mismo: a Ciudadanos le es “indiferente” cuál de los dos gane. “Nosotros no hablamos de procesos internos de otros partidos. Los respetamos. Nuestro rival electoral es el nacionalismo, los partidos separatistas que quieren romper España”, repiten sus portavoces machaconamente.
Sin embargo, en privado algunos no ocultan sus opiniones, que no siempre coinciden. Hay quien cree que para ellos supondría mayor competencia Casado mientras otros dirigentes ven más “peligro” con Sáenz de Santamaría, especialmente las mujeres del partido.
“Parece que va a ganar Casado, no? Dicen que va a haber acuerdo en el Congreso para apoyarle”, comentaba informalmente una dirigente del partido a la salida de la reunión de la Ejecutiva cuando eldiario.es le preguntaba cómo veía esas primarias. A su juicio, y de ser así, el PP cometería un error dado que además de no haber ganado a Soraya, el vicesecretario de Comunicación tiene el “lastre” de su dudoso máster.
Ese temor a que Casado finalmente sea el rival electoral de Albert Rivera lleva a sus dirigentes a situarlo en un espacio político “radical de derechas”, incluso “muy cercano a Vox”, más que en el espectro “liberal” y de “centro” en el que ven a Rivera.
En Ciudadanos no cae bien el empeño de algunos comentaristas en buscar similitudes entre ambos dirigentes políticos, como la juventud o el estilo “seductor” de sus personalidades que tanto ha atraído a José María Aznar, el mentor político del vicesecretario. “Lo único que tienen en común es que son de la misma generación”, sostienen, aunque alguno opina que “en realidad Pablo es un viejoven”.
Soraya y su mala imagen por su gestión en Catalunya
A la exvicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, le reconocen cierta “buena imagen”, sobre todo entre los mayores, y el hecho de que ser mujer, es un activo entre el electorado femenino ya que nunca ha habido una candidata a la presidencia del Gobierno.
Pero Ciudadanos ve también en ella flancos débiles por donde atacarla, sobre todo tras su gestión ligada a Rajoy en Catalunya. El propio Rivera sigue centrando su discurso en la nueva etapa abierta allí con el nuevo Govern de Quim Torra, tras el levantamiento del artículo 155 de la Constitución.
Y aunque ahora toque atacar a Pedro Sánchez por su “entreguismo al separatismo”, también achacan la nueva situación a la herencia dejada por Rajoy, y más en concreto por Sáenz de Santamaría, que llegó a tener despacho en la Generalitat.
La rivalidad entre los dos candidatos por demostrar ahora quién es más firme frente al “nuevo desafío de los separatistas” ha hecho que la exvicepresidenta radicalice su discurso y diga que hay un “apartheid” en Catalunya mientras Casado directamente propone ilegalizar a los partidos independentistas.
Con todo, lo que más está fascinando a Ciudadanos es ver cómo el vicesecretario de Comunicación y aquellos dirigentes del PP que le apoyan le lanzan los trastos a la cabeza a Santamaría y cuestionan la labor de Rajoy, tanto en Catalunya como en Euskadi, en donde los dos partidos se disputan también el apoyo de las víctimas de ETA.
“Nos están dando munición para las elecciones. ¡Vaya show que están montando!”, ironizaba un diputado de Ciudadanos en donde las bromas maliciosas se suceden por los pasillos del Congreso desde que el PP convocó el proceso y se presentaron siete candidatos.
De ahí a que no se arrepientan de que sus primarias sean 'exprés', como las de Andalucía, o las que hicieron también para la presidencia del partido: dos días para registrar las candidaturas, dos días de campaña sin ayuda económica a los aspirantes, nada de debates, y dos días para votar. Un tiempo récord en el que Rivera ni siquiera se molestó en conocer a los que con escaso éxito intentaron competir con él por el liderazgo de Ciudadanos.