Los investigadores de la Operación Hanta han detectado fraude en las subvenciones concedidas al grupo Zed en el tramo de la solicitud, de la ejecución y de la supervisión. Tanto es así que la Fiscalía Anticorrupción y la UDEF han acreditado que Javier Pérez Dolset justificó gastos de proyectos de I+D haciendo pasar a vigilantes de seguridad y personas sin formación residentes en India por profesionales tecnológicos, han informado a eldiario.es fuentes de la investigación.
Zed Worldwide, que se promocionaba en la última época como una empresa de marketing digital y transacciones monetarias con el teléfono móvil, consiguió más de 42 millones de euros del Ministerio de Industria en las subvenciones investigadas.
El presidente de La Razón y directivo de Atresmedia, Mauricio Casals, está acusado de utilizar su influencia en los ámbitos de poder para la concesión de esas subvenciones a la compañía de Pérez Dolset, que después pagaba el favor con contratos que supusieron al periódico madrileño más de dos millones de euros.
La investigación recela de todos los implicados en el proceso de las subvenciones, ya que no solo estaban amañadas desde el mismo momento de la solicitud sino que, una vez concedida, la supervisión también estaba adulterada, motivando que algunos de los fraudes hayan pasado impunes durante siete años. En lo que corresponde al Ministerio de Industria se investigan dos grandes partidas, una de 28,4 millones de euros y otra de 14,2 millones. El juez autorizó este jueves ocho arrestos, pero la cifra de imputados crece hasta los 19.
La Policía y Anticorrupción han detectado una cuarta fase del fraude consistente en desviar el dinero de las subvenciones a Zed hacia otras empresas vinculadas a los Pérez Dolset en perjuicio del resto de accionistas. Zed Worldwide está participada al 20% por Planeta y al 10% por Juan Abelló. Estos dos últimos accionistas han protagonizado un enfrentamiento abierto con los Pérez Dolset y en enero lograron desalojarlos de la dirección de la compañía. El nuevo equipo, sin embargo, no salvó a de la liquidación a la empresa que cosechó su primer gran éxito con el videojuego Commandos.
Entre los delitos atribuidos a Pérez Dolset figuran los de insolvencia punible y fraude en las subvenciones. El primero investiga todo el proceso de descomposición de la compañía y el posible ocultamiento de capital para escapar a la justicia y al resto de accionistas por parte de la familia creadora del proyecto. La Policía calcula que una parte de las subvenciones fue devuelta al Estado, pero el resto no aparece. Unos seis millones de euros fue desviado por Pérez Dolset a Pure Action Sports Europe, empresa de su propiedad, con la que patrocinó varios campeonatos de kitesurf.
Pérez Dolset intentó en 2013 llevarse el negocio a Holanda para asociarse con el magnate ruso Mijaíl Fridman, que entró en la compañía con su empresa VimpelCom. A finales del pasado año, agentes del FBI interrogaron a Pérez Dolset y a la cúpula de la compañía en una operación en la que colaboró la Guardia Civil y la Fiscalía Anticorrupción. Los agentes del FBI llevaban meses investigando las irregularidades cometidas a través del Grupo Tema, filial de Zed y participada por Fridman.
Los investigadores tratan de aclarar si desde las cuentas de Tema se desviaron 30 millones de euros hacia una compañía propiedad del hijo del ministro del Interior de Rusia. La colaboración de Pérez Dolset con los investigadores provocó que VimpelCom anulase sus contratos con Zed y abrió una batalla judicial a través de Holanda, donde el empresario español había creado un holding. Las autoridades holandesas destituyeron a Pérez Dolset y pusieron en su lugar a Peter Wakkie, un abogado vinculado a las empresas de Fridman que figura entre los imputados. Los Pérez Dolset pasaron de denunciantes a investigados.