El objetivo de esta Ley, iniciativa del Ejecutivo autonómico, es “reconocer la pluralidad lingüística de Aragón y garantizar a los aragoneses el uso de las lenguas y sus modalidades lingüísticas propias como un legado cultural histórico que debe ser conservado” y “propiciar la conservación, recuperación, promoción, enseñanza y difusión de las lenguas y modalidades lingüísticas propias de Aragón en las zonas de utilización histórica predominante de las mismas”, recoge el artículo 1 de la misma.
La nueva Ley contempla como lenguas propias las lenguas aragonesas con sus modalidades lingüísticas de uso predominante en las áreas septentrional y oriental de la Comunidad Autónoma. No menciona el aragonés normativo y el catalán de Aragón, como pretendían los grupos de la oposición, lo que ha suscitado un encendido debate desde el inicio de la tramitación y también hoy, en la sesión plenaria.
DERECHOS
El texto aprobado reconoce el derecho a conocer las lenguas y modalidades lingüística propias de Aragón, a usar oralmente y por escrito las lenguas y modalidades en las zonas de uso histórico predominante y a estudiar estas lenguas.
Igualmente, los derechos al acceso a publicaciones y programas audiovisuales en estas lenguas y modalidades y utilizarlas en la vida económica y social. “Nadie podrá ser discriminado por razón de la lengua”, reza el texto, que establece que los poderes públicos aragoneses reconocerán el ejercicio de los derechos mencionados.
La Ley dispone la creación de la Academia Aragonesa de la Lengua como institución científica oficial, que establecerá las normas referidas al uso correcto de las lenguas y modalidades y asesorará a los poderes públicos e instituciones.
Estará compuesta por personas de reconocido prestigio en el ámbito de la filología, literatura y lingüística, preferentemente doctores y hablantes nativos, que tengan una larga trayectoria en la práctica y el fomento de los valores lingüísticos y literarios propios de Aragón.
Además se podrán realizar ediciones separadas del Boletín Oficial de Aragón (BOA) en las lenguas y modalidades; en las zonas de uso predominante los municipios podrán tener una doble denominación y las calles un doble rótulo.
En las entidades locales de las zonas oriental y pirenaica y prepirenaico se podrán realizar los debates en el habla propia y redactar los documentos en castellano y en el habla local. Los ciudadanos podrán dirigirse a estas entidades locales en estas lenguas, también a las Cortes y al Justicia de Aragón en estas lenguas y hablas y podrán ser contestados, además de en castellano, en las mismas.
DEBATE
Ha presentado el proyecto de ley la coordinadora de la Ponencia y diputada autonómica del Grupo Popular, María José Ferrando, quien ha dado cuenta de los trabajos parlamentarios, indicando que ha habido dos enmiendas a la totalidad, una de devolución de CHA y otra con un texto alternativo de IU, así como 74 enmiendas parciales del PSOE, 53 de CHA, 42 de IU y dos del PP, estas últimas aprobadas en Comisión.
Ferrando ha dicho que esta Ley “protege nuestra realidad y nuestra riqueza lingüística” y ha añadido que “las foráneas tienen sus propios vehículos de promoción”, tras lo que ha subrayado que “garantiza los derechos de los aragoneses a expresarse haciendo pleno uso de su libertad”.
Ha continuado afirmando que el 75 por ciento de los aragoneses de la zona oriental de Aragón “rechazan rotundamente la cooficialidad del catalán” y ha defendido la denominación de las hablas locales “para diferenciarlas del catalán”.
Ferrando ha expuesto que al norte de la provincia de Huesca “subsisten toda una serie de modalidades autóctonas”, entre las que ha citado el cheso, el chistavino y el patués, que tienen “cierta vitalidad”, mientras que otras como el ansotano y el belsetán “prácticamente han desaparecido”. En el resto de la provincia “solo quedan expresiones y vocablos sueltos que se van perdiendo”.
Asimismo ha criticado el coste que supondría aprobar las enmiendas de corte económico presentadas por la oposición, apuntando que la contratación de personal docente para impartir el grado de filología costaría 16,5 millones, cambiar los rótulos con los topónimos obligaría a gastar 7,5 millones, modificar las placas de entrada y salida de los municipios supondría un gasto de 657.900 euros y cambiar la señalización de las calles en las tres capitales 500.000 euros más.
La diputada del PAR, María Herrero, ha apreciado que “una ley que divida y enfrente a los aragoneses es un fracaso antes de nacer”, agregando que la anterior Ley “nació mal y mal creció y tampoco sus propios creadores la cumplieron y la desarrollaron”.
Ha precisado que “no somos anticatalanistas, somos aragonesistas y desde nuestro aragonesismo creemos que no tiene sentido construir ninguna identidad en contraposición a nada”. Herrero ha dicho que los territorios de la Corona de Aragón comparten un tronco lingüístico común y que “lo más justo con la historia y la verdad” hubiera sido llamar aragonés “a toda esa lengua”.
Para regular esta materia, además de criterios filológicos los hay históricos, políticos, sociológicos, identitarios y sociológicos, ha proseguido María Herrero, quien por otra parte ha recordado que las hablas del norte de Aragón están en peligro de extinción.
“LAPAO” Y “LAPAPI”
La diputada socialista Mayte Pérez ha manifestado su “sonrojo” y tristeza por la aprobación del proyecto de ley e irónicamente ha dicho que hoy “nacen dos lenguas propias”, la “LAPAO”, la Lengua Aragonesa Propia del Aragón Oriental, y la “LAPAPI”, la Lengua Aragonesa Propia del Aragón Pirenaico y Prepirenaico.
Pérez ha referido que con esta Ley “se hurta un derecho a quienes de hecho lo vienen disfrutando” y ha destacado que “en Aragón, aunque se hable castellano no somos castellanos, somos aragoneses y se habla catalán y quienes lo hacen siguen siendo aragoneses”. Ha recalcado que además de castellano también “se habla aragonés y catalán”.
Ha aseverado que el PP actual es “mucho más conservador, rancio, retrógrado” y “aplica una política encaminada a una etapa oscura y regresiva”, a lo que ha agregado que el texto carece de “rigor” académico e incumple las normas internacionales, en alusión a la Carta Europea de las Lenguas Minoritarias.
La portavoz del Grupo de CHA, Nieves Ibeas, ha defendido el aragonés normativo y el catalán de Aragón y ha aseverado que la nueva Ley “vulnera derechos, expectativas de los hablantes que se sienten aragoneses y hoy se les está faltando el respeto, como si no fueran aragoneses”.
Ha opinado que la Ley provoca un “escándalo” en la comunidad científica por su “mínimo rigor lingüístico, filológico” porque “les quita el nombre y todo ello determina el resto del proyecto de ley”. Ha recordado que un dictamen parlamentario aprobado sin votos en contra --en 1998-- reconoce el aragonés y el catalán. “Estamos siendo el hazmerreír”, ha destacado, “todo para no nombrar el catalán”.
Para el portavoz de IU, Adolfo Barrena, el texto aprobado es “ridículo” e incumple la Constitución, el Estatuto de Autonomía y la Carta Europea de las Lenguas Minoritarias, y ha puesto de relieve la “realidad trilingüe de Aragón”.
Debe aprobarse una ley “que proteja esa realidad trilingüe y no convierta en clandestinas el aragonés y el catalán”, ha dicho Barrena.