La ya ex responsable de Defensa, María Dolores de Cospedal, dejó un último regalo a su sucesora, la jueza Margarita Robles, justo antes de salir del Ministerio. Este jueves ha tenido lugar el traspaso de poderes entre los ministros salientes del PP y los nuevos miembros del Gobierno socialista y en Defensa, lo primero con lo que tendrá que lidiar la nueva responsable de la cartera son las quejas de los militares por un plan laboral al que se han opuesto rotundamente y que Cospedal aprobó desoyendo su opinión.
La conservadora firmó esa medida, el Plan Integral de Orientación Laboral para el personal militar del Ministerio de Defensa, el 31 de mayo. Mientras el Pleno del Congreso debatía la moción de censura y un día antes de la votación que sacó a Mariano Rajoy de la Moncloa. La norma afecta a todos los militares pero apenas enfrenta la problemática situación de los de la escala de Tropa y Marinería, que están siendo despedidos al cumplir 45 años sin recibir la formación y preparación para el mercado laboral que la ley les prometía.
Las asociaciones militares (la única figura disponible para que los miembros de las Fuerzas Armadas defiendan sus derechos laborales colectivamente, ya que tienen prohibido sindicarse) no comprenden que Cospedal se apresurara a aprobar el Plan sin tener en cuenta a la subcomisión del Congreso que lleva estudiando el tema desde el comienzo de la legislatura. Como adelantó eldiario.es, los grupos políticos ya han emitido sus conclusiones tras escuchar a 32 expertos y altos mandos militares, y ahora trabajan en un documento de consenso que entregar al Gobierno.
Dicho posicionamiento final estará listo en apenas unos días, según ha podido saber este medio. No obstante, Cospedal no quiso esperar y sacó adelante el Plan vía orden ministerial. “Es intolerable que una ministra, con una moción de censura en trámite, sin atender las demandas de los representantes de los militares en el Consejo de Personal ni las demandas del resto de partidos políticos apruebe un Plan sin el debido consenso”, denuncia Juan Carlos Tamame, presidente de la Asociación de Tropa y Marinería Española (ATME).
Las cinco asociaciones presentes en el Consejo de Personal, órgano donde se reúnen con los altos mandos de personal de los ejércitos y el Ministerio, se opusieron formalmente a la aprobación del Plan. De hecho, cuatro de ellas plantaron a la ministra y no asistieron a la reunión en la que lo presentó, conscientes de los planes de Cospedal de desoír su opinión y sacarlo adelante sin consenso.
Jorge Bravo, Secretario de Organización de la Asociación Unificada de Militares Españoles (AUME), anuncia que la primera acción que llevarán a cabo los militares ante Margarita Robles será pedir la modificación o retirada de ese texto. Además, señala que esconde una “trampa”: “La letra pequeña de ese Plan ahora debe ser desarrollada por los cuarteles generales de los Ejércitos, y abre la puerta a que estos faciliten las puertas giratorias para los altos mandos. Por eso en el Ministerio había carreras para sacarlo el último día”.
Los representantes militares exponen las incongruencias de la aprobación del Plan de la forma que se ha hecho. Afirman que para ser exitosa, una medida de este estilo debe involucrar al Ministerio de Educación, al de Hacienda y llegar a acuerdos con el sector privado. El texto aprobado por Cospedal no contempla ninguna de estas sinergias.
Este medio ha intentado recabar la opinión al respecto del equipo ministerial saliente, pero las fuentes consultadas desconocían que el Plan había llegado a aprobarse el 31 de mayo.