Cristina Narbona: “Rajoy es censurable, pero hay que tener una aritmética distinta y manejar los tiempos”
Un día antes de la celebración del debate de la moción de censura contra Mariano Rajoy, la exministra Cristina Narbona –que se convertirá previsiblemente en la presidenta del PSOE tras la celebración del Congreso Federal– ha afirmado que el presidente del Gobierno es “censurable” pero “posiblemente hay que tener una aritmética distinta en las Cortes” y “manejar los tiempos”. Este lunes se reúne el grupo parlamentario para fijar su posición, ha señalado la exministra.
Según ha explicado en una entrevista en la Cadena Ser, cuando ocupe la presidencia no tendrá funciones ejecutivas (según establecen los estatutos, la presidencia “ostenta la representación oficial”), pero el secretario general le ha pedido que forme parte de un consejo asesor para la transición ecológica de la economía. “Me implicaré, pero no necesariamente poniéndome al frente”, ha remarcado.
Narbona, que ha decidido dedicarse exclusivamente al partido y dejará el cargo que ostenta en la Ejecutiva del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), ha abogado por que la nueva dirección represente el proyecto de Pedro Sánchez, que es el tiene el “apoyo mayoritario” de los militantes.
“Intentaré que mi labor contribuya a la necesaria reconciliación entre nosotros mismos después de un periodo muy difícil de desencuentros”, ha asegurado. La exministra de Medio Ambiente ha citado un verso del poeta Juan Goytisolo para referirse al futuro del partido: “la luz brota del subsuelo cuando menos se la espera”. “La inmensa mayoría de votantes que han votado otras opciones [diferentes al proyecto de Sánchez] ahora están mirando hacia el futuro. No soy pesimista ni optimista, soy activista. Me remango y a trabajar”.
Narbona ha señalado dos motivos fundamentales para la pérdida de votantes del PSOE: la falta de una alternativa “real y viable” a las políticas económicas de la derecha y “no haber sido lo suficientemente beligerantes contra la corrupción”. En su opinión, la crisis ha desvelado los “grandes fallos del paradigma” de creer que “lo importante era que aumentaba el PIB y si eso sucedía todo vendría dado por añadidura”.