“La Corona no se toca”. La frase que la diputada del PP Beatriz Escudero ha pronunciado este martes en la tribuna del Congreso ha sonado premonitoria. Escudero defendía la posición de su grupo ante la moción presentada por Ciudadanos para promover una reforma constitucional que termine con los aforamientos judiciales a los políticos. Solo a los políticos. Ambos grupos, junto al PSOE, han votado a favor de una declaración sin valor normativo que deja fuera a la Casa Real de la posible modificación de la Carta Magna que anunció el pasado lunes el presidente, Pedro Sánchez.
Es en lo único que se han puesto de acuerdo los tres grupos, que se han dedicado gruesos reproches en sus respectivos turnos. Juntos, suman con mucho los diputados y senadores necesarios para abrir una reforma constitucional. En la votación, a la que han acudido 340 diputados, 253 lo han hecho por el sí y 87 se han abstenido.
El debate celebrado este martes en el Congreso de los Diputados ha dejado muchas dudas sobre cuándo y cómo se producirá la enmienda de la Carta Magna. Si es que se produce.
Enfrente, el resto de grupos parlamentarios, que han pedido reformas más amplias que, al menos, incluyan el final de la inviolabilidad penal del Jefe del Estado, Felipe VI, y del rey emérito, Juan Carlos de Borbón.
La moción la ha defendido el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, quien ha arrancado con críticas a PP y PSOE por no haber promovido antes una reforma que elimine lo que ha considerado “privilegios” de la clase política. “Hoy se plantea una reforma exprés de la Constitución para suprimir los aforamientos”, ha apuntado Rivera.
El líder de Ciudadanos ha felicitado a Pedro Sánchez por haberse sumado, ha dicho, a sus posiciones. “No sé si es por la presión de las encuestas o porque el Gobierno hace aguas”, ha asegurado, en referencia al anuncio del jefe del Ejecutivo. Rivera, acto seguido, calificó dicho anuncio de “fraude” al reprochar a los socialistas la posibilidad de que queden fuera del desafueramiento los delitos de corrupción.
La propuesta del Gobierno no se conoce en detalle y no llegará hasta el viernes, pero desde Moncloa se ha informado en las últimas horas que la idea es mantener el aforamiento para los actos relacionados directamente con los cargos políticos. Esto ha alimentado la idea de que delitos como la prevaricación o la malversación de caudales, que se ejercen en el cargo, podrían mantenerse dentro de la figura del aforamiento.
El PSOE lo limita a “diputados, senadores y Gobierno”
“Le pido al PSOE que no tome el pelo a los españoles. Lo que han propuesto es una broma”, ha zanjado Rivera en su turno.
La respuesta socialista ha llegado de la mano del diputado Gregorio Cámara, quien ha arrancado calificando de “valiente” la iniciativa de Sánchez y ha criticado duramente a Ciudadanos por la justificación que han hecho de la moción. “Coincidimos con la parte dispositiva”, ha señalado Cámara. “Estamos determinados a llevar a cabo de inmediato las reformas para suprimir el aforamiento de diputados, senadores y Gobierno”, ha concretado.
El PSOE avanza así que limitará la reforma constitucional a un número pequeño de aforados y deja fuera, por ejemplo, a jueces y fiscales y a los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado. Y también al rey.
Cámara ha defendido, además, que la reforma constitucional que proponga el Gobierno mantendrá el aforamiento a los políticos para hechos sucedidos “en el uso estricto de su cargo”. Lo contrario, ha dicho, es “errado y demagógico”. “No siempre es privilegio o un trato de favor. Es una prerrogativa concedida para equilibrar los poderes y como garantías frente a los excesos de la acusación popular, que no existe en otros países”, ha explicado en referencia a la ausencia de aforamientos en lugares como Alemania o EE UU.
El PP, pese a que ha votado a favor, ha asegurado estar ante “un debate interesado para algunas formaciones política que no interesante para los españoles”. Con un argumento muy similar al de Cámara, Beatriz Escudero ha pedido a Ciudadanos “distinguir entre privilegio y prerrogativa”. “El aforamiento, la inviolabilidad o la inmunidad no son privilegios, sino prerrogativas. Sirven para proteger a las autoridades”, ha expuesto.
Escudero ha reprochado a Rivera que solo apunte a los aforamientos, mientras deja fuera la inviolabilidad o la inmunidad de los diputados. “Usted no quiere ser igual que los españoles”, ha sostenido.
La diputada del PP, muy dura con el líder de Ciudadanos, ha rechazado también una “reforma exprés” de la Constitución, aunque la moción que ha apoyado da un plazo de tres meses para hacerlo y Sánchez habló el pasado lunes de “60 días”.
PNV y Unidos Podemos piden incluir al rey
Escudero ha pedido “tiempo, diálogo, rigor y consenso” para abordar la reforma. Y ha anunciado su rechazo a una enmienda del PNV que apuntaba a la necesidad de abrir la modificación a la inviolabilidad penal que la Constitución reconoce al Jefe del Estado. “La Corona no se toca”, ha zanjado.
La enmienda del PNV la ha defendido Mikel Legarda. Con su habitual tono pausado, el diputado ha recordado que en España existe la acusación popular y que la figura del aforamiento está pensada, precisamente, para “evitar querellas” que interfieran en la labor de los parlamentarios.
El diputado vasco ha exigido así que “cualquier reforma” de la Constitución que suponga debe “retirar todos los aforamientos”. Solo con una propuesta amplia el PNV se tomaría en serio el proceso. “Para otras operaciones de marketing político, no cuenten con nuestro apoyo”, ha concluido.
Más allá ha ido Unidos Podemos. La diputada Meri Pita ha defendido la necesidad de un proceso constituyente que abarque no solo los aforamientos, sino otras medidas de regeneración como la eliminación de las puertas giratorias, el blindaje de los derechos sociales o la negociación de un nuevo acuerdo territorial.
“La historia no se hace pulsando un botón. La hacen los pueblos. Y el pueblo español hace mucho que dice que todas somos iguales ante la ley. Llevemos corona o no”, ha apuntado Pita. La parlamentaria canaria ha considerado “insuficiente” la medida y ha recordado que su grupo usará la capacidad que tiene de forzar un referéndum sea cual sea al final el alcance de la reforma.
Pita ha cerrado su discurso con una advertencia al presidente del Gobierno. “Cumplan, por dios. Cumplan esta vez porque las fuerzas políticas suben y bajan según se ratifican o desdibujan en sus rasgos políticos”.
En el mismo sentido se han pronunciado desde ERC, Compromís y Bildu, mientras el PDeCAT ha rechazado la moción de Ciudadanos al pedir también que se supriman los aforamientos en las Comunidades Autónomas. Algo que depende de los diferentes estatutos.
La votación final ha deparado así un escenario confuso con una mayoría que no está claro que se vaya a repetir. El PP ha votado a favor de una medida que rechaza, pero con miedo a los titulares que pudieran ligar su no a la situación judicial de Pablo Casado. En el lado opuesto, Unidos Podemos se ha abstenido cuando el pasado lunes aseguraron que, llegado el caso, votarían sí a la reforma que plantee el Gobierno aunque sea tan limitada como les parecía la moción de Ciudadanos.