La decisión de Sánchez pilla por sorpresa a Sumar y a los socios parlamentarios del Gobierno
“Vamos a esperar”. Es la frase que sale de los teléfonos de los socios parlamentarios a pocos minutos de conocerse que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, medita dejar el cargo. La noticia, difundida por el propio jefe del Ejecutivo, ha pillado por sorpresa a Sumar. Un movimiento del jefe del Ejecutivo que siembra de dudas sobre el futuro político más próximo. Y también al resto de partidos que sustentan la mayoría de Gobierno.
“Seguiré trabajando, pero cancelaré mi agenda pública para reflexionar y decidir qué camino tomar”. Eran las palabras con las que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado este miércoles que debe reflexionar si seguir o no al frente del Ejecutivo ante la campaña de “acoso y derribo” que dice estar sufriendo junto a su familia por las informaciones vinculadas a su esposa, Begoña Gómez.
Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda, ministra de Trabajo y líder de Sumar, ha tuiteado: “Todo el apoyo y respeto a la decisión y reflexión personal del presidente del Gobierno en un momento difícil. La ofensiva de la derecha ultra no puede salirse con la suya. Hay que defender la democracia, el bloque progresista y la legitimidad del Gobierno de coalición que tanto ha mejorado la vida de la gente en nuestro país”.
El ministro de Derechos Sociales, Pablo Bustinduy, decía en RNE: “La ofensiva es contra la legitimidad del gobierno de coalición. Contra el compromiso de justicia social y transformación democrática que representamos. Todo el apoyo al presidente. Todo el empeño en cumplir con ese mandato”.
“Toda mi solidaridad con el presidente @sanchezcastejon en este caso de asedio permanente por parte de la ultraderecha. Vamos a seguir defendiendo la democracia”, ha trasladado también la ministra de Infancia y Juventud y dirigente de Izquierda Unida, Sira Rego.
La noticia ha sorprendido en el seno de Sumar y en el resto de aliados parlamentarios del PSOE. Diferentes fuentes de formaciones que sostienen al Gobierno elucubraban sobre las diferentes hipótesis que se abren de aquí al próximo lunes, fecha en la que Sánchez anunciará qué hará. “No sabemos por dónde va a salir, porque no está en plazo de poder disolver y que coincida con las europeas: no se puede disolver hasta el 29 de mayo por norma constitucional [tiene que haber pasado al menos un año desde la fecha de la anterior convocatoria]”, explicaba un destacado diputado: “A lo mejor está intentado evitar que ocurra algo parecido a lo de Portugal, que le hagan dimitir por un procedimiento judicial que luego quede nada”.
“No creo que anunciara con antelación si va a dimitir. Creo que puede ir a una cuestión de confianza”, continuaba. Y otra fuente de uno de los grupos de la mayoría de investidura terciaba: “Se le veía tocado esta semana, hay un detonante real en lo que le está pasando”.
El portavoz de Sumar, Íñigo Errejón, ha afirmado después en Hora 25 que respetan la decisión del presidente y ha acusado a la derecha de convertir el clima política en “irrespirable” cada vez que salen del poder. “Cada vez que la derecha no gobierna en España convierte el clima en irrespirable y hace que quienes asumen posiciones de primera línea paguen un precio altísimo”, ha dicho.
“Cuando no gobierna la derecha es capaz de generar estrategias de acoso y derribo, desde el estado, desde el poder económico, para evitar gobiernos aunque sean mínimamente transformadores”, ha incidido.
Izquierda Unida ha denunciado en un mensaje en sus redes sociales el uso del “lawfare” por parte del “bloque reaccionario” para perseguir “a todo aquel que les incomoda”. “Es un peligro para nuestra democracia que merece una respuesta firme de todas las organizaciones que la defendemos”, ha dicho la organización en un mensaje que han replicado sus dirigentes como el secretario de Organización, Ismael González, o el portavoz parlamentario, Enrique Santiago.
Ione Belarra, secretaria general de Podemos, tuiteaba: “Nuestra solidaridad y empatía con el presidente Sánchez. En Podemos sabemos bien qué significa el lawfare y la persecución mediática. Teníamos que haberles parado los pies cuando acosaron al vicepresidente [Pablo Iglesias] y a una ministra del gobierno [Irene Montero] en su propia casa”.
La candidata de Podemos a las elecciones europeas, Irene Montero, ha abundado en la idea expresada por Belarra, recordando los antecedentes de ataques a la formación morada: “Tuvimos que pararles los pies mucho antes. La guerra judicial y mediática fue antes contra su Vicepresidente [Pablo Iglesias], Vicky Rosell, Isa Serra, Podemos o la Ley Solo sí es sí. La tarea es urgente: no mirar para otro lado, no dejarles hacer por intereses partidistas, parar democráticamente a los reaccionarios. Si no seguirán mandado sin presentarse a las elecciones y destruyendo la democracia”.
“Nos pilla por sorpresa. Esperamos a lo que decida y anuncie el lunes. Poco más podemos adelantar ahora mismo. No podemos adelantar acontecimientos”, sostenían fuentes de EH Bildu, por su parte, después de conocer la decisión del Gobierno.
El Partido Nacionalista Vasco, que ya está en negociaciones con el PSE para articular el nuevo ejecutivo en Euskadi, traslada que no habrá ninguna valoración hasta mañana, a la espera de conocer más detalles sobre la decisión.
Uno de los primeros en valorar la decisión públicamente ha sido el diputado de ERC, Gabriel Rufián, que ha recordado en un mensaje en redes sociales el acoso que sufrió la exministra de Igualdad y secretaria política de Podemos, Irene Montero, y la dirigente de Compromís Mónica Oltra, y que ha trasladado su “apoyo” al presidente.
“Hay que decir 2 cosas. La 1ª es que quienes acosaron durante meses a Irene Montero frente a sus hijos, que quienes mataron políticamente a Mónica Oltra con una mentira y que quienes te convencieron de que quizá estaba bien meter a la gente en la cárcel por un referéndum ahora van a por un PSOE que muchas veces miró hacia otro lado cuando pasaba. Y la 2ª es que a pesar de todo ello hoy solo cabe apoyar y aguantar. Antes rotos que doblegados”, ha escrito.
La secretaria general de ERC, Marta Rovira, ha asegurado que “empatiza con el dolor” del presidente del Gobierno, pero se ha preguntadoi que harIa en una situación como la suya. “El día que te acusen de haber utilizado la violencia para defender la democracia […] y tengas que coger cuatro cosas, despedirte de tu familia y encontrar un sitio desde donde poder seguir defendiendo tus ideas, ¿qué vas a hacer?”, ha escrito Rovira, tras lo que le ha pedido “plantar cara” a la extrema derecha.
Más tarde se ha pronunciado el candidato de Junts a las elecciones catalanas, Carles Puigdemont, quien en un tuit ha emplazado a Sánchez a optar por la cuestión de confianza. “Si no es un movimiento táctico y realmente la razón es la campaña de las derechas españolas en contra de su presidencia usando a su familia -sé perfectamente qué se siente en este caso-, y creo que su liderazgo se ha debilitado como consecuencia de esto, siempre puede presentar una moción de confianza y aclarar todas las dudas que ha generado este movimiento imprevisto”, ha dicho en su cuenta de X.
El factor catalán
En todos los análisis de las fuentes consultadas se ponía de relieve la inminencia de las elecciones catalanas –12 de mayo– y las europeas –9 de junio–. Pero no sólo eso, también la votación en el Congreso de la ley de amnistía, después de su paso por el Senado.
En efecto, tanto Junts como ERC están pendientes de que se termine el plazo parlamentario y que entre en vigor la ley, que permitiría el regreso de los líderes que se encuentran fuera de España, como el propio Carles Puigdemont, en unos meses. Los calendarios aproximados dicen que la ley podría ser aprobada en el Congreso a mediados de mayo, lo que significaría que el ex president podría estar de vuelta a mediados de julio.
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