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Destituido el número dos de la Policía en Madrid tras reunirse con Francisco Correa

El comisario Juan Manuel Calleja muestra en 2006 un alijo al delegado del Gobierno en Madrid, Constantino Méndez.

Pedro Águeda

Un nuevo miembro del escalafón más alto de la Policía ha sido destituido con el caso Gürtel de por medio, la mayor trama de corrupción vinculada al Partido Popular. El número dos de la Jefatura de Madrid, Juan Manuel Calleja, ha sido enviado a un destino inferior después de mantener un encuentro con Francisco Correa, el presunto cabecilla de la red Gürtel que es objeto de una investigación desde hace más de seis años y en la que nunca ha participado el comisario ahora destituido.

Juan Manuel Calleja ha sido informado de que su próximo destino será jefe de zona en Madrid, con base en la comisaría de Tetuán, según ha comentado él mismo a su entorno. Sin embargo, en las últimas horas la Dirección General de la Policía sopesa enviarlo a un puesto “de responsabilidad” en alguna provincia lejos de Madrid. El comisario principal –máximo rango en el Cuerpo Nacional de Policía– era hasta ahora jefe de Operaciones, lo que en la práctica le situaba en la Comunidad de Madrid solo por debajo del jefe superior.

Hace aproximadamente un mes, Francisco Correa entró en la sede de la Jefatura Superior de Policía de Madrid en un vehículo policial. Los agentes habían ido a recogerle a su domicilio después de concertar la cita con el comisario Calleja a través de “un amigo común”, explican a eldiario.es fuentes conocedoras del encuentro. La reunión en el edificio de la calle Federico Rubio y Galí se prolongó por espacio de dos horas, al término de la cual, los agentes devolvieron a Correa a su domicilio. Las mismas fuentes aseguran que Correa no aportó dato alguno que desconozcan los investigadores del caso Gürtel.

Pero el encuentro y la destitución cobran especial relevancia por el momento en el que se producen. Correa acudió al cuartel general de la Policía en Madrid con el caso Gürtel ya en su recta final, a unos meses de que arranque el juicio por los manejos de la trama en Madrid, Castilla y León y Málaga entre 1999 y 2005, y con la instrucción de la financiación irregular del PP recién concluida.

Solo en el primer gran juicio de la Gürtel se sentarán más de cuarenta personas en el banquillo de los acusados, de los que una veintena son excargos del partido ahora en el Gobierno. El propio PP y la ministra de Sanidad, Ana Mato, figuran como responsables a título lucrativo y deberán abonar distintas cantidades en el caso de una sentencia condenatoria para los acusados. El juicio se celebrará probablemente en la primera mitad de 2016 y, con seguridad, después de las próximas elecciones generales. La Fiscalía pide para Correa en esta causa 112 años de cárcel y 42 para el extesorero del Partido Popular Luis Bárcenas.

El número dos de la Policía no informó a Interior

Según varias fuentes consultadas por esta redacción, la reunión entre Correa y Calleja tenía el consentimiento del responsable de la Dirección Adjunta Operativa (DAO) de la Policía, Eugenio Pino, número dos del cuerpo y a quien el comisario había informado previamente. Sin embargo, días después, el comisario Juan Manuel Calleja era relevado de su puesto en la Jefatura. Ningún miembro de la cúpula del Ministerio del Interior por encima de Eugenio Pino fue informado de que la reunión se iba a producir, ni lo fue después de que tuviera lugar.

La destitución de Calleja se produce cuando el comisario aguardaba un puesto relevante en la Dirección Adjunta Operativa de la Policía, la estructura donde se aloja la “policía política” que critica la oposición y desde la que se han lanzado las operaciones contra políticos independentistas en Cataluña. Allí está destinado, por ejemplo, el comisario José Manuel Villarejo, que participó en la reunión con Ignacio González filtrada a los medios y fue condecorado por Interior con motivo de su participación en las operaciones en Cataluña. En la DAO también se integra la Unidad de Asuntos Internos, cuyo jefe ha sido relevado recientemente a cuenta de una guerra policial en la que también participa Villarejo y que alcanzó uno de sus puntos álgidos con el caso del ‘pequeño Nicolás’.

Días después del encuentro del policía con Correa fue suspendido otro de los juicios a la trama, el que se celebra en el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV). El tribunal aceptó la solicitud de los principales acusados, entre ellos Correa, porque sus defensas no habían tenido acceso a documentación incorporada poco antes a la causa. El juicio se reanudará el 1 de junio.

Por otra parte, el juez Ruz se apresuró a cerrar la investigación de los denominados ‘papeles de Bárcenas’, otra pieza separada del caso Gürtel de especial relevancia por investigar la financiación irregular del Partido Popular en los últimos 20 años. Antes de abandonar la Audiencia Nacional, Ruz dio por acreditados los ingresos de dinero negro durante dos décadas en el auto de transformación en procedimiento abreviado. La Fiscalía y la acción popular han presentado sus escritos de acusación esta misma semana.

El comisario Calleja vivió su mayor momento de relevancia mediática con la detención del atracador conocido como ‘El Solitario’, cuando el policía era jefe de la Brigada Provincial de Policía Judicial. Después de eso fue destinado a Melilla, donde ejerció como jefe superior. Volvió a Madrid para trabajar en el Centro de Inteligencia contra el Crimen Organizado y de ahí pasó a jefe de Operaciones en Madrid.

La cabeza de Calleja no es la primera que rueda en la Policía en relación con el caso Gürtel. La silla de máximo responsable en la lucha contra la corrupción ha cambiado en tres ocasiones de ocupante en esta legislatura. El primero que fue nombrado con el Gobierno del PP, Enrique Rodríguez Ulla, cayó por investigar a Ignacio González y su ático sin informar a sus superiores. Su sustituto al frente de la Comisaría General de Policía Judicial, José García Losada, no evitó los informes de la UDEF que afectaban a políticos del Partido Popular y corrió la misma suerte.

Los investigadores directos de la financiación irregular del PP sufrieron presiones, hasta el punto de que Asuntos Interiores les ha interrogado en varias ocasiones por la aparición en los medios de comunicación de informes incorporados a una causa que no está secreta y a los que acceden un centenar de abogados. Finalmente, Interior eligió a un comisario afín para dirigir la Brigada Anticorrupción, de la que dependen los citados investigadores. Cuando eldiario.es publicó la elección del comisario, Interior congeló varios meses el nombramiento. El comisario José Manuel García Catalán ejerce hoy por hoy como jefe de la citada Brigada.

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