El PP se ha negado en la Diputación Permanente del Congreso a que el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, acuda a la Comisión de Interior para explicar qué medidas va a adoptar contra el delegado del Gobierno en Aragón por la dura carga policial del 17 de enero contra los participantes en una manifestación de apoyo al barrio burgalés de Gamonal. La manifestación se saldó con cuatro detenidos. La oposición acusó a la policía de practicar “detenciones indiscriminadas” de personas ajenas a los hechos y de efectuar cargas “sin precedentes”.
La petición de comparecencia del ministro fue realizada por la Izquierda Plural y contó con el apoyo del PSOE. Los portavoces de los dos grupos, Chesús Yuste y Pedro José Muñoz, creen que la actuación de la policía fue “desproporcionada e inaudita” por lo que solicitan al ministro que cese de inmediato al delegado del Gobierno. [if gte mso 9]>
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La manifestación fue convocada por la Federación de Asociaciones de Barrios de Zaragoza (FABZ) y otras organizaciones sociales y vecinales. La protesta transcurrió sin incidentes, pero al finalizar un grupo aislado de jóvenes protagonizó algunos hechos violentos, lo que a juicio del PP justificó la dura intervención de la Policía.
El portavoz del PP y expresidente de Aragón, Santiago Lanzuela, blandió durante el debate varias fotografías publicadas por los periódicos regionales al día siguiente de los hechos en las que se refleja la quema de contenedores y otros actos protagonizados por “radicales encapuchados” que se parapetaban “detrás de barricadas” para “lanzar piedras”.
“A los detenidos se les intervino una mochila con pastillas incendiarias, aguarrás, encendedores y ropa de repuesto para vestirse de otra manera” tras los hechos, explicó Lanzuela, basándose siempre en las crónicas de estos medios de comunicación. El portavoz del PP no quiso entrar en otras versiones radicalmente opuestas ofrecidas por las asociaciones convocantes y por los vecinos que vieron la dura carga policial, que, sin embargo, para Lanzuela fue “impecable”. Por ello, rechazó de plano la dimisión del Delegado del Gobierno del que destacó su “talante democrático”, y, por ende, también la comparecencia del ministro del Interior en el Congreso.
El diputado de la Chunta Aragonesista lamentó que el Gobierno esté aprovechando las protestas de apoyo al barrio burgalés para aplicar con desmesurada dureza la ley de Seguridad Ciudadana que acaba de aprobar el Congreso, prohibiendo manifestaciones y criminalizando a sus convocantes.
El portavoz del PSOE se unió a la Izquierda Plural y recomendó al Gobierno del PP “que vaya pensando que la calle no es suya, sino de los ciudadanos que tienen derecho a protestar”.