Dirigentes del PP califican como “un suicidio” ceder el Gobierno de Madrid para proteger a Cifuentes
La cúpula del Partido Popular asume con preocupación el riesgo que el escándalo Cifuentes puede suponer para las posiciones políticas de Mariano Rajoy. El entorno del presidente considera que “perder la Comunidad de Madrid es un suicidio”. Cifuentes parece haber acusado el mensaje y ya asume abiertamente que su futuro ya no es suyo.
Rajoy y Cifuentes llevan días sin hablar por teléfono, contrariamente a lo que hacían al inicio del escándalo. El presidente del Gobierno llamó a Cifuentes desde Argelia el pasado tres de abril y volvió a hacerlo en dos ocasiones durante el viaje de Estado que realizó a Argentina a partir del día 9. Desde entonces, Rajoy ha delegado en el coordinador general del PP, Fernando Martínez Maillo, la gestión de la crisis política derivada del escándalo Cifuentes.
En el entorno de la presidenta madrileña asumen que Génova ha tomado cartas en el asunto y que “a Maillo le han pedido que presente todas las opciones por si acaso”, señalan fuentes próximas a la presidenta madrileña.
El entorno de Cifuentes trasladó la semana pasada que solo una orden directa del líder del PP podría forzar su salida. Este martes, ella misma insisitía ante los periodistas en que no hay motivos para su cese pero deslizaba por primera vez en público la frase del manual para políticos en problemas: “Voy a estar a lo que diga mi partido. Lo he hecho toda la vida y así lo haré”. Horas después de esas palabras, Cifuentes participaba en un acto en el Colegio de Arquitectos en el que volvía a deslizar mensajes sobre la posibilidad de su salida del Ejecutivo: “Me temo que en estos momentos no está en mi mano”.
Fuentes cercanas al presidente aseguran que en estos momentos solo hay dos opciones: “O dimite, o Rajoy espera a tener la información que le garantice que ella no tuvo un papel en los actos irregulares de la Universidad”. El problema para el PP es que la moción de censura podría celebrarse antes de que la investigación de la Fiscalía avance lo suficiente como para que Rajoy tenga conocimiento de sus resultados.
En el Gobierno dan por hecho que se cometieron irregularidades en torno al máster de Cifuentes, pero se agarran a la posibilidad de que esto hubiese ocurrido sin su participación. La dirección del Partido Popular se mueve en las mismas coordenadas. Los dirigentes consultados aseguran que el apoyo a Cifuentes “está condicionado al resultado de las investigaciones”.
La estrategia de forzar a Ciudadanos a retratarse ante una moción de censura que les obligue a votar con Podemos empieza a encontrar escépticos en el PP. En semanas anteriores, la dirección de la formación consideraba que el paso de los días les ofrecía la ventaja de presionar a Rivera. Ahora, sin embargo, se considera que el desgaste es para la formación de Rajoy.
En el entorno del presidente están muy preocupados por que el escándalo Cifuentes apenas le está permitiendo poder hablar de otra cosa: durante la convención del PP en Sevilla no hubo otro tema para los periodistas, el viaje de Rajoy a Argentina también quedó marcado por las preguntas sobre el caso. Cifuentes se ha convertido en el principal problema para el jefe del Gobierno, a menos de una semana de enfrentarse al debate de Presupuestos en el que Ciudadanos volverá a ser el principal apoyo del Gobierno para ganar tiempo en una legislatura con las fuerzas al mínimo.
El principal apoyo orgánico de la presidenta madrileña en el PP ha sido el de María Dolores de Cospedal. En el entorno de Rajoy aseguran que “Cospedal está hablando para los militantes. Es la secretaria general y debe cumplir ese papel”.