La presidenta de Madrid, Cristina Cifuentes, envió a los periodistas el miércoles, pasadas las ocho de la tarde, un pequeño dossier con cinco documentos que, en su opinión, desmontaban las informaciones publicadas por eldiario.es que señalan que la líder del PP regional obtuvo un máster en la Universidad Rey Juan Carlos de forma fraudulenta.
Cifuentes remitió a la prensa cinco documentos. En ellos se recogen algunas incongruencias:
Certificado de matrícula y la dirección de la alumna
El certificado de matriculación presentado por Cristina Cifuentes está emitido el día 21 de diciembre de 2011. El documento recoge como dirección de la alumna la calle Miguel Ángel, número 25, de Madrid.
Esa dirección corresponde a la Delegación del Gobierno de Madrid. El nombramiento de Cifuentes como delegada del Gobierno no se conoció hasta mediados de enero. Ese mismo día 21 de diciembre, cuando se emite el documento, Mariano Rajoy anuncia los nombres de su futuro primer Gobierno.
¿Por qué puso Cifuentes una dirección que no era, en ese momento, ni su centro de trabajo ni su residencia?
Certificado del pago: todo en un día
Cristina Cifuentes acudió a la universidad a pagar las tasas por su título de máster. Fue el 23 de octubre de 2014, según el certificado de pago puesto por la presidenta de Madrid a disposición de los periodistas.
Los documentos aportados por Cifuentes, y la primera versión que ofreció sobre el cambio de las notas de su calificación, señalan que cuando quiso pagar esas tasas se percató de que dos de las asignaturas figuraban como “no presentado”.
Entonces, siempre según la versión de la presidenta, se puso en contacto con el profesor de una de las asignaturas que el sistema no recogía como completadas: Pablo Chico de la Calle.
El docente escribió, pasadas la 12:00, a una funcionaria de la universidad (de otro campus y sin relación directa con el máster), quien, a su vez, modificó las notas , tal y como demostró eldiario.es en su primera información sobre el caso. Era Amalia Calonge.
El procedimiento, según la información aportada tanto por Cifuentes como por la Rey Juan Carlos, se produjo en un tiempo récord, teniendo en cuenta la burocracia administrativa que supone modificar las actas que recogen las notas de un título oficial y que incluye la participación de más personas que las mencionadas en cualquiera de las versiones oficiales dadas por Cifuentes y por la Universidad.
La URJC ha abierto una investigación interna sobre el caso.
Certificado de notas: una página, sin sello ni fecha
Cifuentes también aporta entre los documentos un certificado de notas. El papel no arroja ninguna luz sobre la validez o no de sus notas. La manipulación de las calificaciones del máster de la presidenta de Madrid es anterior a la expedición de este certificado.
¿Cómo se sabe que es posterior? Cifuentes solo aporta una hoja de las dos que componen el certificado de notas. En el dossier remitido no aparece la segunda página, en la que figuraría tanto la fecha de expedición del certificado como el sello de la Universidad.
Lo que sí aparece es el nombre de la secretaria general de la URJC. Es Pilar Charro Baena, que llega al cargo con el actual rector en 2017. El certificado de notas, por tanto, solo puede ser posterior a la modificación de las notas y, por ello, recoge todas las asignaturas aprobadas.
El email del profesor que no sabía cómo se llamaba la asignatura que impartía (ni en qué máster)
emailEl correo electrónico enviado por Pablo Chico a Amalia Calonge el 23 de octubre pasadas las 12:00 contiene un error inusual. El profesor de la asignatura le pide a Calonge (“tal como hemos hablado por teléfono”), que modifique la calificación “en el Máster de Hacienda Autonómica y Local”.
Chico debía referirse a su asignatura, llamada “La financiación de las comunidades autónomas y las entidades locales”, pero no acierta. Tampoco se corresponde con el nombre del máster: “Derecho Público del Estado Autonómico”.
Pese a pedir cambiar la nota en un máster entero, y no en su asignatura, y no acertar con el nombre de ninguno de los dos elementos, la funcionaria modifica las notas. Y no solo las de la asignatura de Pablo Chico: también las del Trabajo de Fin de Máster (TFM), que nadie menciona.
Y todo, sin el más leve atisbo del procedimiento administrativo necesario para un cambio así.
Un acta oficial sin el logo correcto ni el sello y un email inutilizado
email El último papel aportado por Cifuentes solo podía estar en manos de la Universidad: el acta que recoge la puntuación del trabajo de fin de máster. La institución optó por dar ese documento a la presidenta regional en lugar de hacerlo público ella misma.
El acta contiene varios elementos extraños. Primero, el logo de la URJC aparece sin uno de sus elementos identificativos: la corona. Puede que se deba a que el documento es una fotocopia y no aparezca ni una leve sombra.
Otro punto irregular: la composición del tribunal no cumple con los reglamentos de la propia universidad.
También es un elemento extraño el correo electrónico de la alumna: ccifuentes@asambleamadrid.es. En 2012, Cifuentes ya no era diputada de la Asamblea de Madrid, institución a la que pertenece la dirección. Era delegada del Gobierno. eldiario.es ha contactado con diversos diputados y exdiputados y todos coinciden en que, aunque hay excepciones, lo habitual es que el correo de un diputado de la Asamblea se cierre cuando deja el cargo. Quizá pueda permanecer activo algunos días o semanas. Pero Cifuentes fue nombrada delegada el Gobierno en enero y el acta es de julio.
El documento es interno, de la Universidad, y es posible que la alumna no avisara a la institución del cambio de correo. O que quien lo rellenó lo hiciera con una información antigua. Pero durante esos meses previos a la evaluación de su TFM tuvo que comunicarse muchas veces con su tutor para informar de la evolución del trabajo. Hay dos opciones: o lo hizo con otro correo electrónico o la Asamblea de Madrid mantuvo a Cifuentes su buzón activo de forma irregular.