El Ejército de Tierra se ha sumado a la campaña 'Ante las falsificaciones, no seas cómplice', una iniciativa en la que también participa el Ministerio de Defensa y que ha sido lanzado por la Oficina Española de Patentes y Marcas, y la Asociación Nacional para la Defensa de la Marca, para advertir sobre las consecuencias negativas que se derivan del consumo de productos falsificados, según ha informado este jueves el Ejército en su boletín.
'Ante las falsificaciones, no seas cómplice' busca concienciar a la ciudadanía sobre todo lo que hay detrás del fenómeno delictivo de la falsificación, incluyendo a quienes acaban siendo sus víctimas.
Así, según el Ejército, entre algunas de estas consecuencias directas se encuentran la pérdida de puestos de trabajo y cierre de empresas, la financiación de mafias y grupos de delincuencia, la explotación laboral, el tráfico ilícito de inmigrantes y el crimen organizado, así como el peligro para la salud y seguridad de los consumidores de los productos falsificados.
“La iniciativa persigue, con el apoyo de empresas e instituciones, concienciar a los ciudadanos de estos graves perjuicios derivados de la compra, distribución y venta de falsificaciones para lograr que deje de ser una actividad socialmente aceptada”, explica la milicia en su página web respecto a esta campaña.
WWW.YOSOYORIGINAL.ES
Asimismo, el Ejército de Tierra invita a los ciudadanos a visitar la página web www.yosoyoriginal.es en la que, explica, “se puede ver un vídeo documental que refleja la historia real de Ousmane Seck, un ciudadano senegalés residente en Torrevieja, que se quedó en España de manera ilegal en 2009, al verse inmerso en el comercio de productos falsificados en el 'top manta'”.
Se trata de cuatro minutos y medio de documental en los que se combina el testimonio de Ousmane Seck con una voz en off que explica las consecuencias de la falsificación. En el vídeo, este senegalés recuerda como, cuando llegó a España, sus “compañeros” le aseguraron que su única opción era dedicarse al 'top manta': “me dijeron si no haces eso, tu no vas a vivir”.
Ousmane Seck afirma, sin embargo, que cuando decidió “dejar de hacer algo ilegal para hacer algo legal” y recurrió a la ONG 'Asila', dicha organización de ayuda a los inmigrantes le dejó un “espacio” para hacer “su trabajo”. Ahora, este senegalés fabrica lámparas y mesas, entre otras cosas, que, explica, aún no puede vender hasta conseguir un permiso para ello. Asegura que no lo hará porque no quiere “volver atrás” y que guardará los resultados de su actividad hasta que pueda hacer algo con ellos.
“Lo que yo veo es que dentro de 20 años quiero cumplir mi sueño. Que si mi hijo, cuando tenga un poco de edad, vea que su padre está haciendo cosas. No me gusta que mi hijo vea que estoy haciendo otra cosa ilegal”, explica finalmente este africano que llegó a España en 2009.