El presidente de Guatemala, Alejandro Giammattei, aseguró este miércoles, en su primer día como mandatario, que acordó con su colega colombiano, Iván Duque, coordinar el apoyo del Ejército de ambos países para la “lucha sin cuartel” contra los “enemigos de la democracia”.
Giammattei dijo, al pronunciar un discurso ante las fuerzas armadas guatemaltecas, que el martes acordó con Duque “establecer, a la brevedad del caso, de ser posible esta semana, una coordinación con el Ejército de Colombia y el de Guatemala para que nos apoyen a la lucha sin cuartel en contra de los enemigos de la libertad y la democracia amparados en el tráfico de las drogas, las armas y la trata de personas”.
El mandatario de Guatemala acudió este miércoles al cuartel militar “Mariscal Zavala”, en el comando regional central, al este de Ciudad de Guatemala, donde el Ministerio de la Defensa Nacional le rindió honores como nuevo comandante general de las fuerzas armadas.
Allí, Giammattei recordó que hace 13 años salía de la prisión instalada dentro de la Brigada, luego de haber sido liberado de un caso en el que se le acusó por participar en la planeación y ejecución de siete reos en la prisión de Pavón, quienes habían construido casas, restaurantes, salas de videojuegos y laboratorios para producir drogas dentro de la cárcel. Giammattei era director del Sistema Penitenciario en aquel momento.
Frente a cadetes y distintos cuerpos del Ejército, Giammattei sostuvo que había permanecido en la prisión de Mariscal Zavala “producto de la injusticia de la que fui objeto”, la cual narra en su libro “Relato de una injusticia, caso Giammattei”, publicado en 2012.
“No vengo con ánimo de revancha, sino de justicia para que las cosas salgan bien”, pronunció el nuevo presidente, quien recordó que en su plan nacional de innovación y desarrollo divulgado durante el proceso electoral que lo condujo al poder, contemplaba el “fortalecimiento a las fuerzas de seguridad para el orden interno, la atención de los desastres y la atención para la paz, que es una tradición para Guatemala”.
Detalló además que las capacidades del Ejército “pertenecen al Estado”, por lo que, dijo que empleará a la milicia “de forma racional, efectiva y muy eficaz”.
Las distintas unidades del Ejército “se enfocarán para estar presentes en el territorio nacional en el menor tiempo posible, con la finalidad de cumplir con los fines constitucionales y con la ciudadanía”, puntualizó.
La actividad fue organizada por el nuevo ministro de la Defensa Nacional, el general de brigada Juan Carlos Alemán Soto, quien esgrimió que “como viene sucediendo hace algunos años, la subordinación al poder civil se materializa con esta ceremonia, a través del sistema democrático al presidente de la República”.
Alemán se comprometió a llevar a cabo un “manejo transparente de los recursos” del Ejército, cuya información históricamente ha sido resguardada por asuntos de seguridad nacional.
El ministro entregó el bastón de mando a Giammattei como “símbolo de la autoridad y mando que, como comandante general del Ejército, ejercerá sobre la institución armada”.
Además del estruendo de 21 salvas de artillería que estallaron los militares para “saludar” al presidente, destacó la llegada de Giammattei a la tarima de ceremonias subido a una motocicleta Segway de tres ruedas, sin asiento, con el número uno pintado al frente y, a un costado, la bandera de Guatemala por encima del nombre: “Dr. Giammattei”.
El presidente sufre de esclerosis múltiple desde hacer 40 años, por lo que utiliza muletas para andar.
Médico y cirujano retirado, exdirector del Sistema Penitenciario (2005-2007) y candidato en cuatro ocasiones a la Presidencia, Giammattei aseguró en su discurso inaugural como mandatario del país centroamericano que combatirá sin miramientos a las maras o pandillas, a quienes calificó de “terroristas”.
Durante los próximos cuatro años y sin oportunidad de reelegirse, Giammattei dirigirá el destino político de Guatemala, junto a su compañero de fórmula, el empresario Guillermo Castillo.