Los jefes de Estado o de Gobierno de Italia, España, Francia, Grecia, Chipre, Malta y Portugal abrieron hoy en Roma una reunión para abordar cuestiones que afectan al área meridional de la Unión Europea (UE), con especial atención a la inmigración.
Asisten el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy; los presidentes de Francia, Emmanuel Macron, y de Chipre, Nicos Anastasiades, así como los primeros ministros de Italia, Paolo Gentiloni; de Malta, Joseph Muscat; de Grecia, Alexis Tsipras, y de Portugal, Antonio Costa.
El anfitrión Gentiloni recibió personalmente a los participantes en la romana Villa Madama, donde se celebra esta cumbre, protegida por un fuerte dispositivo de seguridad.
La reunión estará centrada en cuestiones migratorias y de asilo ya que estos países se encuentran en el área mediterránea, afectada por un enorme flujo de inmigrantes durante los últimos años.
En 2017 solo a Italia llegaron 118.914 inmigrantes desde las costas del norte africano, mientras que a Grecia lo hicieron 28.800, a España 21.468 y a la pequeña isla de Chipre 1.067, de acuerdo a las cifras de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
Un fenómeno por el que además murieron 3.116 inmigrantes el año pasado, según las estimaciones de esta agencia intergubernamental.
Por ello se planteará la necesidad de que la UE apoye a los Estados mediterráneos a proteger la frontera meridional comunitaria, según se lee en un comunicado del Gobierno español.
La cumbre también tratará asuntos económicos y financieros de la UE, abordando conjuntamente las propuestas para la reforma de la Unión Económica y Monetaria, analizando cómo completar la Unión Bancaria y estudiando modos para afrontar futuras crisis.
Tras el recibimiento y la foto de familia los siete líderes se reunirán durante una hora y posteriormente ofrecerán una rueda de prensa conjunta y participarán en una cena de trabajo a puerta cerrada.
La de hoy fue la IV Cumbre de los Jefes de Estado o de Gobierno de los Países del Sur de la UE, continuación de las ya celebradas en Atenas, en septiembre de 2016, en Lisboa, en enero de 2017 y en Madrid, en abril del año pasado.