La expresidenta de la Comunidad de Madrid y del PP regional, Esperanza Aguirre, ha admitido este jueves que los censos que ha utilizado el partido para la elección del nuevo líder no están depurados y ha invitado al ganador de las primarias a regularizarlos tras el cónclave interno. Preguntada por el proceso que se inicia este jueves para elegir al sucesor de Mariano Rajoy, Aguirre afirmó en declaraciones a Madridiario que la primera tarea que debe asumir el vencedor es la de actualizar los listados de militantes.
Lo dijo en la puerta de la sede del PP en la que ejerció el derecho al voto en el distrito de Madrid Centro. Preguntada por si considera baja la participación, Aguirre ha indicado que hay que entender que es periodo de vacaciones y que, además, ha sido necesario inscribirse para poder votar. Lo que es un “problema” y “hay que resolver”, ha añadido.
“Los censos del PP no están depurados, yo intenté depurarlos y pusieron el grito en el cielo porque decían que sí Madrid depura el censo tendremos muchísimos menos compromisarios y ya tenemos poquísimos siendo como éramos los que teníamos más votantes y militantes”, ha recordado la dirigente que presidió el partido durante 12 años, entre 2004 y 2016, sin aclarar quién le dio esa instrucción.
En este sentido, ha destacado que Madrid tiene 200 compromisarios frente a los “seiscientos y pico” que puede tener Andalucía. “La depuración del censo es algo que hay que hacer a nivel nacional, salga quien salga y gane quien gane, es lo primero que tiene que hacer el nuevo líder”, entiende Aguirre.
El desbarajuste en la gestión de los afiliados -los dirigentes del PP presumían de tener 900.000 afiliados pero en este proceso se han inscrito menos de 67.000- llega al punto de que ni siquiera su expresidente José María Aznar sabe si está al corriente de los pagos, tal y como reconoció el pasado 3 de julio en una entrevista concedida al programa Más de Uno de Carlos Alsina en Onda Cero.
También ha revelado el sentido de su voto. Asegura que apoya a Casado, porque “es el que garantiza una refundación del partido para recuperar esos cuatro millones de votantes que se han ido”. “Y lo creo no solamente por sus valores personales, que conozco bien, sino sobre todo porque de todos los candidatos es el que ha defendido los principios y valores en los que creemos los que llevamos mucho tiempo en política”, ha señalado.
La exdirigente, que tuvo que dimitir acorralada por los casos de corrupción que sacudieron al partido en Madrid, ha hecho una defensa cerrada del programa de Casado: “Nuestros votantes lo que quieren es que defendamos que los impuestos se bajen y no se suban, que la Ley de Memoria Histórica que enfrenta a los españoles se derogue, que defendamos la transición y que en Cataluña seamos capaces de estar al lado de todos aquellos, ese 52% de catalanes que no están de acuerdo con el señor Torra y sus visiones xenófobas y racistas y que verdaderamente defendamos la vida y la familia. Eso es lo que ha hecho Pablo y por eso le he votado”.