El presidente en funciones de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ha celebrado este sábado que haya quedado decretado el estado de alarma por ser la “respuesta única” que echaba en falta para atajar la pandemia del coronavirus, porque “hasta esta fecha no ha habido ninguna” otra obligada para todos.
Era “mejor tener 17 respuestas que no tener ninguna, porque lamentablemente hasta esta fecha cada uno ha tenido que dar su respuesta al no haber una sola, pero ahora que la tenemos, la compartamos o no, es una respuesta”, ha apuntado Núñez Feijóo en la rueda de prensa posterior a la reunión de la Comisión de Coordinación Cooperativa para hacer frente a la emergencia del coronavirus.
En todo caso, y consultado sobre si el estado de alarma es “un 155 encubierto”, el presidente gallego ha señalado en su conferencia que “el representante ordinario del Estado en la comunidad es su presidente” y éste “debe entender que, cuando un presidente del Gobierno declara el Estado de alarma, está ejerciendo una función constitucional”.
“Es el momento de estar unidos dentro y fuera del Gobierno y reitero que el Gobierno de España va a contar incondicionalmente con Galicia para todo lo que dependa de la Xunta”, ha zanjado Núñez Feijóo, quien ha precisado que “si la respuesta (del Gobierno) ha llegado en el tiempo adecuado” es una cuestión “que quedará para analizar posteriormente” en profundidad.
De momento, el titular del Ejecutivo gallego ha apuntado que “cuesta entender que las comunidades hayan actuado con más celeridad que el Gobierno de la nación” y ha añadido que “lo que no puede ser es que el Gobierno no funcione como uno solo”, por lo que espera que “las divergencias que ha habido en el Consejo de Ministros no se vuelvan a producir”.
“La gente lo que quiere es efectividad, no entiende de Gobiernos bipartitos ni de tensiones dentro del Gobierno”, ha proseguido Núñez Feijóo, quien también ha asegurado que “supone” que hay razones para “cosas que no entiende”, como “anunciar algo el viernes para aprobarlo el sábado por la tarde y que entre en vigor el domingo”.
Preguntado por si comparte la posición del presidente del Partido Popular, Pablo Casado, durante la crisis del coronavirus, el presidente gallego ha respondido que “ya le gustaría a cualquier Gobierno tener un jefe de la oposición del nivel de Casado”, toda vez que ha demostrado “un gran nivel de lealtad institucional”.
“No quiero entrar en otras crisis sanitarias que se produjeron en España hace tiempo y la respuesta de determinadas personas”, ha proseguido Núñez Feijóo, en clara referencia a las críticas recibidas por el Ejecutivo central de Mariano Rajoy durante la crisis del ébola.
El presidente de la Xunta también ha asegurado, ante las consultas que le han sido formuladas, que los presidentes del País Vasco y Cataluña, Íñigo Urkullu y Quim Torra, respectivamente, no se pusieron en contacto con él para trasladarle su disconformidad con la asunción de determinadas competencias autonómicas por parte del Gobierno central durante el estado de alarma.
“No he tenido ningún contacto en todo el día con el presidente de Euskadi ni de la Generalitat”, ha zanjado Núñez Feijóo, quien sí habló con Urkullu el viernes por la mañana para tratar “cuestiones bilaterales”.
Feijóo ha contado que espera conocer con detalle el Real Decreto por el que se declara el estado de alarma para la gestión de la situación de crisis sanitaria ocasionada por el COVID-19 al entender que por lo que ha escuchado de él no son “imprescindibles” algunas de las libertades comerciales avanzadas por Pedro Sánchez.
Núñez Feijóo anunció el viernes el cierre de todos los establecimientos públicos que no fuesen de primera necesidad pero el Gobierno central ha ampliado la posibilidad de abrir a negocios como las peluquerías o las lavanderías, algo que no acaba de comprender.
El máximo mandatario autonómico sí ha anunciado en su intervención que los supermercados tendrán en Galicia libertad horaria, de manera que podrán trabajar día y noche para evitar aglomeraciones; y también ha garantizado la apertura de las cocinas económicas.
Por último, ante las preguntas sobre un aplazamiento electoral, ha pedido que la suspensión de las elecciones convocadas en un principio para el próximo 5 de abril se lleve a cabo en “los primeros días de la próxima semana” y, por el momento, no se ha mostrado partidario de marcar una nueva fecha.