Apenas una mañana ha durado la apuesta de Alberto Núñez Feijóo por el diálogo con Catalunya. En una entrevista publicada este viernes aseguraba que su intención era mantener la mesa bilateral retomada por el Gobierno de Pedro Sánchez con la Generalitat de Catalunya de Pere Aragónes tras el bloqueo al que la sometió el PP de Mariano Rajoy durante su mandato al frente del Ejecutivo. “No tengo interés en ir contra ninguna mesa si está constituida y tiene como objetivo fundamental tratar asuntos que no afecten a los demás”, decía el candidato del PP en las elecciones generales del 23 de julio en 'El Periódico de España'.
Horas después, un comunicado del partido ha zanjado el asunto: “la Mesa bilateral que Sánchez constituyó con el independentismo, en la que se trata de igual a igual el Gobierno de España y al Gobierno catalán, quedará desactivada si Feijóo logra la confianza mayoritaria de los españoles”.
La mesa de diálogo entre ambos gobiernos fue una de las medidas impulsadas por Sánchez para normalizar las relaciones institucionales con Catalunya después del fracaso del procés independentista, del 1-O y de la aplicación del artículo 155, que privó a la comunidad autónoma de su autogobierno por primera vez desde su restauración tras la muerte del dictador Francisco Franco.
Las reuniones que se celebran tienen como objetivo, precisamente, desencallar el conflicto político derivado del procés, pero también abordar traspasos competenciales atascados, como el servicio de tren de cercanías o las becas educativas, pendientes desde hace décadas.
La mesa bilateral no es un órgano improvisado por Pedro Sánchez, sino que está prevista en el Estatut. Se constituyó en el año 2007, bajo el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Pero Mariano Rajoy la paralizó durante su mandato. Entre 2011 y 2018 el presidente del PP la ignoró. El regreso del PSOE a Moncloa, y la necesidad de reconducir la situación política con Catalunya, permitió su reactivación.
Parecía que Alberto Núñez Feijóo se comprometía a mantener la actividad bilateral con la Generalitat, pese a que en el pasado ha criticado activamente su mera existencia. Como presidente de la Xunta de Galicia, Feijóo criticó que se “premie” a Catalunya con un foro de estas características. También denunció “gratificaciones” al independentismo.
De hecho, Feijóo reunió a presidentes autonómicos, en una cita al margen de estatutos o instituciones del Estado, para protestar por un hipotético acuerdo de financiación bilateral entre el Gobierno y Catalunya que nunca se produjo.
Incluso el líder del PP de Catalunya, Alejandro Fernández, prometió hace apenas un año, ya con Feijóo como líder del PP, que si el gallego llevaba a la Moncloa sería el final de la mesa de diálogo.
Pero Feijóo había cambiado el paso. O eso parecía. “No tengo interés en ir contra ninguna mesa si está constituida y tiene como objetivo fundamental tratar asuntos que no afecten a los demás”, asegura en la entrevista en 'El Periódico de España'. Y añade: “Yo en una mesa no puedo tratar asuntos que afecten a los demás sin darle cuenta a los demás. Sí le pediré a la Generalitat de Cataluña, además de mantener un diálogo fluido con sus autoridades, que se incorpore a la mesa multilateral que es la Conferencia de Presidentes y el Consejo de política fiscal y financiera”.
Al filo de las dos de la tarde, el PP reculó en un comunicado: “El presidente del PP ha dicho en una entrevista publicada hoy que mantendrá el diálogo con la Generalitat de Cataluña, como hará con el resto de Comunidades para abordar las cuestiones que afectan específicamente a cada territorio. Como dice también al mismo medio, cualquier diálogo bilateral no puede referirse a cuestiones que afectan al conjunto de los españoles. Por tanto, la Mesa bilateral que Sanchez constituyó con el independentismo, en la que se trata de igual a igual el Gobierno de España y al Gobierno catalán, quedará desactivada si Feijóo logra la confianza mayoritaria de los españoles. Ni en su forma ni en su fondo responde a los objetivos anteriores. Como ha dicho siempre, habrá diálogo, pero no sumisión”.
Feijóo lanzó este jueves la campaña del 23J en Castelldefeles (Barcelona). Ante un millar de personas, el candidato del PP no mencionó la mesa bilateral ni sus recetas para “coser”, como dijo, las relaciones entre Catalunya y el resto de España.
El líder del PP sí comparó hace un par de días en otra entrevista a ETA con el independentismo catalán, y señaló que “las leyes” acabaron con el terrorismo en Euskadi igual que con el procés.
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