Ferraz calla sobre el envío a prisión de Junqueras y siete exconsellers mientras el PSC lo ve “desproporcionado”
Silencio. Es lo que emite el PSOE tras la decisión de la jueza Carmen Lamela de enviar a prisión incondicional al exvicepresidente de la Generalitat y siete exconsellers en la causa que les investiga por rebelión, sedición y malversación de fondos por el proceso independentista. “El PSOE no comenta decisiones judiciales”, responden las fuentes oficiales de la dirección de Pedro Sánchez.
Ferraz evita pronunciarse sobre los movimientos judiciales que se han producido a instancias de la Fiscalía en las últimas fechas, aunque la dirección sí aplaudió que la Fiscalía se querellara contra el Govern y la Mesa del Parlament a principios de septiembre.
El PSC, aunque reconoce “acatar” la decisión, sí que critica las medidas cautelares de la jueza de la Audiencia Nacional: “Consideramos que en este caso la medida cautelar de prisión incondicional para los miembros del anterior Gobierno de la Generalitat, que se han presentado ante la justicia, instada por el fiscal y acordada por la juez, es desproporcionada”, expresa en un comunicado.
No obstante, los socialistas catalanes reconocen que Puigdemont “se ha hecho objeto de actuaciones judiciales” al situarse “fuera de la legalidad”. “Su presencia en Bruselas y la negativa a comparecer hoy tampoco han sido, en este sentido, decisiones acertadas”, prosigue el comunicado. “Alertamos de los riesgos de vulnerar la ley, sabían a lo que se exponían”, dijo el primer secretario, Miquel Iceta, tras el anuncio de José Manuel Maza.
La alcaldesa de l'Hospitalet de Llobregat, Núria Marín, que tiene todas las papeletas para incorporarse a la Ejecutiva de Sánchez en la reunión del próximo Comité Federal el 11 de noviembre, ha lamentado la decisión, en concreto porque atañe a Meritxell Borràs.
No obstante, la crítica a la decisión judicial no es unánime en el PSC. El portavoz socialista en Masnou y miembro del Consell Nacional, Ernest Suñe, ha afeado los reproches a la jueza.
Oportunidad electoral para los independentistas
Fuentes socialistas admiten que la decisión judicial da alas a los independentistas, cuya movilización se había rebajado en los últimos días y creen que “es muy posible” que les beneficie electoralmente: “Les han regalado la campaña”, admite un diputado socialista catalán. “El relato lo han vuelto a ganar”, reconoce un dirigente del PSOE. Además, el temor es que la decisión de la Audiencia Nacional provoque un “incendio”.
La dirección del PSC cerró filas en torno a la decisión de apoyar la aplicación del 155 y lo vieron aún más claro tras la declaración unilateral de independencia. También celebraron que Rajoy convocara las elecciones autonómicas de forma inminente, en el menor plazo posible. Sin embargo, los socialistas catalanes admiten que están en una de las posiciones más complicadas al haber ido de la mano de los conservadores, aceptando la intervención de la Generalitat.
La posición del PSOE de Sánchez y del PSC de Iceta ha provocado crisis en los socialistas catalanes. La aprobación del 155 pactado entre Sánchez y Rajoy conllevó una crítica abierta de alcaldes socialistas y acarreó la dimisión de una de ellas de la Ejecutiva Federal: Nuria Parlon. Esa decisión provocó malestar tanto en Ferraz como en Nicaragua (la sede del PSC en Barcelona) al entender que les dejaba tirados a la primera de cambio.
Otro de los ediles que secundó la crítica –vía comunicado– y que había amenazado con darse de baja si se ponía en marcha ha cumplido su promesa este jueves coincidiendo con el movimiento de la Audiencia Nacional. El alcalde de Terrasa, Jordi Ballart, se ha dado de baja del PSC, al que ha criticado duramente: “Hace tiempo que no me representa”, ha dicho en una rueda de prensa.
Aunque las direcciones del PSOE y del PSC intentan minimizar las discrepancias, fuentes socialistas admiten el complicado escenario en el que se encuentran en Catalunya. Los de Iceta confían en que la movilización de los no-independentistas juegue a su favor, sacar pecho del catalanismo moderado y rascar votos de los comunes, a quienes acusan de haber hecho un equilibrio imposible.
