El juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena ha dictado una orden de detención nacional contra la exdiputada de la CUP Anna Gabriel, una vez que ha constatado que no se ha presentado a su citación. El juez no accede de esta manera a la petición que le había formulado la Fiscalía, que había pedido una orden de detención internacional.
En un auto, Llarena constata la incomparecencia de Gabriel “sin alegar causa legítima que se lo impida”. Por lo tanto, según el artículo 487 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, procede dictar una orden de detención. Esta tendrá ámbito nacional, lo que supone que Gabriel será detenida solo si entra en España, la misma situación en la que se encuentra el expresident de la Generalitat Carles Puigdemont.
La Fiscalía del Tribunal Supremo había pedido al Supremo que dictase la orden internacional de detención contra Gabriel una vez que se ha había comprobado su intención de no acudir a las citaciones. En un escrito entregado al juez Pablo Llarena, la Fiscalía pide que esa orden de detención vaya acompañada de un auto de ingreso en prisión.
En el escrito, la Fiscalía recuerda que Gabriel no se ha presentado a ninguna de las dos citaciones -para la primera pidió un aplazamiento- y que se encuentra en Suiza “según noticias aparecidas en medios de comunicación”. “Habiendo eludido la acción de la justicia”, dice la Fiscalía, procede que el juez dicte prisión provisional contra la exdiputada de la CUP “para proceder a su posterior reclamación ante las autoridades competentes de Suiza”.
Con el auto de prisión dictado, la Fiscalía reclama al juez que inicie esos trámites para ordenar “la busca y captura internacional de la investigada y su detención preventiva”, de la que se tendría que hacer cargo Interpol.
Gabriel estaba citada para este miércoles, pero en una entrevista a un diario suizo ya anunció que se quedaba en el país helvético y que no se presentaría en el Tribunal Supremo. Su abogado confirmó esas intenciones en un escrito enviado al juez Llarena.
Los indicios contra la exdiputada de la CUP distan mucho de los que existen contra los principales investigados en la causa. Gabriel fue citada en una segunda tanda de comparecencias que abarcaba a los miembros del supuestos Comité Estratégico que, según los investigadores, diseñaron e implementaron los planes para lograr la indepencia. En esa misma situación está Mireia Boya, exdiputada de la CUP que compareció la semana pasada. En su caso, abandonó el Supremo sin medidas cautelares.