El gabinete canadiense se reúne este martes para tratar la creciente crisis política que afecta al primer ministro, Justin Trudeau, horas después de que su principal asesor anunciara de forma inesperada su dimisión.
Gerald Butt, la mano derecha de Trudeau y su amigo personal desde que ambos estudiaron en la Universidad McGill de Montreal, presentó este lunes su dimisión, agravando la crisis que implica al primer ministro canadiense desde finales de enero.
Butt ha sido acusado de presionar a la anterior ministra de Justicia, Jody Wilson-Raybould, para que favoreciera a la empresa de construcción SNC-Lavalin.
Wilson-Raybould, la primera ministra de Justicia de origen indígena del país, fue destituida el pasado 14 de enero de forma inesperada y nombrada ministra para asuntos de Veteranos, un cargo menor en el Gobierno canadiense.
A finales de enero, un artículo en el periódico The Globe and Mail denunció que Wilson-Raybould había sido presionada por el primer ministro canadiense para que ofreciera un trato de favor a SNC-Lavalin, que está acusada de corrupción por sobornos pagados al régimen libio de Muamar el Gadafi.
Wilson-Raybould dimitió el 12 de febrero como ministra de asuntos de Veteranos, un día después de que Trudeau negara que la hubiera presionado y que su permanencia en el gabinete era la mejor muestra de la inexistencia de presiones.
En su carta de dimisión, Butt negó también que presionara a Wilson-Raybould y añadió que “en todo momento”, tanto él como el resto del equipo de Gobierno actuaron “con integridad y exclusivamente concentrados en lo mejor para los canadienses”.
Los partidos de la oposición han acusado a Trudeau de interferencia política para favorecer a SNC-Lavalin, la mayor constructora del país y que emplea a unas 9.000 personas en Canadá.
Jagmeet Singh, el líder del socialdemócrata Nuevo Partido Democrático (NPD), el tercer partido del Parlamento canadiense, solicitó este lunes la formación de una comisión de investigación para que estudie el escándalo.
De momento, Wilson-Raybould no ha realizado declaraciones públicas negando o confirmando las supuestas presiones porque durante sus actuaciones como ministra de Justicia estaba sujeta a la confidencialidad de las comunicaciones con el Gobierno canadiense.
Pero Wilson-Raybould indicó en un comunicado que está consultando con uno de los mejores abogados constitucionalistas del país para determinar qué tipo de información puede proporcionar al público.
El escándalo sobre la supuesta interferencia política de la oficina de Trudeau y la dimisión de Wilson-Raybould se produce pocos meses antes de que se celebren elecciones generales en el país, que están prevista para octubre de este año.