(Actualiza con declaraciones de dos ministros favorables a la medida)
Jerusalén, 20 nov (EFE).- El que fuera ministro de Defensa hasta su destitución a principios de mes, Yoav Gallant, aseguró que el plan del Gobierno israelí para que empresas privadas distribuyan la ayuda humanitaria en Gaza bajo la vigilancia del Ejército son “palabras vacías” que se traducen en el inicio de un control militar del enclave.
“Un gobierno militar en Gaza no es parte de los objetivos de la guerra, sino un peligroso e irresponsable acto político”, escribió Gallant en la red social X, a raíz de rumores en la prensa local atribuidos a funcionarios israelíes sobre esta iniciativa para el reparto de ayuda humanitaria.
El extitular de Defensa aseguró que en Gaza todo depende de la preparación de un tercer partido, más allá de Hamás e Israel, que reemplace al Ejército para controlar el enclave: “De lo contrario, estaremos de camino a un mandato militar (israelí)”.
Netanyahu destituyó a Gallant por sorpresa el pasado 5 de noviembre, a raíz de las constantes discrepancias entre ambos sobre la gestión de la guerra los últimos meses, marcadas por el apoyo del que fuera titular de Defensa a firmar un acuerdo de alto el fuego, entre otros.
Hace dos días, el diario The Times of Israel revelaba citando a funcionarios israelíes que el Gobierno estaba explorando la opción de que sean empresas privadas (no israelíes) las que distribuyan la ayuda en el norte de Gaza con la protección de las fuerzas armadas.
La iniciativa, defendida por los ministros de Seguridad Nacional y Finanzas, los ultranacionalistas y antiárabes Itamar Ben Gvir y Bezalel Smotrich, ya estaba sobre la mesa en octubre, si bien entonces funcionarios del entorno de seguridad mostraban su preocupación por los costes de esta, tanto económicos como en materia de protección de los soldados.
“Esta noche ha quedado demostrado una vez más lo bien que actuó el Primer Ministro (Benjamín Netanyahu) al destituir al fracasado ministro de Defensa Gallant”, declaró Ben Gvir en reacción a las palabras de Gallant.
En su cuenta de X, el ministro de Seguridad Nacional afirmó que el control del Ejército israelí “sobre la ayuda humanitaria a los residentes de Gaza es necesario para desmantelar a Hamás”.
Por su parte, Smotrich acusó a Gallant de haber permitido al grupo palestino mantener su control sobre la Franja y de haber impedido durante un año que el Ejército distribuyera la ayuda humanitaria.
El debate se produce cuando la situación de la ayuda humanitaria se encuentra bajo mínimos. Octubre fue el peor mes en esta materia, registrándose la entrada de tan solo 990 camiones en todo el mes, cuando la media antes de la guerra era de 500 diarios, ya considerados insuficientes por distintas ONGs.
Además, el saqueo de los camiones cuando se mueven por el enclave se ha convertido en un problema cada vez más acuciante: el sábado, un convoy de 109 camiones del Programa Mundial de Alimentos (PMA) y la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA) fue asaltado violentamente
Según la ONU, este ha sido el incidente más grave de este tipo en más de 13 meses de conflicto. Solo 11 camiones llegaron a su destino; los 98 restantes siguen desaparecidos, tras ser secuestrados a punta de pistola.
Por el momento, el Ministerio del Interior de Gaza, parte del Gobierno de Hamás, ha creado una fuerza compuesta por milicianos de distintos grupos de la “resistencia”, según indicaron fuentes palestinas a EFE, con el objetivo de proteger los camiones de los saqueadores.