Más ruido en torno a la presidencia rotatoria de la UE. Un día después de que Pedro Sánchez presentara las prioridades de España de cara al semestre en el que le corresponderá pilotar el Consejo de la UE, el PP ha sembrado dudas respecto a la conveniencia de celebrar en España las citas previstas para el mes de julio. Lo ha hecho en una carta enviada al ministro de Exteriores, José Manuel Albares, con copia al presidente del Consejo y los demás ministros de los 27, en la que plantea que esos eventos se trasladen a Bruselas o Luxemburgo porque considera que supondrán “una interferencia en el proceso electoral”. El Gobierno acusa a los conservadores de “boicotear” la presidencia.
La maniobra la firma el eurodiputado Esteban González Pons quien, en su calidad de vicesecretario de asuntos institucionales del PP, reclama al jefe de la diplomacia que no se celebren en España las reuniones de ministros de los 27 que están planificadas en el primer mes de la presidencia. En concreto, hay un Consejo de Agricultura y Pesca (los días 11 y 12 de julio en Vigo), otro de Empleo (13 y 14 en Madrid), de Energía y Medio Ambiente (17, 18 y 19 en Valladolid) y Justicia (20 y 21 en Logroño).
“En todos estos actos, se dará la circunstancia de que participarán ministros del Gobierno de España que son candidatos en las elecciones del 23 de julio, lo que indudablemente implica una interferencia en la campaña electoral”, se queja González Pons, que en la misiva que ha trasladado al resto de gobiernos de la UE señala que trasladar esos actos a la capital comunitaria o a Luxemburgo asegurará “la neutralidad de las instituciones europeas y que estas no se conviertan en objeto de campaña y prevendrá a ministros y líderes políticos de otros estados miembros de verse envueltos en situaciones políticamente comprometidas”.
En la propia carta, González Pons reconoce que ya se han producido campañas electores en un país mientras ostenta la presidencia rotatoria de la UE y pone el ejemplo de Francia, donde se desarrollaron las reuniones con normalidad. Pero dice que la “diferencia” es que esos comicios estaban planificados y que las autoridades francesas y europeas se pusieron de acuerdo para evitar el “conflicto institucional” entre los actos de campaña y los de la presidencia. La Comisión Europea decidió adelantar un par de días su visita a Madrid para evitar que coincidiera con el arranque de la campaña y Pedro Sánchez pidió a la Eurocámara retrasar su comparecencia prevista para el 12 de julio, algo que también solicitó el PP europeo.
La carta ha caído como un jarro de agua fría en el Gobierno, que acusa al principal partido de la oposición de “boicotear” la presidencia de la UE, que es “un proyecto de país”. “España es un país serio que cumple con sus compromisos europeos e internacionales”, señalan fuentes diplomáticas, que recuerdan que el calendario de las reuniones lleva organizado meses en consonancia con las comunidades y ayuntamientos que las van a albergar al igual que con las instituciones europeas implicadas. “Quien está politizando la Presidencia intentando generar ruido en su propio interés es el Partido Popular para intentar boicotear un auténtico proyecto de país”, señalan desde el departamento que pilota Albares.
Durante la presentación de las prioridades de la presidencia ante los periodistas, Sánchez eludió responder preguntas que tuvieran que ver con la política nacional con el argumento de que lo impide la Junta Electoral Central y evitó así pronunciarse sobre los acuerdos de PP y Vox, por ejemplo. No obstante, sí aprovechó para enviar un recado: “La mayor representación de fuerzas antieuropeístas es una mala noticia para la UE”.
En Exteriores consideran que el PP está tratando de “politizar” la presidencia. De hecho, los eurodiputados conservadores plantaron a Albares en una reunión en Estrasburgo en la que iban a abordar el asunto para exigir que Sánchez le diera explicaciones antes a Alberto Núñez Feijóo.