El Gobierno tiene mucho cuidado con el asunto de Corinna Zu-Wittgenstein y se pone de perfil en cuanto se le pregunta por la mujer a la que se le atribuye una relación sentimental con el rey. La cuestión de su alojamiento en una vivienda propiedad de Patrimonio Nacional, reformada para la ocasión, también parece ser secreta. La vicepresidenta explicó que la casa forma parte del grupo de inmuebles en El Pardo, Madrid, que no están abiertos al público porque son de uso exclusivo de la Jefatura del Estado. Según su versión, el Ministerio de Presidencia no dispone de información sobre los gastos de la casa, aunque su mantenimiento y mejora se paguen con fondos públicos.
Soraya Sáenz de Santamaría esperaba la pregunta, porque llegó a la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros con la lección bien aprendida. De hecho, reconoció que había tenido que “estudiarse la normativa” para responder sobre el alojamiento de Corinna y subrayó que no es competencia del Ejecutivo aunque Patrimonio Nacional dependa de Presidencia. “El Gobierno no tiene datos ni tiene por qué tenerlos porque es lógico al ser de uso de la Jefatura del Estado”.
A puerta cerrada
La próxima comparecencia del responsable del CNI, teniente general Félix Sanz, no servirá para arrojar luz sobre el asunto. No sólo porque será a puerta cerrada, en la comisión de secretos oficiales, sino porque la vicepresidenta avisó que tampoco es misión del CNI la seguridad de la amiga del rey.
La número dos del Ejecutivo precisó que Sanz informará en su comparecencia a petición de los diputados “de los asuntos que sean de su competencia” y que entre ellos no se encuentra la seguridad de Corinna. Sanz acudirá a la comisión de secretos oficiales el próximo 19 de marzo como resultado de la petición de IU y de UPyD.