El Gobierno aprueba la rebaja a 30 km/h de la velocidad en las vías urbanas de un solo carril por sentido
El Consejo de Ministros ha aprobado este martes el nuevo Reglamento de Circulación que se quedó en el cajón tras la repetición electoral y se retrasó por la pandemia de la COVID-19. La Dirección General de Tráfico rebajará la velocidad de circulación urbana. En concreto, el límite será de 30 kilómetros por hora en aquellas que solo tengan un carril por sentido, según han confirmado a elDiario.es fuentes gubernamentales. El objetivo de esa medida es la reducción de la mortalidad en los accidentes urbanos. Además, el Gobierno ha iniciado la tramitación del anteproyecto con el que reformará el carné por puntos. El uso del móvil al volante supondrá la penalización de seis puntos frente a los tres de la actualidad.
La rebaja de la velocidad urbana afecta a las vías de un carril por sentido. En el caso de aquellas vías que tengan más de un carril por sentido se mantendrá en 50 kilómetros por hora. Ese tipo de arterias o anillos perimetrales constituye el 20% del trazado urbano y soporta el 80% del tráfico y se reducirá a 20 kilómetros por hora en vías que dispongan de una sola calzada, es decir, que no tenga diferencia entre la acera y el pavimento. El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha enfatizado que se busca la reducción de la siniestralidad urbana, que se incrementó en un 6% el último año frente a la reducción que experimentó la circulación fuera de las ciudades.
No obstante, las nuevas normas del reglamento, que se articulan a través de un real decreto, no se aplicarán hasta seis meses después de que se publique en el Boletín Oficial del Estado (BOE) “para que los ciudadanos lo conozcan”, según ha indicado el titular de Interior.
“Habrá carriles bicis en la entrada y salida a las ciudades, en el 20% de vías que soportan el 80% del tráfico y en los ejes norte-sur y este-oeste; en el resto, todos a 30”, anticipó el director de la DGT, Pere Navarro, en una entrevista en elDiario.es. Según la propia DGT, un estudio de la OMS de 2011 sobre atropellos y velocidad estableció que el riesgo de fallecer como consecuencia de un atropello se reduce como mínimo cinco veces si la velocidad del vehículo que impacta es de 30 km/h en lugar de 50. Además, de la reducción de la siniestralidad grave disminuye el ruido (según un informe del Instituto DKV, de un 33% –a 50 km/h– se pasaría a un 6%) y los niveles de dióxido de nitrógeno, según los datos recopilados por Interior.
El nuevo reglamento las normas relativas a los Vehículos de Movilidad Personal (VMP), como los patinetes eléctricos, que se recogieron en una instrucción genérica que incluía la prohibición de su circulación por aceras, la obligatoriedad de someterse a los test de alcoholemia o la utilización de prendas reflectantes en el caso de la circulación nocturna, entre otras. Marlaska ha explicado que la nueva regulación tratará esos elementos como vehículos al uso por lo que tendrán que acogerse a las mismas normas.
El objetivo del paquete legislativo que ha impulsado Interior es generar un nuevo modelo de seguridad vial que permita rebajar en un 50 por ciento los fallecidos y heridos graves durante la próxima década.
El Gobierno también ha aprobado el anteproyecto de ley de tráfico, vehículos a motor y seguridad vial con él que inicia la tramitación la reforma del carné por puntos que se puso en marcha en 2006. Marlaska ha subrayado que es un mecanismo que se ha demostrado “la causa de reducción de la siniestralidad vial” ya que las víctimas mortales en las carreteras han pasado de 4.104 ese año a 1.755 en 2019, lo que supone una reducción del 55%, según ha indicado. En ese tiempo, 269.000 conductores han perdido el carné. “La reforma unifica en dos años el plazo que habrá de transcurrir sin cometer infracciones para recuperar el saldo inicial de puntos, periodo que ahora varía en función de la gravedad de la infracción cometida”, según informa el Ministerio del Interior en una nota de prensa.
Marlaska ha explicado que el director general de la DGT, Pere Navarro, que es quien implantó ese sistema, les ha trasladado que es “necesario y preciso” reformarlo “para mejorar su eficacia”. Así, el anteproyecto “impulsa los cursos de conducción segura para la formación de los conductores” permitirán recuperar dos puntos al mismo tiempo que “aumenta los puntos a detraer en las sanciones previstas para actuaciones que generan mayor riesgo”. Así, el uso del teléfono móvil al volante pasa de suponer la pérdida de tres puntos a seis. “Desde 2016, las distracciones son la primera causa de accidente mortal”, ha argumentado. También perderán tres puntos quienes lleven en el coche sistemas de detección de radares. En el caso de los sistemas de protección, se incrementa de tres a cuatro puntos a quienes no hagan uso del cinturón de seguridad, casco o sistema de retención infantil.
“La velocidad es otro de los elementos determinantes respecto a la siniestralidad”, ha dicho Marlaska, que ha señalado que también se suprimirá el margen del 20% de velocidad en los adelantamientos en determinadas carreteras.
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