La 'guardia pretoriana' de Carmena se convierte en el “comodín” de Almeida
Los cuatro ediles carmenistas escindidos de Más Madrid que conforman ahora el grupo mixto en el Ayuntamiento de la capital bajo el nombre de Recupera Madrid –Marta Higueras, exvicealcaldesa; José Manuel Calvo, exdelegado de Urbanismo; Felipe Llamas y Luis Cueto, sobrino político de Carmena– tienen claro cuál es el papel que quieren jugar en estos dos años escasos que quedan de legislatura. Llevan tiempo ofreciéndose al alcalde, José Luis Martínez-Almeida, del PP, para negociar y poder sacar adelante sus proyectos sin que tenga que depender de la extrema derecha, grupo que lidera Javier Ortega Smith con quien el regidor selló un pacto de investidura tras las elecciones del 26 de mayo de 2019 para poder gobernar en coalición con Ciudadanos.
“Estamos dispuestos a ser el comodín 'antiVox'. La pregunta es si usted está dispuesto a utilizarnos y se va a atrever a prescindir de la ultraderecha de Vox para gobernar Madrid”, le dijo a Almeida el portavoz adjunto de este grupo, José Manuel Calvo, el pasado martes durante su intervención en el Pleno municipal. Para su sorpresa, el alcalde, lejos de agradecérselo, le replicó en tono despectivo: “Señor Calvo, ustedes cuatro no son solo comodines para mí sino que son, además, tremendamente cómodos, tremendamente cómodos...”, a lo que añadió: “Son ustedes el comodín, pero ya elegiré yo cuándo usarlo”.
Este viernes, en una entrevista en Madridiario, Almeida abundaba en sus razones para mantener esa actitud de recelo contra la antigua 'guardia pretoriana' de la anterior regidora, Manuela Carmena, a los que Vox llama “los tránsfugas comunistas”. Ante la pregunta de si “está dispuesto a negociar o a pactar con Recupera Madrid en vez de con Vox”, el regidor contestaba: “En primer lugar, lo que diría a Recupera Madrid es que cuando en política se hacen planteamientos anti cordones sanitarios a fuerzas democráticas como Vox, que es la tercera fuerza política en España, quizás están equivocados. Y que, por lo tanto, que los mismos que pactaron con Vox en los Acuerdos de la Villa, porque los cuatro concejales de Recupera Madrid pactaron con Vox en los Acuerdos de la Villa, es sorprendente que apenas un año después su línea roja es ya no pactar con Vox. Es incongruente e incoherente decir que hace un año acordé 350 medidas con Vox y un año después digo que con Vox no podemos ir ni a la vuelta de la esquina”.
“En segundo lugar –añadía Almeida– le diría a Recupera Madrid que el día que ellos denuncien que se puede pactar con Bildu los Presupuestos Generales del Estado me podrán decir a mí que no puedo pactar con determinadas fuerzas políticas, pero Recupera Madrid no tiene ningún problema con que los Presupuestos del Estado se puedan pactar con Bildu o se pacten con los independentistas catalanes”. Y, “en tercer lugar, le diría a Recupera Madrid que, desde luego, fue Vox quien apoyó los Presupuestos del año pasado y ellos no hicieron absolutamente ningún movimiento. Si es por Recupera Madrid, esta ciudad no tendría Presupuestos en este año. Por tanto, lo que le diría es que se dejen de hipocresías, que se dejen de líneas rojas y que si quieren colaborar lo hagan en un tono positivo y constructivo”.
Apoyaron la ordenanza de movilidad
Los cuatro ediles fueron los que el pasado mes de agosto salvaron con sus votos la Ordenanza de Movilidad Sostenible impulsada por el Gobierno de Almeida, que Vox se negó a apoyar dado que había apostado por la derogación total de Madrid Central. También Más Madrid y el PSOE votaron en contra mientras PP y Ciudadanos la apoyaban. Rita Maestre sentenció entonces que con la nueva medida “no solo no se avanza, sino que se retrocede a los 80; no solo no crece Madrid Central, sino que se suprime”. Pero el apoyo de Recupera Madrid propició que prosperara la nueva ordenanza. “No es nuestra ordenanza, la consideramos poco ambiciosa para los retos medioambientales que afronta esta ciudad, pero no somos gobierno y toca negociar”, reconoció entonces José Manuel Calvo. La extrema derecha se revolvió y acusó al alcalde –al que empezaron a llamar Carmeida– de hacer “políticas totalitarias” en connivencia con los “podemitas”.
La semana pasada los cuatro escindidos de Más Madrid volvieron a ofrecerse al alcalde, esta vez para negociar los Presupuestos municipales sin “líneas rojas” pero con unas prioridades: “Vivienda, contaminación, reequilibrio social y territorial y desigualdad”, y hacer a la vez un “cordón sanitario” a Vox. Así lo adelantó Calvo a esta redacción: “Vamos a trasladarle al equipo de Gobierno que no somos una izquierda sectaria, sino que trabajamos en busca del acuerdo, intentando siempre acercar posturas”. “Madrid, por lo tanto, tiene una buena noticia y es que el Gobierno municipal cuenta con una alternativa para no tener que pactar con Vox” porque, según añadió, puede “negociar con una fuerza moderada y progresista para sacar adelante unos Presupuestos expansivos y sociales”. “Para eso tenemos siempre la mano tendida”, insistió Calvo.
La oferta llegaba justo después de que el propio Almeida dejara claro que Vox es su “socio preferente” y tras dar a conocer el proyecto de ordenanzas fiscales –la antesala de los Presupuestos– que el resto de la oposición criticó con dureza por considerar que la bajada de impuestos que propone el Gobierno municipal, sobre todo en lo que se refiere al IBI, va a favorecer “a los que más tienen”.
Los antiguos compañeros de los disidentes se veían sorprendidos este viernes por las declaraciones que realizaba en Telemadrid Luis Cueto en las que ha asegurado que Rita Maestre “no va a ser alcaldesa”. “No va a ser alcaldesa si ella se presenta diciendo que es la solución a los problemas de Madrid porque José Luis Martínez-Almeida es un horror”. “No va a salir y me preocupa que haya personas que estén muy cómodas veinte años en la oposición”, afirmaba Cueto, para situar después a la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, como “la hija política de Manuela Carmena”. El edil de Recupera Madrid también desveló en la misma entrevista que a la exalcaldesa “no le gusta” la escisión de Más Madrid aunque “lo entiende perfectamente”.
La difícil convivencia en el Ayuntamiento
Estos cuatro ediles comenzaron la legislatura en el grupo de Más Madrid, el partido fundado por Iñigo Errejón y Carmena para presentarse a las elecciones municipales y autonómicas de 2019: la jueza, al Ayuntamiento de nuevo, y Errejón, para la Comunidad de Madrid, tras romper bruscamente su alianza con Pablo Iglesias y Podemos. Su decisión abrió una grave crisis en el partido después de que el propio Iglesias la desautorizara. La izquierda no consiguió la mayoría suficiente para gobernar en ninguna de los dos instituciones.
El pacto del PP con Ciudadanos y Vox impidió a Carmena revalidar su mandato. Eso le llevó a abandonar su acta de concejala y la política. Por su parte, Errejón, que tampoco consiguió que la izquierda desalojara al PP de la Asamblea de Madrid pese a lograr 20 escaños y ante el desplome de Podemos, apenas estuvo unos meses como diputado regional. También renunció a su escaño para concurrir poco después, en noviembre, como candidato por Madrid a las elecciones generales de ese mismo año. Lo hizo bajo las siglas de Más País, en coalición con Equo y Més Compromís, logrando cado uno su escaño.
La convivencia dentro del grupo municipal de los antiguos compañeros de Carmena no ha sido fácil a lo largo de todo este tiempo dado sus desavenencias políticas. El pasado 3 de marzo los cuatro ediles finalmente presentaron el nuevo movimiento político, Recupera Madrid, y anunciaron que irían “por libre”. Durante la presentación de su nuevo proyecto, Calvo subrayó que Recupera Madrid no era “ni un nuevo partido político, ni una plataforma, sino una estrategia, que es hacer una oposición fuerte que pasa por unir a las fuerzas progresistas con una estrategia electoral común”. Los ediles insistieron en que daban ese paso para ser “fieles al proyecto original liderado por Manuela Carmena” en las elecciones de 2019, más allá de “estructuras de partido”, porque sin la exalcaldesa y su “credibilidad institucional” el grupo había “perdido la centralidad progresista” y había vuelto a un “activismo minoritario”.
Su objetivo sin embargo era poder conformar el grupo mixto, algo inédito hasta entonces en el Ayuntamiento de Madrid. Eso les suponía tener recursos propios, poder contratar personal, mayor representación política y capacidad para presentar iniciativas. Y lo consiguieron en contra del criterio de Más Madrid, que opinó que con ello se vulneraba la ley y pidió que se les considerara como “tránsfugas” para pasar a ser declarados concejales 'no adscritos'. Pero en una resolución fechada a finales del pasado mes de agosto, los servicios jurídicos del Ayuntamiento de Madrid desestimaron el recurso interpuesto por Rita Maestre, y dieron vía libre a la constitución del grupo mixto. Lo curioso es que esta respuesta de la corporación local llegaba solo unos días después de que los cuatro ediles confirmaran que se abrían a apoyar la Ordenanza de Movilidad del Gobierno de Almeida, lo que Más Madrid consideró “una infamia”, “una estafa democrática”, “una compra de favores” y “una vergüenza”.
Poco después, en un Pleno Extraordinario celebrado el 7 de septiembre, la resolución tomaba definitivamente cuerpo y la constitución del grupo mixto quedaba aprobado gracias a los votos del PP y Ciudadanos y, por supuesto, los de Recupera Madrid. Más Madrid y Vox votaron en contra mientras el PSOE decidía abstenerse. Vox les ha recordado que no se presentaron a las elecciones como grupo propio ni siquiera como coalición dentro de Más Madrid y el grupo de Rita Maeste también destaca que los ediles “no tienen a nadie detrás”, hasta el punto que aún “no han logrado elegir vocales para la Junta de Distrito”. Estos dos grupos han presentado sendos recursos contencioso-administrativos contra esta decisión. Ahora el caso está en manos de la Justicia y pendiente de su resolución.
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