El presidente francés, François Hollande, ha prometido hoy en Ankara que apoyará las reformas que emprenda Turquía como país candidato a la Unión Europea, aunque al final del proceso los ciudadanos franceses decidirán en referendo si aceptan al país euromediterraneo como socio.
Hollande hizo estas declaraciones en una rueda de prensa con su homólogo turco, Abdullah Gül, emitida en directo en varias televisiones turcas, en la jornada inicial de la primera visita de Estado de un presidente francés a Turquía en 22 años.
Francia es uno de los países que menos apoyo han mostrado ante la candidatura de Turquía, pero la llegada al poder del socialista Hollande ha rebajado las tensiones bilaterales que existieron con el anterior mandatario galo, Nicolas Sarkozy.
“Las negociaciones empezaron en 2004 y tienen que continuar, aunque sólo al final se verá si significan el ingreso en la UE o no; Francia celebrará un referéndum”, señaló Hollande.
Turquía también convocará un plebiscito, y cabe la posibilidad de que el pueblo turco rechace el acceso “como ocurrió en Noruega”, recordó Gül, quien mostró una buena sintonía con su invitado.
El único desacuerdo sigue siendo la pretensión de gran parte del espectro político francés de penalizar la negación del genocidio de los armenios.
Turquía reconoce la responsabilidad del Imperio Otomano en las masacres y deportaciones masivas que en 1915 acabaron con la vida de 1,5 millones de armenios de Anatolia, pero niega que constituyeran un genocidio.
“Todo se puede discutir libremente ahora, y queremos que también se pueda debatir en Francia, cuna de las libertades”, dijo Gül, al tiempo que pidió que “no se traslade el dolor de una generación a otra”.
Hollande, por su parte, señaló que “hay que estudiar lo que ocurrió” entonces.
Una ley francesa aprobada en 2012 que condenada la negación del genocidio armenio fue poco después censurada por el Tribunal Constitucional de Francia al considerar que limitaba la libertad de expresión.
Los dos presidentes coincidieron en la necesidad de hallar una solución política al conflicto de Siria, y Hollande agradeció a Turquía que “evitara un desastre humanitario” gracias a la acogida de unos 700.000 refugiados sirios.
Gül añadió que Turquía tiene dificultades para frenar el paso de jóvenes ciudadanos europeos que, identificados como turistas, viajan a Siria para combatir en las brigadas islamistas, y pidió una mayor colaboración de los servicios secretos para tomar medidas.
Por otra parte, los dos mandatarios se mostraron de acuerdo en mejorar las relaciones comerciales bilaterales, elevar el volumen de negocios de los actuales 15 millones de dólares a los 20 millones de euros y extender la cooperación sobre todo en materia energética.
Hollande recordó que empresas francesas colaboran con Turquía en el desarrollo de la energía nuclear de este país y prometió ampliar las relaciones en este campo.
El presidente francés, que viaja acompañado de 7 ministros, se trasladará mañana a Estambul, donde hablará en un foro de negocios y se reunió con empresarios turcos y franceses, antes de concluir su visita oficial de dos días.