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La Guardia Civil destituye al alto mando imputado por narcotráfico

El director general de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa

Pedro Águeda

La Dirección General de la Guardia Civil decidió a primera hora de la tarde de este miércoles destituir de su puesto al alto mando de la Guardia Civil imputado por narcotráfico en un Juzgado de Granada. Una fuente oficial del Instituto Armado atribuyó el cese de Francisco García Santaella a la “pérdida de confianza de sus mandos”. La decisión se produjo a las pocas horas de que eldiario.es revelara la situación judicial del coronel, cuya imputación tuvo lugar el pasado mes de marzo.

La versión oficial apunta que el director general de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa, adoptó la decisión inmediatamente después de conocer el auto del juez de Granada, remitido por el Juzgado número 2 de Granada en la jornada del miércoles. Según esta fuente, la información publicada y la comunicación del juzgado se produjeron prácticamente al tiempo.

García Santaella ocupaba un puesto de libre designación en la Subdirección General de Personal. El coronel estará en su casa y dejará de cobrar los complementos propios del destino que tenía mientras se resuelve su situación judicial. La misma fuente oficial explicó que el coronel Santaella era objeto de una información reservada desde finales de marzo, cuando se tuvieron las primeras noticias de la investigación.

La rápida reacción de la Dirección General tras la información de eldiario.es contrasta con la actitud mantenida con Santaella en los últimos tiempos, incluso cuando ya conocía que existían sólidos indicios contra él por tráficos de drogas. De hecho, el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, firmó la concesión de la Cruz de Plata al Mérito para García Santaella el 2 de febrero de este mismo año. En ese momento, los agentes Antidroga de Granada llevaban tres meses acumulando indicios contra García Santaella y solo faltaba la imputación por parte del juez de Granada, que finalmente se produjo en marzo.

La Orden Interna del 21 de septiembre de 2008 establece que la Cruz de Plata reconocerá a aquellos que hayan participado en un servicio de “extraordinaria dificultad e importancia”, mantengan “una conducta ejemplar” o realicen una actividad de “notable prestigio” para el Cuerpo. La condecoración al coronel imputado se produjo a propuesta del director general de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa, quien ha destituido al coronel tras la información publicada. El imputado por narcotráfico trabajaba a escasos metros del político elegido por Mariano Rajoy para dirigir el Cuerpo.

Los primeros indicios contra el coronel fueron encontrados el 15 de noviembre pasado, cuando dos cabecillas de una banda de narcos identificaron a Santaella como su contacto en la Guardia Civil para la introducción de seis toneladas de hachís por la costa de Granada entre 2005 y 2006. Lo hicieron por separado, sin poder hablar antes entre ellos y con total coincidencia en su relato. También por separado reconocieron a García Santaella sin género de dudas entre las ocho fotos de hombres de similar edad y raza blanca que se les mostraron.

Reconocimiento extraordinario

La última condecoración a Santaella no responde a la numerosa convocatoria general que se produce todos los años en octubre con motivo de la Festividad de la patrona del Cuerpo. Se trata de un reconocimiento extraordinario a 13 guardias civiles: nueve de ellos recibieron la Medalla al Mérito con Distintivo Blanco y tan solo cuatro, la de Plata. Entre estos últimos, Santaella, dos comandantes y el general de División José Luis Ulla.

Como informó este miércoles eldiario.es, García Santaella se disponía a ascender a general de la Guardia Civil de forma inmediata. Para ello, realizó el curso necesario entre el 28 de enero y el 15 de marzo de 2013. Solo resta la decisión “política” para que pase a lucir las tres estrellas en su uniforme, según las fuentes consultadas.

Las diligencias del caso apuntan a que Santaella habría recibido 390.000 euros de su relación con la banda de narcos desarticulada en noviembre de 2008. El guardia civil, según el testimonio de los detenidos, cobró 120.000 euros por cada entrada de hachís por la costa que facilitó, tres en total. Los narcos habrían importado más de 6 toneladas en esas entregas. Además, Santaella habría sustraído en 2006 una incautación de la Guardia Civil y se la habría entregado a uno de ellos para que la vendiera y repartirse las ganancias a la mitad. El narco asegura que tardó dos semanas en poner el hachís en venta y ganar 60.000 euros, de los que 30.000 fueron al alto mando de la Guardia Civil.

Las fuentes del Cuerpo consultadas muestran su extrañeza por la trayectoria de Santaella. El hoy coronel es un elemento sospechoso desde hace años. De hecho, uno los narcos aseguró ante los agentes Antidroga que el propio Santaella le había dicho que se iba destinado a Madrid porque le estaban vigilando. Incluso describe un episodio de seguimientos por la unidad de Asuntos Internos en verano de 2006, hace nueve años.

Desde Granada, Santaella fue enviado a destinos considerados como “de castigo”, como la intervención de armas o el Seprona. Pero con la llegada del PP al Gobierno y de Fernández de Mesa a la Guardia Civil, volvió a pisar la zona noble de la Dirección General.

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