José Félix Tezanos: el socialista con carné que ha hecho del CIS el centro de la polémica

El paso de José Félix Tezanos por el Centro de Investigaciones Sociológicas ha estado marcado por la polémica desde el minuto uno de su llegada a la presidencia del organismo. Nada más aceptar el puesto se negó a abandonar la Ejecutiva del PSOE, a la que pertenecía, y que consideró compatible con su nuevo destino. La presión del resto de partidos -y de algunos compañeros de siglas- lo llevaron a dejar su cargo en la dirección de Pedro Sánchez.

El sociólogo de confianza del presidente del Gobierno se ha abonado a las polémicas, durante todos estos meses. La última está relacionada con un artículo en el que ha pedido concentrar el voto en torno a PSOE y PP de cara al 10N: “Son los partidos que pueden gobernar”.

El artículo ha sido publicado en la revista Temas, que el propio Tezanos dirige a través de una fundación (Fundación Sistema) en la que comparte patronato con la vicepresidenta Carmen Calvo; el secretario general de presidencia, Felix Bolaños o el número dos del grupo parlamentario socialista en el Congreso, Rafael Simancas.

Formaciones como Unidas Podemos o Ciudadanos se han apresurado a pedir la dimisión de Tezanos. No es la primera vez que lo hacen. Tampoco es la primera vez que el presidente del CIS se posiciona sobre asuntos de actualidad, alejándose de las funciones del análisis demoscópico y a la neutralidad que se le suponen al puesto que ocupa. “No pretendo acertar”, dice de sí mismo cuando se le pregunta sobre la fiabilidad de sus pronósticos, tradicionalmente favorables a los intereses de Pedro Sánchez.

El 31 de julio, aseguró en una entrevista en la cadena Ser que el fracaso de la investidura reforzaría el apoyo al PSOE. Quince días antes había criticado la consulta puesta en marcha por Unidas Podemos para decidir el voto en la investidura, al tiempo que exigía “luz y taquígrafos” en las negociaciones entre Iglesias y Sánchez.

Sus polémicas con las empresas de encuestas privadas también han sido sonadas. El principal foco de sus críticas en los últimos meses ha sido Narciso Michavila, presidente de GAD3 y, durante un tiempo, asesor de Pablo Casado en el Partido Popular. En una entrevista con eldiario.es realizada marzo de este año Tezanos dijo lo siguiente de su colega: “Es un comandante de artillería. Me parece una profesión muy digna, igual que la de empresario que tiene actualmente. Pero creo que no es un experto”.

Esa crítica a las encuestas que no salen de su factoría es también una constante en los artículos que publica con frecuencia en la revista de la Fundación que preside. En una tribuna publicada el pasado dos de octubre bajo el título “Estrategias electorales, conspiraciones internacionales y efectos de la 'antipolítica'”, el presidente del CIS hablaba de “una pintoresca guerra de encuestas en las que brilla por su ausencia el rigor metodológico y científico y en las que prevalecen los propósitos de manipulación de opinión, mientras que se intenta que los verdaderos profesionales de la sociología sean remplazados por singulares personajes instruidos en las técnicas de la intoxicación y la desinformación, más propias de otras profesiones”.

En ese mismo artículo dice que “internet se ha convertido en una herramienta de difusión de intoxicaciones” y critica “el fomento de un clima de antipolítica y de desafección entre los electorados progresistas para que no participen en las elecciones”. “De ahí -concluye en ese texto- la importancia de entender bien lo que algunos pretenden y lo que todos nos jugamos en las próximas elecciones del 10 de noviembre”.

Además de sus polémicas declaraciones, Tezanos ha sido criticado de manera general por la técnica que ha impuesto en el CIS, con cambios constantes en la metodología de sus encuestas que dificultan el análisis de las tendencias entre uno y otro sondeo. El resto de partidos le acusan de estar al servicio del PSOE. En mayo de este año, su estudio añadía una nota correctora enviada desde el gabinete de prensa reinterpretando los resultados de una encuesta que recogía la preferencia mayoritaria de los españoles por un Gobierno de coalición, frente a la intención del PSOE de no reservar para Podemos ninguna silla en el Consejo de Ministros.

La gráfica de Tezanos desde su llegada al puesto ha sido constante: a cada encuesta una polémica; tras cada entrevista, un titular controvertido.

De él han dicho de todo los rivales del PSOE. Pablo Casado habló ya no de “cocina”, las técnicas que usan los sociólogos para corregir las respuestas en bruto de los ciudadanos y que se completan con recuerdo de voto y otras preguntas, el líder del PP aludió “a esfericaciones y nitrógeno líquido” y trató de ridiculizar sus sondeos -algunos partidos y medios de comunicación apodan cada encuesta “el CIS de Tezanos”, que comparó con los experimentos culinarios de Ferrán Adriá. Ese vídeo que acompañará a Casado siempre retrataba al líder del PP ridiculizando un sondeo que pronosticaba que el PSOE duplicaría en votos al PP y que se acercó mucho al resultado de las elecciones el 28 de abril.

El presidente del CIS se defiende con el argumento de que en el instituto público de encuestas “siempre ha habido presidentes vinculados a los partidos políticos”. Al otro lado de la puerta de su despacho, la sala de juntas donde se reúne con su equipo directivo luce una pared cubierta con fotografías que avalan su argumento: “Ahí están Pilar del Castillo, Rosa Conde, el hermano de Cristóbal Montoro”, asegura Tezanos señalando la galería de retratos de expresidentes en la que un día estará su foto.