Juan López de Uralde (Donostia, 1963) atiende a elDiario.es en plena campaña electoral, aunque siente que la campaña comenzó realmente hace meses. El ritmo está siendo frenético. El jueves presentó en el Congreso las enmiendas de Unidas Podemos a la ley de movilidad sostenible impulsada por el PSOE; este viernes viaja a Murcia para participar en un acto de la candidatura de Unidas Podemos y luego estará en Zaragoza y en Burgos.
Esta campaña de autonómicas y municipales es la primera gran cita que afronta como líder de Alianza Verde, que lanzó hace apenas dos años tras su salida en 2019 de Equo, el partido que fundó y del que se distanció cuando sus dirigentes se alinearon con la formación que en ese momento lanzaba el líder de Más País, Íñigo Errejón, tras la ruptura con Podemos.
El diputado de Unidas Podemos cree que estas elecciones son clave también a nivel climático porque los centros urbanos, dice, son los responsables del 70% de las emisiones. “Las transformaciones que son necesarias en las ciudades, que van desde el establecimiento de zonas de bajas emisiones a los procesos de naturalización, la gestión diferente de los residuos, etcétera, son esenciales para esta lucha contra el cambio climático”, apunta.
La ONU acaba de advertir que el cambio climático llevará “hasta límites desconocidos” la temperatura global. Mientras tanto, la extrema derecha agita el discurso negacionista y el PP impulsa los regadíos en Doñana. ¿Hay menos conciencia que hace unos años en la sociedad sobre el cambio climático y la ecología?
Estamos actuando de forma muy irresponsable. Me viene a la cabeza mucho estos días la Cumbre de Copenhague de 2009, en la que pasé por la cárcel y aquello... no sé si se acuerda, igual era muy joven.
En aquella cumbre de 2009 tenía que haberse firmado un acuerdo global para reducir las emisiones que no se firmó. Hemos perdido muchísimo tiempo que ahora empezamos a sufrir. Con este retraso en la reducción de emisiones, vemos que siguen en un pico. Todavía no hemos alcanzado eso que decíamos en la pandemia del pico de la curva. Es estremecedor. La ONU nos está recordando los impactos que están por venir y que los últimos ocho años han sido los años más cálidos. Esto quiere decir que una persona que tenga un hijo o una hija de ocho años, cada año ha ido teniendo una mayor temperatura a lo largo de su vida y esto va a continuar.
Por eso la actitud de la derecha y de la extrema derecha es de una enorme irresponsabilidad. Es un negacionismo de puro postureo político, para posicionarse de manera diferente como hacen en tantas cosas y ni ellos mismos se lo creen, porque no hay ninguna base científica. Y luego las respuestas del estilo [Isabel Díaz] Ayuso de 'vamos a poner unos tiestos en el balcón' son directamente burlarse de la ciudadanía. Tiene mucha responsabilidad política. Es la presidenta de una de las pocas comunidades autónomas que ni siquiera tienen una ley de cambio climático.
¿Las derechas están consiguiendo imponer su marco? Estamos hablando de ETA después de un abril que parecía más bien junio. En Madrid lleva sin llover desde diciembre. La temporada de incendios se ha adelantado. No parece que estos sean los temas de los que se está hablando en la campaña. Estamos hablando de ETA y de estas anécdotas que comentas de Ayuso.
Claro, es que no es una anécdota. Efectivamente, imponen el marco. No estamos siendo capaces de establecer el marco de los debates que creemos que son necesarios en nuestra sociedad. Y esto es un ejemplo de ello. No puedo entender que una persona diga estas cosas de los tiestos y vaya a conseguir aparentemente unos buenos resultados, espero que no ocurra. Es preocupante.
El plan de Moreno Bonilla para amnistiar los regadíos podría matar al parque, pero un informe publicado esta semana por elDiario.es da cuenta de que la situación, aunque no se apruebe este plan, es ya crítica. ¿Qué hay que hacer con Doñana, con las Tablas de Daimiel?
Lo que está ocurriendo en Doñana no es nuevo. Ahora se está hablando de legalizar 800, dice el Gobierno andaluz –1.900, dice WWF– hectáreas que ya se han puesto en regadío, lo que quiere decir que durante todo este periodo se han estado abriendo pozos ilegales y la persecución de esos pozos ilegales ha sido muy compleja. Nosotros preguntamos aquí en el Congreso sobre esta cuestión y nos decían que la Guardia Civil había identificado del orden de 500 pozos ilegales. Luego cerrar esos pozos es muy complicado. Es un proceso que viene ocurriendo desde atrás.
Y el caso de las Tablas de Daimiel no es diferente. Llevan en un proceso de sobreexplotación del acuífero con 23 de pozos ilegales, que además en ese caso también la Junta de Castilla-La Mancha legaliza, que también viene de muy atrás. En España se ha menospreciado por parte de las administraciones la naturaleza, los valores naturales y los impactos que determinadas actividades económicas pueden tener sobre esos espacios naturales. Y eso nos lleva a que aquellos ecosistemas más sensibles, como son las zonas húmedas, son tremendamente vulnerables, si es que no están heridos de muerte. Es imprescindible un cambio a todos los niveles que realmente imponga un nuevo pensamiento en el cual la preservación de la naturaleza tenga el valor que merece en la acción política. Y creo que en España no lo está teniendo.
¿Cómo se aterriza esto en propuestas concretas para los gobiernos autonómicos y municipales, ahora que vienen unas elecciones?
Son elecciones clave. Primero, porque estamos en la cuenta atrás del tiempo que tenemos para evitar un cambio climático catastrófico. Por lo tanto, los cambios tienen que empezar ya. Es especialmente relevante lo que ocurre en las ciudades. ¿Por qué? Porque las ciudades suponen el 70% de las emisiones. Aunque a lo mejor el porcentaje de población sea más pequeño, se produce muchísima contaminación. Eso quiere decir que las transformaciones que son necesarias en las ciudades, que van desde el establecimiento de zonas de bajas emisiones a los procesos de naturalización, la gestión diferente de los residuos, etcétera, son clave para esta lucha contra el cambio climático, contra la crisis ecológica. Por eso, quién gobierne las ciudades va a ser trascendental. Un ejemplo: a comienzos de 2023 era obligatorio por la Ley de Cambio Climático que las ciudades de más de 50.000 habitantes tuvieran zonas de bajas emisiones y solo el 13% lo han hecho.
Esta ha sido la primera legislatura en que una fuerza como Unidas Podemos, en la que estáis vosotros dentro como una fuerza netamente ecologista, toca gobierno, toca poder real. Sin embargo, el Ministerio de Transición Ecológica está en manos del PSOE. Teniendo en cuenta estas dos ideas, ¿qué balance hace de la política ambiental que ha hecho este Gobierno en estos casi cuatro años?
Cuando se produjo la constitución del Gobierno y el reparto de ministerios entre las dos fuerzas políticas, Pablo Iglesias intentó que Unidas Podemos tuviera alguna responsabilidad en política ambiental, pero no lo consiguió. Hubo una cerrazón por parte del Partido Socialista, que no quería ni siquiera compartir las competencias ambientales. Creo que hubiese sido bueno que Unidas Podemos hubiera estado.
Que fuese ministro.
Lo dije en su momento: España no está preparada para tener un ministro ecologista. Cuando surgió mi nombre, salieron en contra mía los lobbies de las eléctricas, el PNV, los cazadores, los taurinos. Hay un montón de lobbies que no quieren ni ver a un ecologista en este país. Tiene que ver con lo que te decía al principio de hasta qué punto hay un enorme desprecio hacia todo lo que significa la naturaleza o hacia quienes la defienden en España.
Pero a lo que me refiero es a que Unidas Podemos ha tirado para que salgan muchas políticas ambientales, también desde otros departamentos, desde el Congreso mismo. Este Gobierno por primera vez ha puesto en marcha algunas iniciativas muy importantes y nosotros hemos tenido mucho que ver en su impulso, por ejemplo, en la Ley de Cambio Climático, en la que no hemos sido tan ambiciosos como nos hubiera gustado, pero se ha llegado a la máxima ambición que hemos podido conseguir. O cuando pedíamos que se pusiera un tope al precio del gas. Hemos impulsado la ley de residuos, y dentro de ella el sistema de devolución y retorno. Muchas de las medidas que se han tomado en esta legislatura llevan el sello de Unidas Podemos.
Este mismo jueves habéis presentado con los colectivos sociales las enmiendas a la Ley de Movilidad Sostenible, que prácticamente van en sentido contrario a la esencia de la ley del PSOE. Hay cuestiones en las que las diferencias entre las posiciones de las dos fuerzas parecen insalvables.
Con Transición Ecológica y con Teresa Ribera ha habido muchas coincidencias, más que con otros ministerios. Hemos podido colaborar e impulsar más ambición en algunas leyes y eso ha sido posible porque había una cierta complicidad, compartíamos objetivos. Con Transición Ecológica ha sido más fácil que, por ejemplo, con el Ministerio de Transportes, donde efectivamente ellos plantean una Ley de Movilidad Sostenible en la que se olvidan de la segunda parte, que es la sostenibilidad, y lo que plantean es, básicamente, una ley de movilidad. Si el sector del transporte, que es el responsable del 30% de las emisiones en nuestro país, no se aplica en reducir las emisiones, no podemos hablar de una Ley de Movilidad Sostenible. Tenemos una discrepancia profunda en esta ley.
¿Será imposible el acuerdo?
El PSOE tendrá que elegir si quiere sacar esta ley adelante con el Partido Popular, como ha hecho en otros casos, o si quiere hacer una ley realmente de transporte sostenible que tendrá que pactar con la mayoría de la investidura. Esperamos que se acerque y avance hacia la mayoría de la investidura. Es imprescindible actuar en la lucha contra el cambio climático en el sector del transporte y no es aceptable algo que venimos percibiendo en el Gobierno: que la sostenibilidad se queda en el Ministerio de Transición Ecológica pero luego hay otros departamentos, como el de Agricultura o el de Transportes, que no se dan por aludidos. No puede ser que el Gobierno no tenga la misma hoja de ruta en todos sus departamentos.
Son las primeras elecciones de gran magnitud a las que se presenta su nuevo partido, Alianza Verde, desde su lanzamiento en 2021. Han presentado candidaturas en casi todas las provincias. ¿Les ha dado tiempo a crear un partido de ámbito nacional en menos de dos años? ¿Qué expectativas tienen para estas elecciones?
Tuvimos que hacerlo en muy poco tiempo, no porque no lleváramos tiempo trabajando sino porque los dos años de pandemia nos impidieron ponernos en marcha de una manera más organizada. Pero claro que estamos preparados. Hacemos una aportación a Unidas Podemos en un sentido evidentemente más cualitativo que cuantitativo. Nuestra aportación tiene que ver precisamente con todos estos temas que estamos comentando. Tenemos un grupo parlamentario que a pesar de contar con un único diputado con este perfil, hace un trabajo que se puede definir como ecologista. A veces con una aportación cuantitativa menos importante, cualitativamente sí eres relevante. Yo creo que esa es la característica de Alianza Verde.
Salió de Equo en 2019 porque no compartía la estrategia de alinearse con el partido que en ese momento estaba lanzando Íñigo Errejón, Más País. ¿Cree que al romperse el espacio ecologista en dos ha perdido fuerza?
Yo creo que no. Afortunadamente este pensamiento trasciende ya las siglas ecologistas y cada vez está más extendido. Actuamos con coherencia, nosotros siempre hemos defendido lo mismo y hemos estado en el mismo sitio, que es en una confluencia, y eso es lo que queremos aportar. Esa coherencia es la que suma y la que permite que los proyectos vayan para adelante. No creo que haya perdido fuerza.
En paralelo, en estos años, formaciones como Más Madrid se han configurado como partidos verdes, aunque no dejan de ser fuerzas más amplias. ¿Cree que tiene sentido que los partidos asuman lo verde como una estrategia transversal o cree que sigue teniendo valor la presencia de fuerzas como la suya, más pequeñas pero con identidad propia dentro de espacios de izquierda más grandes?
A mí esto no me preocupa mucho. Creo que hay que medir la eficacia ecologista de una formación política en las medidas que toma. Unidas Podemos, por ejemplo, ha tomado muchas medidas ecologistas como grupo parlamentario. Hemos hablado de la ley de cambio climático, de la ley de residuos, del tema de la estabilidad, del precio del gas, podemos hablar de la ley del mar Menor. Todas estas son iniciativas que han sido posibles gracias a que Unidas Podemos ha tenido una fuerza parlamentaria suficiente como para poder sacarlas adelante o para poder sacarlas adelante con el PSOE. Debemos medirnos en la eficacia de las medidas que se toman y ahí Unidas Podemos es campeón.
¿Cómo lo ve de cara al futuro? ¿Se está dando este debate en Sumar, el espacio de la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz?
Yolanda Díaz ha expresado de forma muy clara su apuesta por el verde, dicho de una forma general, y creo que eso es una buena noticia. Yo siempre he considerado que por lo que debemos trabajar es por un espacio rojo y verde, hablando de lo social y lo medioambiental. Y que no sea lo verde pequeño y lo rojo muy grande, sino que estén más equilibrados en el proyecto. Y creo que eso es algo que en Unidas Podemos ya estaba en marcha y creo que ahora en Sumar puede materializarse de una forma mucho más clara.
Estuvo en el acto del 2 de abril, en el polideportivo Magariños, en el lanzamiento de Sumar, a pesar de que Podemos no fue. ¿Cree que fue una decisión equivocada?
No. Nosotros consideramos que Sumar es un proyecto que todavía está por definir. Nosotros queremos y creo que ellos o ellas también quieren que Podemos esté. Todos queremos estar ahí. A Alianza Verde se nos ha dicho de todo, que somos una creación de Podemos y también lo contrario. Pero nosotros desde el principio dijimos, y así se lo dijimos en su momento a Pablo Iglesias y luego a Ione Belarra, que somos un partido autónomo y por lo tanto tomamos nuestras decisiones de forma autónoma y consideramos que había que estar en el Magariños porque nuestra candidata es Yolanda Díaz. Y por lo tanto, si Yolanda Díaz nos invita a participar en un acto, pues desde luego que nosotros vamos a estar de la misma manera que estamos participando en esta campaña electoral en los actos en los que se nos invita por parte de Podemos. Nos sentimos como un polo que trabaja por la unidad. Trabajamos con las dos partes para que en la medida de lo posible vayan juntos.
Me refería, más bien, a si fue un error de Podemos no asistir.
Evidentemente ellos tomarán las decisiones que quieran tomar, pero creo que era una gran oportunidad de mostrar unidad antes de la campaña del 28M independientemente del proceso de negociación. Tú puedes estar negociando, participar en un acto conjunto y luego seguir negociando, sobre todo si tienes esa voluntad. Yo sí que creo que tenían que haber estado y así se lo transmití a la gente de Podemos.
¿Habría sido mejor para las opciones de Unidas Podemos este 28M?
Sí, sí. Pero bueno, ahora Yolanda está participando en la campaña y esa imagen se está recuperando.
¿Tiene optimismo de cara a que se pueda producir esa unidad para las generales?
La foto final es que vamos a ir todos juntos. Lo que no sé es cuáles van a ser las fuerzas intermedias, pero creo que la foto final va a ser esa, estoy seguro. Primero porque esa es la voluntad de todas las partes y así se está manifestando de forma abierta. Y segundo porque las encuestas son definitivas en el sentido de que nos podemos constituir como tercera fuerza política, con todo lo que eso implica, y porque además eso garantiza prácticamente seguro que va a haber una continuidad del gobierno de izquierdas. No nos podemos permitir en este país un gobierno de derecha y de extrema derecha. Sería desastroso. Al menos que no ocurra debido a que todos los que estamos no hemos hecho lo posible para que no ocurra.
Si ha habido fotos intermedias o primeras fotos no muy buenas en términos de unidad, ¿la de la campaña está siendo mejor?
Yo creo que sí. Está siendo mejor porque estamos todos empujando en la misma dirección. Creo que las encuestas lo están mostrando y creo que hay que seguir en esta línea hasta el 28.
Tienen buenas previsiones para estas elecciones.
Yo creo que sí. Unidas Podemos está aguantando bien el tipo y creo que vamos a mantener los gobiernos en los que actualmente estamos.