La justicia británica desestimó hoy la petición de extradición a España del jefe de los servicios de inteligencia de Ruanda, Karenzi Karake, reclamado por terrorismo y crímenes contra la humanidad.
El general ruandés, de 54 años, está acusado del asesinato de nueve españoles -seis religiosos y tres cooperantes de Médicos del Mundo- entre 1994 y 2000, y de participar en el genocidio de más de cuatro millones de personas durante la guerra entre los hutus y tutsis.
“El caso ha sido sobreseído hoy”, informó hoy un portavoz de la Corte de magistrados de Westminster, en Londres, que aseguró que “las acusaciones formuladas en la orden de detención no estaban especificadas” en la ley de extradición británica.
La ministra de Asuntos Exteriores de Ruanda, Louise Mushikiwabo, celebró la decisión y dijo que estaba “encantada” de que Karake pudiera regresar al país.
“¡Estoy encantada! Éste fue un proceso totalmente innecesario y muy ofensivo”, señaló Mushikiwabo en la red social Twitter.
El presidente ruandés, Paul Kagame, había criticado duramente la detención de Karake y afirmó que el Reino Unido estaba mostrando “una actitud colonialista”.
El Gobierno de ese país mantuvo que el general era inocente y que los cargos contra él estaban “motivados políticamente”.
El pasado junio, un juez británico concedió la libertad condicional bajo fianza de un millón de libras (1,4 millones de euros) a Karake, que fue asistido en su defensa por la letrada Cherie Blair, esposa del exprimer ministro británico Tony Blair.
El magistrado, que le retiró el pasaporte diplomático y le prohibió salir del Reino Unido hasta la celebración del juicio, le instó a estar localizable las 24 horas del día y a fichar diariamente en una comisaría.