Beneficios que crecen, condiciones que empeoran

El período álgido de mayor actividad en el sector del comercio es cada vez más largo. De hecho, el mes de noviembre con el Black Friday se ha convertido, desde hace ya algunos años, en el arranque de estas campañas comerciales que centran su actividad de mayor volumen en los últimos meses del año. Un período que cada vez se hace más largo en el tiempo y al que se no se le dejan de añadir “días especiales” como el Cyber Monday o el Singles Day, y que se alarga hasta finales de enero con la campaña de las rebajas. 

Sin embargo, la oportunidad de comprar con descuentos se hace a costa de empeorar las condiciones de trabajo de las miles de personas que trabajan en el sector; profesionales que atienden a la clientela, transportistas, almacenistas, logística, etc., que sufren cada año por estas fechas la falta de refuerzos para afrontar días –ahora convertidos en meses– bajo unas condiciones laborales extenuantes.

Con la excusa de necesidades productivas del sector, las empresas del comercio aplican en estas fechas medidas extraordinarias que afectan negativamente a las condiciones de trabajo; distribución irregular de la jornada, abuso de las horas complementarias y/o extraordinarias que posteriormente no se consolidan y en un alto porcentaje ni se pagan, falta de descanso, sobrecarga laboral, estrés y ausencia de la vida personal y familiar, precisamente en unas fechas en las que todas las personas queremos disfrutar de tiempo libre para estar con nuestras familias y amigos.

Los datos se agravan precisamente durante estos meses y las plantillas declaran que necesitan medicarse para afrontar estas largas jornadas laborales

De hecho, en Andalucía la creación de empleo con respecto a datos para el mismo período del año pasado, ha sido de un 0,02% de incremento, siendo actualmente 405.973 las personas trabajadoras en el régimen general para el comercio mayorista y minorista en nuestra comunidad, frente al volumen de beneficios sobre las ventas que, según datos a nivel estatal, se sitúan en un 7,9% en el comercio minorista. Esto significa que las empresas están cargando sobre las mismas plantillas de trabajadoras y trabajadores un aumento considerable de la actividad con cargas de trabajo muy exigentes, excesivas y agotadoras, además de exponerlas a problemas de salud y seguridad en el trabajo, en lo que temporalmente se alarga ya a un trimestre.

A nivel de seguridad y salud en el trabajo, los datos se agravan precisamente durante estos meses y las plantillas declaran que necesitan medicarse para afrontar estas largas jornadas laborales. Los tiempos de descanso diario y semanal no se cumplen y los turnos partidos y el trabajo en domingos y festivos exigen una dedicación prácticamente exclusiva, incluso para aquellas personas trabajadoras que sólo disponen de contratos a tiempo parcial, debido a los tiempos de descanso a mediodía y los tiempos de desplazamiento de sus hogares a los centros de trabajo.

Esta situación se agrava, particularmente, para las personas trabajadoras en grandes almacenes, que viven jornadas de diez horas de trabajo y donde se incumple el derecho de los trabajadores y trabajadoras a un descanso mínimo semanal de un día y medio, ya que en el caso del comercio, la norma específica sobre jornadas especiales de trabajo permite separar ese medio día del descanso semanal mínimo recogido en el Estatuto.

Esta situación afecta particularmente a un sector altamente feminizado, que contribuye a la precarización y empobrecimiento de las mujeres trabajadoras del comercio

Desde CCOO, denunciamos además que, en Andalucía, el inicio de este período álgido de la campaña de ventas viene a recargar aún más a unas plantillas que ya suman a sus espaldas cuatro meses de aperturas autorizadas en domingos y festivos en más de 70 municipios declarados por la Junta de Andalucía como Zonas de Gran Afluencia Turística (ZGAT), o en ciudades como Jerez con una ZGAT de 6 meses, o Granada con 5 meses de aperturas que, unidos a las herramientas de flexibilidad interna, hacen del comercio un sector cada vez más precario y menos deseable para las personas trabajadoras, en el que las soluciones por parte de las empresas no llegan, a pesar de incrementar paulatinamente ventas y beneficios.

En CCOO llevamos años poniendo de manifiesto que esta situación afecta particularmente a un sector altamente feminizado, que contribuye a la precarización y empobrecimiento de las mujeres trabajadoras del comercio, generando una importante brecha salarial debido a que en ellas recaen la mayor parte de los contratos temporales y a tiempo parcial, siendo una parcialidad no deseada en muchos casos. 

Asimismo, es una reclamación de este sindicato a las patronales de las empresas de comercio, adelantar los calendarios de contratación para favorecer que las personas contratadas como refuerzo cuenten con períodos de formación previos adecuados y suficientes, considerando que los procesos de transformación digital y la creciente robotización de muchas de las tareas actuales del sector hacen necesario llevar a cabo procesos de formación más largos y específicos.

Las empresas tienen que dejar de maximizar sus márgenes de beneficios a costa de someter a sus plantillas a cargas de trabajo excesivas y exponerlas a problemas de salud y seguridad en el trabajo. Los períodos de auge de ventas, que cada vez son más extensos, no pueden seguirlo siendo a costa de períodos de precariedad y de estrés para sus trabajadores y trabajadoras.