Francisco Javier León de la Riva, que fue ginecólogo de Ana Botella cuando ella vivía en Valladolid durante el tiempo en el que José María Aznar fue presidente de la Junta de Castilla y León, es como un virrey del siglo XV. Un dirigente de los que piensa que en las elecciones “se le vota a él”. Y un alcalde que fue capaz de enfrentarse al entonces ministro de Fomento, Francisco Álvarez Cascos, por la llegada del AVE a Valladolid. Pero ese carácter indomable también lo hace extensible a su propio partido. Nadie se atreve a replicarle. Y el que lo haga puede tener fecha de caducidad política.
Las mujeres del PP también son de las que prefieren callar, de las que evitan pronunciarse públicamente. Aunque bajo la promesa de no citar sus nombres, reconocen que “son declaraciones deleznables”. Como también lo exclamaron cuando León dijo de la que fuera ministra de Sanidad y Política Social con el Gobierno de Zapatero, Leire Pajín: “cuando le veo la cara y esos morritos pienso lo mismo, pero no lo voy a contar aquí”.
Pero ninguna de ellas habla de forma pública. Incluso la alcaldesa de Zamora, Rosa Valdeón, que siempre se ha caracterizado por no callarse ante declaraciones humillantes contra las mujeres, en esta ocasión lo ha hecho. Y ha preferido el silencio a contestar los exabruptos de León de la Riva.
Otra dirigente del PP, que prefiere que su nombre no se haga público, va más allá al señalar que en su partido “se prefiere la disciplina de grupo a denunciar comentarios tan machistas como los hechos por el alcalde de Valladolid”. Pero, rápidamente, añade: “bueno, y también por el del alcalde de Toledo”, Emiliano García-Page, que dijo que no tenía claro que María Dolores de Cospedal “sepa pasar la aspiradora”. “Ese comentario machista de León de la Riva es frecuente entre los hombres, tanto del PP como del PSOE”, señala una destacada militante del PP de Valladolid, que también pide no ser identificada.
Otras recuerdan los ataques que sufrió la alcaldesa de Zamora, Rosa Valdeón, cuando a finales de 2013 dijo que su partido “ha cedido a las presiones de los grupos reaccionarios de la Iglesia en la reforma del aborto”. Unos ataques como los que recibió entre los miembros del Comité de Dirección del PP, sin que ninguna mujer la apoyara de forma pública. Eso sí, recibió alguna llamada telefónica que la mostraba su solidaridad.
El silencio es tan llamativo que hasta la secretaria de Políticas Sociales, Familia e Igualdad del PP en Castilla y León, María Ángeles Ortega, no fue localizada por el eldiario.es “por estar de vacaciones”.
Ahora bien, esas mujeres que prefieren el silencio recuerdan que Francisco Javier León de la Riva lleva 20 años ganando elecciones. Y por mayoría absoluta. “Esto hace que nadie” del PP “se atreva a quitarlo”. Porque gana votaciones. Y lo hace pese a exabruptos, a declaraciones extemporáneas o a condenas judiciales.
Quizá un juicio haga que el PP de Castilla y León cambie de opinión. Y es que en torno a la fecha de las elecciones del próximo año, León de la Riva será juzgado por un delito de desobediencia, por no ejecutar una sentencia sobre el edificio en el que él tiene una vivienda. Pero está imputado y pendiente de juicio. Y sigue como alcalde.
A todas las dirigentes del PP consultadas se les ha hecho la misma pregunta: ¿por qué hace esas declaraciones León de la Riva? En la mayoría de los casos la respuesta, también de forma anónima, es idéntica: “Por populismo”.
Y el silencio continúa entre las militantes del PP en Castilla y León. Quizá porque recuerden que, en una ocasión, Francisco Javier León de la Riva le llegó a decir a una dirigente “puedes opinar, pero cállatela, no la hagas pública”, después de que osara contestar a uno de sus múltiples exabruptos.