Los trabajadores de Loterías protestan frente al Teatro Real el día del sorteo de Navidad
El nombramiento de Inmaculada García Martínez como nueva presidenta de Loterías y Apuestas del Estado (SELAE) no parece haber calmado el hondo malestar interno que reina en la sociedad estatal, sumida desde hace tiempo en un delicado momento a causa de la bajada de ventas y recaudación. García Martínez no lleva ni tres meses en el cargo y los trabajadores ya han anunciado su intención de manifestarse el próximo 22 de diciembre frente al Teatro Real de Madrid, coincidiendo con la celebración del tradicional sorteo de la Lotería de Navidad. La polémica desatada por el controvertido anuncio protagonizado por varios famosos, en cuya campaña y la del sorteo de El Niño la sociedad ha invertido cerca de 18 millones de euros, planeará durante la jornada de protesta.
El sindicato CGT de SELAE, que junto a USO son los convocantes de la protesta, denuncia en un duro comunicado las razones que les ha llevado a dar ese paso, “problemas que vienen arrastrándose desde hace tiempo”, apostillan. Entre ellas, el “oscurantismo” y la “opacidad” en la gestión por parte de la dirección y “las diferencias salariales” que siguen existiendo entre los 600 trabajadores de la plantilla actual, resultante de la fusión con los que pertenecía a la extinta STL, la empresa encargada del mantenimiento técnico de Loterías. Unas diferencias que también comparan con “los sueldos millonarios de los altos directivos” mientras denuncian “las contrataciones a dedo fuera de convenio” que se han realizado en los últimos meses, extremos sobre los que la empresa se niega a darles datos.
También denuncian el “despilfarro” llevado a cabo por la dirección de Loterías, con gastos inecesarios como los 100.000 euros pagados al Ayuntamiento de Madrid por el árbol de Navidad instalado en la Puerta del Sol y que será pagado “entre todos los españolitos”. “Amén de tan comentado anuncio”, añaden.
Muchas de estas quejas ya fueron expuestas al anterior presidente, José Miguel Martínez, que fue destituido del cargo el pasado mes de agosto por el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, aunque el cese quiso revestirse como dimisión voluntaria “por cuestiones de salud”. Entonces ni siquiera consiguieron explicaciones sobre el denominado Plan de Redimensionamiento por el que se aumentó el número directivos pese a que el expresidente de Loterías siempre lo negó. El compromiso de publicar en la web corporativa los detalles del plan, con las remuneraciones incluídas, fue incumplido, señalan a eldiario.es las fuentes sindicales.
La decisión de protestar en la calle ha caído como un jarro de agua fría a la nueva presidenta, Inmaculada García Martínez, ya que la manifestación, que cuenta con la autorización de la Delegación del Gobierno de Madrid, se celebrará justo el día del tradicional sorteo de la Lotería de Navidad. Los trabajadores se concentrarán entre las doce de la mañana y las dos de la tarde en la Plaza de Isabel II, frente al Teatro Real, mientras los bombos reparten la suerte.
“Menos sueldos para los directores y más para los trabajadores” será uno de los lemas de la concentración. Otra de las pancartas reivindicativas rezará: “El personal de Loterías está harto de sueños, quiere realidades”, parafraseando la “fábrica de sueños” de los spot que utiliza la sociedad estatal para promocionar los sorteos. Precisamente, la millonaria inversión en las campañas de publicidad para los sorteos de Navidad y El Niño, adjudicadas a la empresa Tactis Europe por 17.800.000 euros, ha causado estupor entre los trabajadores que ven con gran preocupación la alarmante caída de ventas y de recaudación que ha sufrido Loterías en los dos últimos años. Por si fuera poco, han comprobado cómo el anuncio, lejos de lograr el efecto deseado, se ha convertido en el blanco de las mofas en las redes sociales en donde proliferan las parodias con Monserrat Caballé y Raphael como principales protagonistas.
La semana que viene se presentará la campaña de El Niño con un cartel protagonizado por una pareja de ancianos sentados en un banco, riéndo, y el eslogan “¡Y ahora vamos a por el niño!”, que tampoco ha despertado demasiado entusiasmo ni entre los trabajadores ni entre algunos loteros a los que ya se les ha distribuido.