Miles de personas claman en Madrid contra el juicio del procés y por la libertad de los presos independentistas
Una marea de senyeras ha inundado el madrileño Paseo del Prado este sábado para clamar contra el juicio del procés y exigir la libertad de los dirigentes independentistas que se encuentran en prisión provisional. 'La autodeterminación no es delito. Democracia es decidir' es el lema de la manifestación que ha discurrido entre Atocha y Cibeles convocada por entidades sociales, como Òmnium Cultural y ANC, y en la que han participado los partidos soberanistas, como ERC, Junts per Catalunya y la CUP. Decenas de políticos independentistas, entre ellos, el presidente catalán, Quim Torra, y varios miembros del Govern, así como el presidente del Parlament, Roger Torrent, y diputados se han desplazado a Madrid.
“Este juicio es una farsa”, “libertad presos políticos”, “1 de octubre: ni olvido ni perdón”, “independencia” y “unidad” han sido las proclamas más exclamadas durante la marcha en la que han participado miles de personas –120.000, según los organizadores y 18.000, según los datos de la Delegación del Gobierno– que vestían prendas y lazos amarillos y que, en buena parte, se han desplazado a la capital en cerca de 500 autobuses y varios trenes fletados por los organizadores.
Las cargas policiales del 1 de octubre han estado presentes en los gritos de los manifestantes así como en algunas de las imágenes que portaban. “No hay justicia”, “libertad presos políticos” y “no pasarán” han sido las pancartas que más se han visto. Algunos de los asistentes también llevaban fotos de los líderes independentistas que están en la cárcel.
Uno de los momentos álgidos de la manifestación se ha producido a la llegada de la cabecera –donde estaban representados ANC, Óminum, y también de otras entidades que han participado en la organización– cuando se ha emitido un vídeo con imágenes del juicio del procés. La Plaza de la Cibeles se he deshecho en aplausos con las declaraciones de Jordi Cuixart, Jordi Sànchez y Oriol Junqueras. Previamente había entrado en escena un grupo disfrazado como los magistrados del Supremo.
Antes de que comenzara la marcha, han hecho declaraciones ante los periodistas los reprentantes de ANC y Òmnium, así como de los partidos independentistas.
“Escucha España este grito de libertad, estos gritos de independencia”, ha expresado Torra, que ha destacado que “no hay viajes largos para la lucha por la autodeterminación”: “No pararemos hasta ver su libertad [la de los independentistas presos] y que se respete nuestro derecho de autodeterminación”.
“Frente a los tres jinetes del apocalipsis ultra, frente a Casado, Rivera, Abascal y según qué PSOE, nosotros ponemos democracia, pacifismo, civismo y calle”, ha exclamado Gabriel Rufián, que ha recordado que “aquí hay miles de banderas, miles de sensibilidades políticas diferentes”. “Lo único que importa es la lucha por la democracia y hacer un dique contra el fascismo” ya que, asegura, “la única pregunta que cabe hacerse es quién será el siguiente”.
En este sentido, el diputado de la CUP en el Parlament Carles Riera ha reiterado que la manifestación “no es solo ni principalmente por Catalunya, ni principalmente por el derecho a la autodeterminación”, sino que ha defendido la convocatoria como “una gran movilización republicana contra el régimen del 78 y su monarquía antidemocrática”.
El president del Parlament, Roger Torrent, ha insistido en que el juicio del procés “se basa en una mentira”. Sobre esta cuestión, ha asegurado que en el Tribunal Supremo se “juzga el ejercicio libre de los derechos fundamentales”, algo que es “muy peligroso”. “Hoy nos ha tocado a los independentistas, pero una vez pasada la línea roja, puede tocar a quien sea: a feministas, a sindicalistas, a ecologistas”, ha expresado antes de espetar: “La única solución al conflicto es votar, son las urnas, que la gente decida”.
El vicepresidente de Òmnium, Marcel Mauri, ha tenido palabras de agradecimiento para “la Madrid solidaria, abierta, antifascista, que nos acoge y acompaña”: “Estamos aquí para reivindicar que se respeten derechos y libertades que ahora mismo están en riesgo en el Estado”. Ha hecho una alusión directa al Gobierno de Pedro Sánchez, a quien ha exigido al Gobierno de Pedro Sánchez “que retire todas las falsas acusaciones que hay sobre Jordi Cuixart y el resto de presos políticos, que la Abogacía del Estado retire toda la causa y que haya diálogo y negociación política”.
La presidenta de la ANC, Elisenda Paluzie, ha descrito la movilización como “una demostración del civismo y la capacidad de movilización del pueblo de Catalunya”, describiendo el juicio del procés como “una vergüenza democrática del Estado español” ya que “se está atribuyendo la violencia a los representantes legítimos en lugar de a quienes la ejercieron”.
Los comuns también ha apoyado la manifestación con la representación del primer teniente de alcalde de Barcelona, Gerardo Pisarello, que ha reivindicado que es una manifestación es también para “no independentistas”: “Muchas de las personas que están acusadas de estos delitos son nuestros adversarios políticos, pero consideramos que su situación es inadmisible”. IU secundó igualmente la movilización, que también habían convocado la Coordinadora 25S o Izquierda Castellana, entre otras. De otros puntos del país se han sumado a la movilización otras formaciones políticas partidarias del derecho a decidir, como BNG, EH Bildu o Anova.
Los organizadores han fletado 500 autobuses desde Catalunya para participar en la protesta y esperaban la participación de unas 50.000 personas. Su objetivo era igualar en Madrid la manifestación de Colón en la que participaron Pablo Casado, Albert Rivera y Santiago Abascal. Las cifras difieren sustancialmente entre los organizadores, que aseguran que han participado 120.000 personas, frente a las de Delegación del Gobierno en Madrid, cuyo dato oficial es la presencia de 18.000 manifestantes.
'No' a Sánchez sin autodeterminación
La manifestación se convocó hace algo más de un mes en el marco de las movilizaciones contra el juicio del procés y que incluyeron una huelga general el pasado 21 de febrero. En el momento en el que se anunció, el Gobierno de Pedro Sánchez aún no había dado por rotas las negociaciones con la Generalitat –una decisión que finiquitó los Presupuestos y, con su fracaso, la legislatura–.
El escenario ha sido, por tanto, diferente al que inicialmente se previó y los independentistas han calentado la protesta con un mensaje en clave electoral. No obstante, la única que este sábado ha lanzado un mensaje en clave postelectoral ha sido la presidenta de la ANC, Elisenda Paluzie, quien ha pedido a los partidos soberanistas horas antes de la manifestación que no faciliten la investidura de Sánchez: “No pueden investir como presidente a alguien que no reconozca el derecho de autodeterminación”, ha avisado en una entrevista en Catalunya Radio.
El Gobierno sale en defensa de los jueces
El presidente ha eludido pronunciarse sobre esta convocatoria en su mitin este sábado en Madrid. Sí se ha referido a ella el líder del PP, Pablo Casado, que ha asegurado que los independentistas buscan avisar “preventivamente” a Sánchez de que en esta ocasión buscan el “pago al contado” a cambio de su apoyo tras los comicios para que siga en Moncloa. El PP sí ha usado la manifestación. El dirigente conservador Javier Maroto ha asegurado que con Casado en la presidencia no se habría permitido su celebración.
Tras la manifestación, el Gobierno se ha pronunciado a través de fuentes oficiales, que han insistido en que “la misma democracia que protege la libertad de quienes se manifiestan hoy, es la que juzga a quienes se saltan sus normas”. “El Gobierno siempre ha sido firme, ofreciendo diálogo para garantizar la convivencia entre catalanes y entre todos los españoles. El Gobierno siempre ha mantenido una voluntad sincera de solucionar el problema en Catalunya. Ha construido un camino donde no había camino. La Constitución es el marco para unir a los catalanes”, zanjan esas fuentes.