La dimisión de una funcionaria con 20 años de carrera en la Administración navarra ha puesto en jaque al Gobierno que preside Yolanda Barcina. El pasado día 11, en una comparecencia destinada a explicar los motivos de su marcha, la exdirectora gerente de la Hacienda Tributaria de Navarra Idoia Nieves acusaba a la vicepresidenta y consejera de Economía, Lourdes Goicoechea, de graves injerencias y trato de favor hacia clientes de su antigua asesoría. Este viernes, lejos de retractarse, Nieves se ha reafirmado en su denuncia en la comisión parlamentaria que investiga lo ocurrido.
De las conclusiones de esa comisión de investigación depende que los socialistas presenten una moción de censura, que, con los votos de otros partidos, entre ellos Bildu, podría poner fin a 18 años de gobierno de UPN en Navarra. Pero ¿cómo se ha llegado hasta aquí?
¿De qué acusa Idoia Nieves a Lourdes Goicoechea?
En sus dos comparecencias en el Parlamento de Navarra, Nieves ha acusado a Lourdes Goicoechea de graves injerencias como la solicitud en 2011, cuando aún era consejera de Desarrollo Rural, de una copia del Plan de Inspección para saber si alguno de los clientes de la asesoría fiscal que regentaba antes de su salto a la política iba a ser inspeccionado.
La exdirectora gerente de la Hacienda Tributaria de Navarra ha relatado también varios intentos de trato de favor a empresas con las que Goicoechea había estado vinculada, así como una petición de información fiscal de Caja Navarra relativa a los cobros y pagos a clientes y proveedores de la entidad.
Según ha explicado Nieves, la consejera de Economía le indicó que la petición se formulaba en “interés” de la presidenta de la Comunidad Foral, que quería conocer las retribuciones a otros consejeros de la caja en pleno escándalo por las dietas opacas de la entidad, un caso en el que Barcina fue salvada de la imputación por el Supremo. Nieves considera que la líder de UPN pretendía usar esa información confidencial para preparar su defensa en caso de imputación.
¿Quiénes eran los beneficiarios de la “intermediación” de la consejera?
La mayor parte de las empresas por las que se interesó Goicoechea eran clientes de la asesoría fiscal de la que era propietaria antes de incorporarse al Gobierno de Navarra. Entre ellas figura una conservera para la que pidió un buen trato porque había atravesado dificultades tras el accidente laboral de un empleado y “no creía que tuvieran nada que regularizar”.
La información que Nieves ha aportado a la comisión confirma que Goicoechea también se interesó, con conocimiento de Yolanda Barcina, por una actuación de Hacienda contra la Universidad de Navarra. El centro educativo del Opus Dei nunca había tributado como remuneración a sus empleados las matrículas gratuitas para sus hijos. Aunque una ley de finales de 2011 permite que no sean consideradas retribución en especie, Hacienda exigió el pago de una importante cantidad para regularizar los ejercicios anteriores.
Goicoechea intentó frenar este expediente expresando su “profundo malestar” en varias ocasiones. Cuando dio por hecha la sanción, la consejera intentó que la multa se calculara a partir del precio de las matrículas en universidades públicas, cuando la Universidad de Navarra es una institución privada. Nieves ha subrayado que las presiones no lograron su objetivo y que en todos los casos se impuso el criterio de actuación de Hacienda.
¿Ha seguido Goicoechea asesorando a sus antiguos clientes mientras ejercía de consejera de Economía?
Según se desprende de las palabras de la exdirectora gerente de Hacienda, Goicoechea “seguía recibiendo clientes como si siguiera siendo su asesora fiscal”. En el caso de la conservera, la vicepresidenta llegó a contar a Nieves que acudiría a su antiguo despacho para revisar documentación sobre su situación fiscal. Según la Cadena SER, al incorporarse al Gobierno de Navarra en 2011, Goicoechea cedió su cartera de clientes a una antigua empleada. La dirección de la asesoría, sin embargo, sigue siendo la misma: el despacho del arquitecto del marido de Goicoechea.
Diario de Navarra ha desvelado que Goicoechea seguía figurando hasta esta semana como administradora de una filial de una de las empresas para las que trabajaba como asesora fiscal. Según la vicepresidenta, la situación se debe a un error en el registro de su cese en la compañía al incorporarse al Gobierno de Navarra. La matriz de la sociedad ha recibido una ayuda de 123.000 euros del Ejecutivo navarro esta legislatura.
¿Qué va a investigar la comisión?
Además de las injerencias denunciadas por Idoia Nieves, especialmente graves en el caso de una región con sistema tributario propio, la comisión quiere analizar también la situación real de las cuentas de la Comunidad Foral. Nieves ha explicado que en los últimos ejercicios ha recibido la orden de retrasar el pago de las devoluciones del IVA, incumpliendo los plazos legales establecidos, para lograr que Navarra cumpliera el objetivo de déficit marcado por el Gobierno central. La exdirectora de Hacienda califica este hecho de “ilegalidad tributaria” y, a su juicio, ha tenido graves consecuencias para la industria y la economía de Navarra.
¿Cuándo se conocerán las conclusiones de la comisión de investigación?
La comisión de investigación inició sus trabajos este lunes y deberá concluirlos el día 28. Tras la comparecencia de Nieves, la comisión escuchará a Goicoechea el lunes y a Barcina, el martes. Si se confirman las irregularidades, los socialistas han dado a entender que podrían presentar una moción de censura el 3 de marzo con el objetivo de convocar elecciones anticipadas. Los márgenes son estrechos. La ley navarra impide disolver las Cámaras y convocar elecciones cuando queda menos de un año para acabar la legislatura. El plazo para hacerlo concluye el 31 de marzo.
¿Qué dice Lourdes Goicoechea de las acusaciones de Nieves?
Goicoechea, que niega las acusaciones de Nieves, ha presentado una demanda de acto de conciliación en la que insta a su exdirectora de Hacienda a probar sus acusaciones o a retractarse públicamente. De no producirse esa marcha atrás, la vicepresidenta del Gobierno de Navarra ha anunciado que continuará por la vía judicial.
Por otra parte, el Tribunal Supremo ha admitido a trámite una denuncia de la Asociación de Consumidores, Impositores y Contribuyentes Kontuz contra Goicoechea por presuntos delitos de prevaricación, tráfico de influencias y actividades prohibidas a los funcionarios públicos. La sala segunda del alto tribunal ha trasladado la denuncia a la Fiscalía.
¿Cómo se ha llegado al punto de plantear una moción de censura?
Las acusaciones de Idoia Nieves se suman a una legislatura especialmente convulsa en Navarra. Aunque PSN y UPN comenzaron gobernando en coalición, Yolanda Barcina expulsó a los socialistas de su Gobierno en junio de 2012 tras una larga serie de desencuentros.
Desde entonces, UPN, que gobierna en minoría con 19 de los 50 diputados del Parlamento, ha visto cómo la Cámara tumbaba la práctica totalidad de sus propuestas y aprobaba las de la oposición. La Administración navarra funciona en 2014 con los presupuestos aprobados para 2012 y ha perdido el control de las empresas públicas, que han pasado a depender del Parlamento.
La oposición ha aprobado medidas, como el pago del Impuesto de Bienes Inmuebles por parte de la Iglesia o la expropiación de viviendas a entidades financieras, a las que UPN se opone. El Gobierno de Rajoy ha llevado 17 de ellas al Constitucional para evitar su entrada en vigor.
La consejera de Sanidad ha sido reprobada por la Cámara tras una ola de dimisiones en su departamento y, en marzo del año pasado, el Parlamento aprobó una declaración en la que se pedía la dimisión de Yolanda Barcina por el escándalo de las dietas de Caja Navarra. Un mes después, la abstención de los socialistas evitó que saliera adelante la moción de censura impulsada por Bildu y Aralar/Na-Bai. Fue la primera moción de ese tipo en la historia de Navarra. Ahora podría llegar la segunda.
¿Puede salir adelante la moción de censura que plantean los socialistas?
El PSN necesita el apoyo de 26 de los 50 diputados con los que cuenta el Parlamento para sacar adelante la moción. Dado el rechazo de los 19 diputados de UPN y los 4 del PP, el PSN necesita los votos favorables de los 6 diputados de Na-Bai/Aralar, los 3 de Izquierda-Ezkerra (IU+Batzarre), los 2 de Geroa Bai (PNV e independientes) y los 7 de Bildu.
UPN y el PP apelan a 'razones de Estado' para que los socialistas no acepten el apoyo de Bildu, de quien dicen que exigirá contrapartidas. El PSN afirma que no llegará a ningún acuerdo con Bildu a cambio de su apoyo y rechaza que el voto favorable de Bildu implique la existencia de un pacto.
¿Son frecuentes los acuerdos con Bildu en la política navarra?
Exista o no un acuerdo de por medio, no es infrecuente que el PSN o UPN voten en el mismo sentido que Bildu para aprobar o rechazar medidas. UPN y Bildu han coincidido en el sentido de su voto en la aprobación de una docena de resoluciones en el Parlamento de Navarra en lo que va de año.
La situación también se repite en algunos municipios. Los socialistas han recordado en los últimos días que en Leitza, el único concejal de Unión del Pueblo Navarro votó a favor de los presupuestos, a pesar de que Bildu gobierna con mayoría absoluta. En Bera, UPN sumó su voto al de Aralar, Bildu y Geroa Bai para sacar adelante las cuentas. Por su parte, los ediles de la izquierda abertzale permitieron la aprobación de los presupuestos de Tafalla y Olite, gobernados por UPN, pese a la oposición de los socialistas. UPN asegura que todos estos casos no son comparables a una moción de censura y reitera que nunca ha llegado a acuerdos con Bildu.
¿Qué pasará después de la moción de censura?
Como sucede en el Congreso de los Diputados, las mociones de censura en Navarra son 'constructivas': su aprobación implica la elección de un nuevo presidente. Si el PSN presenta finalmente una moción de censura, su secretario general, Roberto Jiménez, pretende ser el candidato a sustituir a Barcina, aunque su nombre no acabe de gustar al resto de fuerzas de la oposición. En el caso de que la moción salga adelante, Jiménez ha anunciado que disolverá la Cámara y convocará elecciones anticipadas el 25 de mayo. Hasta entonces gobernará Navarra con un ejecutivo en funciones.
Si sale adelante la moción de censura y se convocan las elecciones, ¿será Yolanda Barcina la candidata de UPN?
Barcina ha evitado pronunciarse hasta ahora sobre la cuestión. Aunque en los últimos días haya asegurado que el partido está más unido que nunca, lo cierto es que la figura de Barcina divide a UPN. En marzo del año pasado, Barcina revalidó el cargo de presidenta de UPN con un 51,7% de los votos tras una dura batalla con el hasta entonces vicepresidente de la formación, Alberto Catalán, que contó con el respaldado del expresidente de Navarra Miguel Sanz.
Buena parte de la militancia considera que Yolanda Barcina es responsable de la inestabilidad política de la Comunidad Foral por haber roto su acuerdo de Gobierno con los socialistas. Una victoria de Catalán en el Congreso de UPN hubiera permitido acercar posturas con el PSN. Según Diario de Noticias, militantes críticos están recogiendo firmas para forzar la salida de Barcina en un congreso extraordinario. Ella lo niega.
¿Qué pasará si se celebran elecciones?
Tres sondeos realizados en la segunda mitad del año pasado fijan un escenario similar al actual: UPN, vencedora con un ligero desgaste, y PSN sumarían mayoría absoluta y los bloques nacionalista y no nacionalista obtendrían un número de escaños parecido al que tienen actualmente (Geroa Bai –PNV– incorporaría la mayor parte de los votos de la extinta Nafarroa Bai, aunque el principal partido de esa coalición, Aralar, se presentará ahora como integrante de EH Bildu).
De repetirse el escenario, regionalistas y socialistas estarían condenados a entenderse si quieren evitar un nuevo gobierno en minoría. Sólo uno de los sondeos ofrecía una mayoría absoluta alternativa con 26 escaños exactos: la suma de PSN, Geroa Bai e Izquierda-Ezkerra.
¿Es posible un gobierno con los nacionalistas en Navarra?
El temor a una pérdida de la autonomía de Navarra ha sido agitado tradicionalmente por UPN para evitar que los socialistas pacten con los partidos nacionalistas. Se trata de un mensaje que cobra una enorme resonancia fuera de Navarra. De hecho, en agosto de 2007, José Blanco vetó el acuerdo alcanzado entre el PSN y Nafarroa Bai que convertía al socialista Fernando Puras en presidente y dejó gobernar a Miguel Sanz. La desautorización de Ferraz costó a Puras su dimisión y al PSN, un grave daño de imagen que aún no ha superado.
Sin embargo, los nacionalistas ya han formado parte del Gobierno de Navarra en una ocasión: en junio de 1995, el socialista Javier Otano gobernó con el apoyo de EA y los regionalistas del CDN. El experimento duró poco. Un año después, Otano presentaba su dimisión tras el hallazgo de una cuenta en Suiza a su nombre en pleno escándalo por el caso Roldán. Aquel fue el último ejecutivo socialista en Navarra. Tras él comenzó un 'reinado', el de UPN, que puede llegar ahora a su fin.