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La ONG alojó a una víctima junto a Rodrigo de Santos después de que le denunciase ante la Policía

La ONG Horizontes Abiertos alojó a uno de los denunciantes de Rodrigo de Santos en la misma residencia a la que había desterrado al exconcejal de Palma después de que ese mismo chico y otro más le denunciaran ante la Policía por presuntas agresiones sexuales, han informado a eldiario.es fuentes del caso. En esa casa de Villanueva de la Cañada (Madrid) tuvieron que convivir denunciante y denunciado varios días. El 5 de diciembre se personaron allí agentes de la Unidad de Familia y Menores (UFAM) de la Policía para detener a Rodrigo de Santos, el exedil del PP en Palma que ya había cumplido condena por abusos sexuales a menores y malversación de fondos públicos.

La víctima, un joven que ronda los treinta años, había sido apuñalado el 12 de noviembre en la casa donde sufrió los presuntos abusos, según la denuncia que interpuso el día 15 de ese mes ante la Policía. El supuesto agresor era otro recluso, un usuario del Proyecto Javier, que dirigía Rodrigo de Santos.

El herido ya había cumplido toda su condena, pero la Fundación del padre Garralda le concedió una prórroga para seguir en la casa destinada a los permisos penitenciarios.

El joven apuñalado, Rachid (nombre ficticio), carecía de recursos y la ONG lo trasladó a su proyecto Padre Arrupe, destinado a personas sin hogar que sufren enfermedades terminales, hasta que se recuperara de la operación que siguió al apuñalamiento. Cuando el chico llegó a la casa, en ella estaba el hombre que, según su denuncia ante la Policía, le había realizado tocamientos y amenazado con retirarle el aval necesario para disfrutar de permisos si no accedía a mantener relaciones sexuales con él. En la investigación no consta que durante esos días en Villanueva de la Cañada se reprodujeran los episodios de acoso.

La actual dirección de la Fundación Padre Garralda-Horizontes Abiertos no ha contestado durante cuatro horas al requerimiento de información de eldiario.es sobre estos extremos y solo lo ha hecho una vez publicada su primera versión. Entonces, una portavoz ha asegurado que el exconcejal y su presunta víctima no coincidieron en la casa de Villanueva de la Cañada porque De Santos fue trasladado a otro centro, el de Las Tablas, antes de que llegara el apuñalado.

Otras fuentes de la fundación aseguran, sin embargo, que esa es la coartada que se acordó entre la dirección y el propio De Santos y que éste trasladó a trabajadores, responsables y usuarios de la misma en esos días. La propia víctima y otros testigos contaron a la Policía que Rachid tuvo que convivir con De Santos en la vivienda del proyecto Padre Arrupe, precisamente donde fue detenido el 5 de diciembre, confirman las fuentes del caso citadas.

El caso de presuntos abusos sexuales comenzó a emerger en octubre de 2017. Un joven latinoamericano, Benjamín (nombre ficticio), puso en conocimiento de una subordinada de Rodrigo de Santos las presuntas agresiones sexuales a las que el exconcejal del PP le había sometido durante ocho meses bajo la amenaza de retirarle el aval de Instituciones Penitenciarias.

El 19 de octubre, Benjamín denunció ante la Policía el caso. Una semana después se personó ante los agentes Rachid. La falta de reacción por parte de la ONG hizo que los chicos se dirigieran a los funcionarios del Centro de Inserción Social del que dependían, el Victoria Kent.

Los funcionarios de Instituciones Penitenciarias exigieron de inmediato a la Fundación del Padre Garralda que apartara a De Santos del Proyecto Javier. Antes habían telefoneado a la veintena de reclusos repartidos por las cuatro casas del proyecto para que pasaran su siguiente permiso en el Victoria Kent y no tuviesen que regresar a los pisos de Horizontes Abiertos. El 1 de noviembre fue el último día de Rodrigo de Santos al frente del Proyecto Javier, las cuatro viviendas de acogida para reclusos de permiso penitenciario o en régimen de semilibertad.

La Fundación estaba entonces dirigida por María Dolores Navarro, exconcejal de los Ayuntamientos de Madrid y Torrejón de Ardoz e histórica militante del PP madrileño. Su Patronato estaba plagado de otros miembros de la formación política en la capital. Navarro había permitido que De Santos entrara como voluntario en la ONG a pesar de sus condenas por abusos sexuales a menores y que progresara en un año y medio desde esa función, a responsable de todo el voluntariado de la Fundación y de ahí, a compaginarlo con la dirección del Proyecto Javier, un trabajo remunerado. eldiario.es ha intentado recabar la versión de Navarro sin éxito.

Cuando los funcionarios del Victoria Kent exigieron apartar a De Santos, la presidenta de la Fundación lo envió al proyecto de Villanueva de la Cañada, a donde después fue trasladada su presunta víctima.

Un ascenso meteórico en la Fundación

El ascenso de Rodrigo de Santos en la Fundación fue meteórico. Aterrizó en 2015 como voluntario recomendado por una religiosa, según explican en el proyecto del recientemente fallecido Padre Garralda. Había cumplido una condena de 5 años por abusos sexuales a menores y otra de dos por gastar 50.000 euros del Ayuntamiento de Palma en prostíbulos gays. Todo lo achacó a su adicción a la cocaína.

Su llegada coincidió con una desbandada de voluntarios de la ONG Horizontes Abiertos, hueco que Rodrigo de Santos aprovechó para medrar. Se convirtió en jefe del voluntariado por decisión de Navarro y compaginó en poco ese cargo con el Proyecto Javier, una casa en Entrevías para que los reclusos que no podían alegar arraigo en sus permisos penitenciarios tuvieran un sitio donde comer y dormir y ser autorizados así a salir de la cárcel con el tercer grado.

De Santos impulso que el proyecto creciera en tres casas más, destinadas a aquellos internos que gozaban de un régimen de semilibertad. Y se le asignó un sueldo, que según la actual dirección de la Fundación era de 22.000 euros anuales. Otras fuentes próximas la ONG aseguran, sin embargo, que ahí no están incluidas las horas que Rodrigo de Santos hacía doblando turnos. El imputado por las agresiones sexuales hacía coincidir esas jornadas agotadoras con las noches en las que sus víctimas estaban de permiso y debían dormir en el proyecto. La fundación defiende que eso solo pudo ser posible cuando faltara al trabajo un compañero de De Santos o durante las vacaciones.

Este hecho fue puesto en conocimiento del magistrado Juan José Escalonilla por varios testigos y el magistrado solicitó un informe con las tablas de los turnos de Rodrigo de Santos a la Fundación del padre Garralda, precisan las fuentes consultadas. Ese informe confirma la coincidencia entre los dobles turnos de Rodrigo de Santos y los permisos penitenciarios de Benjamín y Rachid, entre otros.