Pedro Sánchez: “Hay gente que insulta y gente que somos insultados”
“En cinco años de Gobierno progresista, frente a cada profecía catastrofista se ha impuesto un dato positivo. La España de hoy es una España mejor que la que encontramos cuando llegamos, con más empleo y más derechos. Y tenemos un Gobierno limpio, sin tacha de corrupción. Tenemos cuatro años por delante para consolidar y ensanchar todos esos avances manteniendo la corrupción alejada de la vida pública”. Así ha resumido el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, la acción de su administración en 2023, aunque lo ha extendido al lustro que lleva en la Moncloa. Un repaso que ha contrapuesto a la labor de “la derecha y la ultraderecha” en la oposición: “Hay gente que insulta y gente que somos insultados”.
Sánchez ha hecho este miércoles el habitual balance del año tras la última reunión del Consejo de Ministros prevista para este 2023 y en el que se ha aprobado la prórroga del real decreto ley aprobado por el Gobierno de coalición para afrontar la crisis de la inflación. El presidente del Gobierno ha defendido que el nuevo Ejecutivo mantiene la “continuidad” en la “agenda transformadora” que ya acometió en la pasada legislatura. “No vamos a abdicar de nuestra principal tarea, mejorar y proteger la vida de la mayoría con medidas valientes sea cuando sea preciso”, ha dicho.
El presidente ha querido comparar “dónde estábamos hace un año” y dónde está el país a las puertas de 2024. “Algunas voces hablaban de una recesión técnica”, ha recordado. Pero, ha añadido, “la economía española ha desmentido a todos los profetas del caos, mostrando solidez pese a la incertidumbre”. “Los principales organismos pronosticaban un aumento del PIB del 1,2% para 2023. Hoy sabemos que España va a crecer el doble, cerca del 2,5%, cuatro veces más que la media de la Eurozona”, ha sostenido. “La Comisión preveía un crecimiento del 0,8% en el empleo, y va a crecer más del doble, alrededor del 2%”, ha añadido. “Tal día como hoy, la inflación era del 6,8%. Hoy afortunadamente la inflación se sitúa en el 3,2%”, ha concluido.
Sánchez ha celebrado así la “consistencia y compromiso social del Gobierno para hacer frente a la crisis” provocada por la invasión rusa de Ucrania. “No son datos para la complacencia”, ha concedido tras admitir que existe “un escenario complejo”. Pero sí son datos “para la esperanza”, ha añadido. “Queda mucho, pero estamos en la senda correcta”, ha zanjado.
“Los indicadores acreditan que España está avanzando”, ha apuntado Sánchez, que ha mostrado “motivos para mantener la esperanza y la confianza en el futuro inmediato”. “Si algo hemos demostrado es que no hay dicotomía entre justicia social y crecimiento. Se puede crecer con justicia social, es la mejor forma de crecer. Este 2023 lo certifica con datos y evidencias, hemos crecido creando empleo, reforzando el Estado de bienestar y subiendo el SMI. Se puede subir con justicia social”, ha insistido.
Sánchez ha informado de que este mismo viernes anunciará el relevo de Nadia Calviño al frente de la Vicepresidencia Económica tras ser elegida como presidenta del Banco Europeo de Inversiones. “Conocerán a los protagonistas el próximo viernes”, ha dicho.
Progresistas y derecha: dos proyectos de país
El presidente del Gobierno también ha querido pronunciarse de forma extendida sobre la crispación política en aumento en España, hasta el punto de que la RAE ha elegido “polarización” como palabra del año.
Sánchez ha contrapuesto los dos proyectos de país que, ha dicho, existen en España: el del Gobierno de coalición que preside y el de “la derecha y la ultraderecha”. “Hay gente que insulta y gente que somos insultados, gente que asedia sedes y otros somos asediados”, ha explicado. “No es aceptable”, ha dicho.
Este mismo miércoles, la presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha asegurado: “Sánchez es un comunista al que aplauden los terroristas”.
Sánchez ha sido duro no solo con los adversarios políticos que recurren a esos “insultos”. “Lo que no es aceptable es el nivel de descalificaciones e insultos a los que ha llegado la oposición durante estas ultimas semanas”, ha apuntado. El presidente se ha referido expresamente a cuando Ayuso le llamó “hijo de puta” en la tribuna del Congreso, que luego el PP de Madrid intentó reutilizar y reconvertir en un jocoso “me gusta la fruta”.
“Creo que desde el punto de vista social y mediático, el comentario debería ser absolutamente reprochable, cuando no condenable”, ha dicho, para lamentar que “un líder de otro partido político se regodee diciendo que 'me gusta la fruta'”. Fuentes de la Moncloa han asegurado a elDiario.es que la frase es una referencia directa al uso que el PP de Alberto Núñez Feijóo está haciendo de las palabras de Ayuso.
La presidenta de Madrid se ha reafirmado en su insulto, y su líder político no la ha desautorizado ni ha condenado las palabras que Ayuso profirió. “Me parece absolutamente deleznable y me parece que demuestra el bajo nivel al que ha llegado la política”, ha apuntado Sánchez.
“Entiendo cuál es la lógica de la derecha y la ultraderecha”, ha asegurado. “Desmovilizar y crear desafección para que cuando vengan las contiendas electorales haya desmovilización y descontento”, ha añadido. “Ese no es un proyecto político para nuestro país. Sabemos cuál es el de la derecha y la ultraderecha, la rabia, el insulto y la frustración. Pero nosotros vamos a responder con un proyecto de país que se refleja en el real decreto ley que aprobamos, y en las leyes que estamos impulsando”, ha defendido.
Todos deben verse “representados” por el mensaje del rey
El presidente del Gobierno ha ofrecido una valoración sobre el discurso del rey del pasado 24 de diciembre a preguntas de los periodistas y después de suscitar las quejas de algunos de los socios de la coalición, además de entre sus aliados parlamentarios.
Sánchez ha sido escueto en su respuesta. “Primero, absoluto respeto al discurso de Navidad del jefe del Estado”, ha dicho. “Y en segundo lugar, recordar lo evidente, que es el jefe del Estado, y todos los ciudadanos y ciudadanas, la amplia mayoría de ciudadanos y ciudadanas, voten lo que voten, se tienen que ver reflejados y representados en su discurso”, ha añadido. “Y yo lo que le puedo decir es que el PSOE se ha visto reflejado en el discurso”, ha concluido.
En el arranque de la comparecencia, Sánchez ha recordado que “115 días después” de las elecciones del 23 de julio, “tras la investidura fallida del candidato del PP, la voluntad popular se abrió paso y una amplia mayoría que representa a más de 12 millones avalaron con su voto al nuevo gobierno progresista”.
El papel de España en el Mar Rojo
Sánchez también ha defendido el papel internacional de España, especialmente la Presidencia de turno de la UE que ha recaído en él durante este semestre que ahora concluye.
El jefe del Ejecutivo ha apuntado la “clara apuesta por la estabilidad y la paz en el mundo” que ha hecho España “con una política exterior clara, coherente, feminista y comprometida con los Derechos Humanos”. “Así ha sido en Ucrania, donde nos hemos posicionado del lado del país agredido”, ha dicho. “Y también en Gaza, donde lógicamente hemos condenado y seguimos condenando el terrorismo de Hamás, pero trabajamos para poner fin al insoportable sufrimiento de población civil y traer la paz” con una solución que contemple “dos Estados”.
En cuanto a la Presidencia de la UE, Sánchez ha planteado con “humildad” que “es justo decir que ha habido un enorme éxito” en estos seis meses de mandato español, con “más de 70 expedientes” zanjados, una “cifra superior a otras Presidencias” y con “acuerdos histórico que van a permitir tener una Europa más amplia y sostenible”, con el inicio de las incorporaciones de países como Ucrania, Moldavia, Bosnia o Georgia, y con el impulso de “nuevas leyes”.
Sánchez también ha dejado la puerta abierta a una participación futura de España en la misión militar que la UE y la OTAN plantean en el Mar Rojo para permitir que el comercio desde Israel no se vea limitado por los ataques de los hutíes en represalia por los bombardeos de la población civil en Gaza.
“España no se opone a que se cree una operación”, ha dicho. A lo que sí se opone España, ha explicado, es a que esta nueva misión se intente incrustar en la Operación Atalanta que ya se desarrolla en el Océano Índico contra la piratería. Una misión que “no tiene las características ni naturaleza que se exige en el Mar Rojo”, donde los objetivos son “distintos” y el “riesgo, diferente”.
Pero Sánchez ha planteado que el Gobierno está “dispuesto y abierto a que se plantee esa operación, pero no sobre el marco de la Operación Atalanta”.
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