La infanta Pilar de Borbón, hermana del rey Juan Carlos y tía de Felipe VI, ha admitido ser titular junto con su marido de una sociedad en Panamá, entre 1974 y 2014, pero afirma también que la firma nunca ha tenido ingresos “fuera del control de las autoridades fiscales” ni ha incumplido “ninguna obligación que exigiera la legislación tributaria española”.
Según afirma en un comunicado remitido a Europa Press, la empresa se disolvió al no contar con recursos suficientes “ni expectativas” que justificaran su mantenimiento. Por esto, asegura que el cierre no está relacionado con la proclamación de Felipe VI como Rey, afirmación “sencillamente errónea”, reza el texto.
En el texto, la infanta explica los motivos por los que su marido, Luis Gómez-Acebo, decidió tener de una sociedad radicada en Panamá “para desarrollar su actividad profesional fuera de España” y a cuya titularidad se sumó ella. Y concluye afirmando que nunca se incumplió ninguna norma fiscal ni hubo “voluntad de ocultación alguna”, como a su juicio lo demuestra el hecho de que no se situara a terceras personas al frente de la misma.
La empresa había sido creada en 1969 y era propiedad de Aleko Papamarkou, “conocido empresario y amigo personal de mi marido”, relata la infanta en el escrito. Afirma que en agosto de 1974, su marido se planteó iniciar “actividades profesionales” lejos de España a raíz de que ETA intentara su secuestro y el de Don Juan, padre de Pilar de Borbón.
Para ello, Papamarkou “cedió” a Luis Gómez-Acebo la titularidad de esa sociedad, a la que se sumó la infanta por “razones de seguridad personal y ante la gravedad de posibles eventualidades, en aquel momento y, por desgracia, nada descartables”.
Pilar de Borbón continúa su relato asegurando que su marido desarrolló en los diez años siguientes “distintos proyectos profesionales”, aunque “la grave recesión” de la economía en esos años “afecto de manera negativa tanto a las expectativas de éxito como a los resultados obtenidos”.
Luis Gómez-Acebo mantuvo esa actividad hasta que se le detectó un cáncer en 1984, una enfermedad que fue avanzando y le produjo “sucesivas recaídas que acabarían con su vida en 1991”. La lucha contra la enfermedad fue en esos años la “prioridad”, añade la infanta, y la citada sociedad en Panamá “no desarrolló” proyectos.