El equipo de trabajo que prepara la asamblea fundacional de Podemos ha publicado un borrador de un “protocolo de validación de círculos” que es, en esencia, un reglamento que pondrá orden en la explosión de agrupaciones del partido de Pablo Iglesias que han surgido desde su fulgurante irrupción el 25M. El documento, que no es definitivo, establece que los círculos son soberanos para “tomar decisiones en su ámbito territorial” aunque incluye una reserva: “Siempre que no contravengan las decisiones de los órganos electos de mayor representatividad territorial”.
Entre las competencias explícitas que el documento otorga a los círculos se encuentra todo lo referente a los procesos electorales. “La idea es que haya un marco estatal y que cada círculo busque la fórmula para aplicarlo en su territorio”, explica Miguel Bermejo, miembro del grupo que organiza la asamblea y uno de los redactores del borrador. Y añade: “Los círculos tendrán que saber seguir la línea política marcada”.
La referencia es habitual en los estatutos o reglamentos de todos los partidos políticos. La salvedad introducida por el equipo que organiza la Asamblea Ciudadana Sí Se Puede habría pasado desapercibida si en el seno de Podemos no existiera una pugna sobre si deberían o no concurrir a las próximas elecciones municipales de 2015 de forma generalizada en toda España.
Aunque el equipo promotor se inclina por que Podemos no se presente utilizando su marca y ha recordado recientemente que están surgiendo multitud de iniciativas ciudadanas, miembros y simpatizantes del partido defienden su derecho a decidir qué hacer en su ámbito. La decisión final, sea una, otra o intermedia, se tomará en la asamblea de otoño. Bermejo insiste en este punto: “Ahora mismo estamos abiertos a cualquier cosa”.
Respuesta a una necesidad
El borrador va más allá del terreno electoral y trata de poner orden en el surgimiento de círculos o grupos autodenominados así. “Surge de una necesidad y de una reivindicación”, explica Bermejo. “Mucha gente lo pedía. El documento era necesario”, zanja.
El borrador regula así desde cómo y cuándo se puede constituir un círculo hasta en qué situaciones es posible disolverlo y qué pasaría con el patrimonio que, llegado el caso, pudiera haber acumulado. O cómo y quién decide qué pasa cuando en un mismo territorio se han constituido dos agrupaciones.
El equipo de trabajo que lidera Luis Alegre asegura querer respetar la “autonomía y espontaneidad” con la que ha funcionado el partido hasta ahora, asegura Miguel Bermejo. Sin embargo, se han dado cuenta de que debían establecer un protocolo de validación: “En algunos lugares hay círculos peculiares. Y debemos decidir sobre ellos entre todos”.
El documento establece con carácter general que solo podrá existir un círculo por ámbito territorial, aunque Bermejo reconoce que en determinadas zonas, como las grandes ciudades, habrá que establecer otro tipo de división.
Las normas que regirán para los círculos territoriales también valdrán para los sectoriales y profesionales, aunque el documento no establece pormenorizadamente cómo se articularán estos, algo que recogerá el documento sobre organización.
Consulta íntegro el borrador del documento.