“Tengo que decir que no me gustó nada. Fue una intervención amenazadora y con unos términos inadmisibles --ha afirmado Posada en los pasillos del Congreso--. A mí me dejó mal sabor de boca”.
Rato fue interrogado hace meses en el Congreso por la crisis de Bankia e incluso está denunciado en la Audiencia Nacional por un grupo parlamentario (UPyD), pero cuando acudió a la Cámara baja no recibió el trato que le dispensó el Parlamento.
A su juicio, el exvicepresidente no fue tratado adecuadamente, y no sólo le “duele” por tratarse de un amigo suyo, sino porque no cree que un Parlamento deba dispensar ese trato a ningún compareciente.