El PP llama a la “remontada” el 26M para dar un “correctivo” a Pedro Sánchez
El PP se conjura contra la debacle del 28A y llama a la “remontada”. El presidente del partido, Pablo Casado, ha abierto la campaña del 26M en Madrid en un día difícil. Apenas unas horas antes, el CIS hacía realidad los peores augurios demoscópicos para el gran bastión conservador, amenazado por la suma de izquierdas. Sin hacer mención alguna al barómetro, el líder ya no quiere hablar de “lo que se hizo mal” y apela a la “movilización” como la única manera de recuperarse y dar “un correctivo” a Pedro Sánchez que le haga “más difícil hacer lo que quiera”.
El discurso de este jueves se ha centrado, sobre todo, en levantar la moral de los suyos ante una explanada, la del Temblo de Debod de Madrid, algo vacía pero atestada de banderas españolas y del PP. Así, el partido aspira a “reconectar” con los electores que les dejaron el 28A con una “política moderada”. Pide, primero, confianza. “Los votantes nunca se equivocan pero no se van a equivocar cuando elijan al PP. Seguimos siendo su casa. Seguimos siendo la fuerza tranquila pero imparable”, ha destacado Casado ante unas elecciones que serán el mejor examen a su volantazo al centro. Solo el número de votos en dos semanas determinará si fue lo acertado para sacudirse de la sangría. O al menos evitar daños mayores para no perder el poder territorial y poder ser “el contrapeso” al PSOE. “Seremos el contrapeso para que no lo tenga tan fácil, incluso para pactar el gobierno”.
El líder ha reservado el inicio de su discurso para dar un mensaje de “ánimo” a la familia de Alfredo Pérez Rubalcaba, ingresado en estado de “extrema gravedad” tras sufrir un ictus el pasado miércoles. Después ha tratado de defender, desmintiendo cualquier viraje, que el PP lleva toda la vida “centrado”: “¿Ahora es novedad es que remastericemos un lema que nos haa acompañado durante décadas?. Y ha cumplido con su palabra de ”devolver todas las bolas“ a Ciudadanos. En el acto que ha dado el pistoletazo de salida a la campaña de la que pende la credibilidad de su proyecto, Casado ha recrudecido los ataques contra el partido de Albert Rivera y Vox.
Sin mencionarles, ha calificado de “crueles” a los primeros por “descorchar champán” el día que ganó Pedro Sánchez. “No tenemos esa crueldad de decir que da igual que siga gobernando la izquierda, porque, total, hemos sacado unos escaños más que no valen para nada”. A ellos les ha augurado “cuatro años muy largos como líderes de la oposición siendo los terceros”. Y ha anticipado el que funcionará casi como lema oficioso de campaña: Ciudadanos no es de fiar y pueden “cambiar de opinión como hicieron en el 15 y en el 16”.
“Pablo, no te vamos a fallar”, le ha dicho antes la candidata que pugnará por mantener el bastión en riesgo de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. “Las políticas que siempre hemos aplicado nos van a traer la victoria. Vamos a recuperar el Ayuntamiento, arrasar en Europa. Vais a estar más orgullosos que nunca de los resultados electorales”, ha clamado Díaz Ayuso. La candidata ha invitado a los votantes a dejar de “arrugarse porque Tezanos se empeñe una y otra vez”.“Es mentira”, ha afirmado en referencia al CIS conocido este jueves. “Os aseguro que vamos a seguir gobernando porque conocemos Madrid como nadie. Es el momento del PP de Madrid”.
José Luis Martínez-Almeida se ha referido a los 186.000 votos más que sacaron las derechas en la ciudad de Madrid el pasado 28A como la garantía de que “no puede volver a pasar” lo que ocurrió el 28A. Y ha planteado el 26M como un plebiscito entre dos modelos: el de Manuela Carmena y el que representa el PP. “No hay que pedir perdón ni agachar la cabeza por ser del PP. Tenemos que estar muy orgullosos de las políticas. Tenemos que salir a explicar nuestros proyectos, recorriendo incansable, hablar con nuestros vecinos y nuestros amigos”, ha señalado.
Dolors Montserrat, la candidata del PP a las elecciones europeas y encargada de abrir el acto, ha reivindicado a la organización como “el partido del centro derecha español” y no “una moda”, en otra alusión velada en el mitin a Ciudadanos y Vox. La batalla por el mismo espectro ideológico continúa. Quedan dos semanas para convencer en segunda vuelta al 20% de los indecisos retratados por el CIS.