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El PP usa el Caso Ponferrada como escudo de defensa para todo

El caso Ponferrada se ha convertido en la respuesta del PP para todo. Los conservadores han encontrado un filón para contraatacar cualquier movimiento del PSOE desde que organizaron una moción de censura que ha resultado ser un auténtico tiro en el pie. Soraya Sáenz de Santamaría lo ha usado contra la portavoz socialista, Soraya Rodríguez, durante la sesión de control en el Congreso. Ana Mato lo ha utilizado en una respuesta a la diputada Ángeles Álvarez. La estrategia pasa por olvidar que Ismael Álvarez era del PP y permitió a este partido gobernar Ponferrada nueve años. Cuando fue condenado por acoso sexual a Nevenka Fernández, Ana Botella defendió que la actuación del alcalde había sido “impecable”.

Rodríguez ha preguntado a la vicepresidenta por la falta de respuestas del Gobierno y del PP por el caso Bárcenas. Y la número dos de Mariano Rajoy ha aprovechado la oportunidad para ridiculizar a los socialistas “porque les ha fallado el criterio y los principios” en el asunto de Ponferrada. La frase ha sentado como un tiro en la bancada socialista, que inmediatamente ha empezado a protestar. El presidente del Congreso tuvo que interrumpir para llamar al orden y pedir a la diputada Carmen Montón que se comportase. Sáenz de Santamaría demostró que aún podía exprimir más el ponferradazo y cargó contra lo discutido del liderazgo de Alfredo Pérez Rubalcaba. Así, se burló de lo “exótico” que resulta a los socialistas ver una foto como la que el PP se hizo el lunes para apoyar a Cospedal.

La moción de Ponferrada también ha servido a Ana Mato para defenderse de las acusaciones de incompetencia que le ha dirigido el PSOE. La ministra, que atribuye al machismo todas las críticas que se le hacen por haber recibido favores de la trama Gürtel, se ha permitido dudar de las convicciones de Álvarez, conocida por su defensa de la igualdad: “Si se considera feminista, entonces soy yo la que no entiende cómo sigue en su escaño cuando su partido pacta con agresores”.

La concejala acosada se quejó de que el PP la dejara sola

El entusiasmo con el que el PP aprovecha el caso Ponferrada para defenderse de las acusaciones de corrupción pasa por hacer oídos sordos a los que les recuerdan que Ismael Álvarez militaba en sus filas cuando acosó a la concejala y ha permitido al PP gobernar Ponferrada hasta hace muy poco. Los conservadores también simulan olvidar que la propia concejala que fue víctima del acoso denunció que sus compañeros de partido la habían dejado sola.

No le ocurrió lo mismo a su acosador cuando el juez dictó la sentencia. La más entusiasta defensora de la actuación de Álvarez fue entonces Ana Botella. La alcaldesa de Madrid llegó a calificar de “impecable” su conducta y lo puso de ejemplo por haber dimitido de la alcaldía.