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Los progresistas del Poder Judicial mantienen el suspense sobre nuevas dimisiones para forzar la renovación

Pleno del CGPJ del 20 de diciembre.

Elena Herrera

24 de marzo de 2023 14:57 h

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El sector progresista del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) ha aplazado la decisión sobre posibles nuevas dimisiones para forzar la renovación del órgano, que está en funciones desde diciembre de 2018 por un bloqueo impuesto por el Partido Popular para mantener su actual mayoría conservadora.

Vocales de este sector se han reunido este viernes para empezar a abordar esta posibilidad como una vía de salida a la anomalía que supone que un órgano constitucional lleve más de cuatro años con el mandato caducado, si bien no han tomado por el momento ninguna decisión. Han acordado celebrar otra reunión “más amplia” el próximo martes. Con todo, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha dado por perdida la renovación en esta legislatura y ha asumido que esta no se producirá hasta después de las generales de diciembre.

El encuentro de los vocales progresistas, convocado de manera precipitada este jueves, ha contado con la presencia de cinco de los ocho miembros del grupo: Álvaro Cuesta, Clara Martínez de Careaga, Rafael Mozo, Pilar Sepúlveda y Concepción Sáez, quien ya ha dejado clara su voluntad de dimitir. No han asistido Mar Cabrejas, Roser Bach y Enrique Lucas. Según las fuentes consultadas, los asistentes han analizado “los posibles escenarios y las posibilidades y consecuencias jurídicas de nuevas dimisiones” ante una situación que consideran “insostenible” por la no renovación del órgano. Unas renuncias que, en todo caso, serían “individuales y no colectivas”, según estas mismas fuentes. 

La cita ha evidenciado que en este momento no hay unanimidad en el sector progresista sobre la oportunidad de una renuncia en bloque, que es la propuesta del vocal Álvaro Cuesta, promotor de este encuentro. Hay miembros de este grupo que dudan del efecto real que pudiera tener esta renuncia si el PP no se aviene a negociar con el Gobierno en un momento político complejo, con varias citas electorales por delante. Aluden también a los problemas que se podrían generar en la gestión ordinaria del órgano. Por ejemplo, en lo relativo a comisiones de servicio o permisos de jueces y magistrados. La voluntad, en cualquier caso, es adoptar una decisión “fundada, concertada y organizada”, dice uno de los vocales asistentes a ese encuentro. 

La dimisión de la vocal Concepción Sáez, elegida en su día a propuesta de Izquierda Unida, sí ha precipitado los movimientos en el órgano de gobierno de la magistratura. Aunque no hay un criterio único, la posibilidad de dimisión en bloque sí está ahora encima de la mesa y se abordará también en el pleno previsto para el próximo jueves. Una iniciativa tras la que subyace la idea de dejar inservible el órgano por ausencia de quórum para tomar decisiones. Y evidenciar, de esta forma, la necesidad de su renovación. 

Sánchez acusa al PP “secuestrar la Constitución”

Todo ello, a pesar de que el propio presidente del Gobierno da por perdida la renovación en esta legislatura. Desde Bruselas, donde ha participado en el Consejo Europeo, Sánchez ha vuelto a acusar al PP de “secuestrar la Constitución y leerla conforme a sus intereses partidistas” con el fin de “enviar un mensaje” a los ciudadanos de que el “conservadurismo” será quien “ocupe, monopolice y domine” el Poder Judicial. “Lo que está claro es que después de las elecciones, esperemos que con una mayoría progresista más amplia, podamos de una vez por todas hacer ver al PP que tiene que cumplir la Constitución”, ha aseverado.

En lo que no ha querido entrar Sánchez es en los movimientos en el sector progresista del CGPJ para intentar forzar, con dimisiones, la renovación. “No puedo entrar a valorar lo que puedan hacer unos u otros vocales del CGPJ, pero debo lamentar una vez más este bloqueo porque no tiene precedentes en la democracia española”, se ha limitado a contestar antes de reiterar que “lo que está haciendo el PP es degradar una institución muy importante para el correcto funcionamiento de la democracia”.

Además, ha sostenido que España no ha mejorado más en su valoración sobre la calidad de la democracia precisamente por ese bloqueo que inquieta a la Comisión Europea, que reiteradamente insta a España a proceder a la renovación. Ahora el comisario de Justicia, Didier Reynders, advierte de que debería hacerlo antes de que asuma la presidencia rotatoria de la UE. 

La propuesta de dimisión en bloque

Los vocales progresistas se han reunido este viernes a propuesta del vocal Álvaro Cuesta, que considera que la presencia de estos consejeros en el órgano “queda en evidencia” tras la dimisión del presidente Carlos Lesmes, que tuvo lugar el pasado octubre, y la reciente carta de renuncia de Sáez, conocida este miércoles. 

“Nuestra obligación, a la vista de las circunstancias, es abrir el debate sobre la situación del CGPJ y la posible dimisión de los vocales (...). Si nos vamos ocho, como mínimo, ya no se constituirá válidamente el Pleno. Propongo abordar y afrontar esta cuestión de forma coordinada”, afirmó Cuesta, en un mensaje enviado este jueves al resto de progresistas. “No estoy dispuesto a recibir lecciones cuando me siento tan atado a esta institución por su no renovación como quienes ya han dimitido”, decía en ese mismo mensaje.

El artículo 600.4 de la ley del Poder Judicial exige que para la válida constitución del pleno “será siempre necesaria, como mínimo, la presencia de diez vocales y el presidente”. En la actualidad, el órgano de gobierno de los jueces está conformado por diez vocales elegidos a propuesta del PP, seis del PSOE, una de IU —que ya ha anunciado su dimisión— y otro del PNV, al que se suele ubicar en el sector progresista. De acuerdo a este artículo, en caso de dimisión en bloque de los ocho progresistas, el pleno no se podría conformar de manera válida.

El precedente de 2020

La posibilidad de que los vocales renunciaran para forzar la renovación se abordó sin éxito en un pleno celebrado en diciembre de 2020, en plena bronca con los partidos que sustentan al Gobierno a propósito de la reforma que acabó quitando competencias al CGPJ cuando está en funciones. 

Entonces, Cuesta planteó una propuesta de resolución para que todos sus miembros anunciaran su “renuncia” a partir del 1 de enero, cuando ya se habían cumplido de largo dos años con el mandato caducado. Esa iniciativa, sin embargo, solo fue respaldada por otros cuatro vocales del sector progresista —Martínez de Careaga, Mozo, Sepúlveda y la propia Sáez— y nunca llegó a fraguarse en una iniciativa concreta. 

Ahora, la primera en dar el paso ha sido la vocal Sáez, que el pasado 13 de marzo envió una carta al presidente presentándole su renuncia. En esa misiva, califica de “inútil” su continuidad en lo que considera un escenario de “radical y puede que ya irreversible degradación de la institución”. Y explica que la “incapacidad de tomar determinadas decisiones en el ejercicio ordinario de las competencias” del órgano “al tiempo que se clama por la recuperación de competencias impropias de un Consejo en funciones” [en alusión a la pretensión de algunos vocales de pedir la derogación de la ley que le impide nombrar jueces] han terminado por agotar su “paciencia”. 

El CGPJ informó en un comunicado en la noche del miércoles de que Mozo “está considerando la aceptación de la renuncia” tal y como establece la ley del Poder Judicial, que detalla que los vocales cesarán de sus cargos “por renuncia aceptada” del presidente. 

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