La gestora quiere pasar página del enfrentamiento que se abrió en el PSOE tras la abrupta salida de Pedro Sánchez a costa de la fecha en la que se dirimirá el liderazgo. Desde octubre, los dirigentes alejados de la dirección provisional, encabezados por el exsecretario general, iniciaron una campaña de críticas en la que reclamaban la convocatoria inminente del congreso. También surgieron decenas de plataformas con ese mismo propósito. La gestora que preside Javier Fernández pretende zanjar ese debate en el Comité Federal de este sábado concretando el fin de semana en el que los socialistas celebrarán el congreso.
El plan de la dirección provisional, no obstante, no incluye fijar el calendario en el que se producirá la batalla por el liderazgo, sino que quedará abierto y a expensas de cerrarlo en una nueva reunión del Comité Federal en el que se convocará formalmente el cónclave. Será entonces cuando se establezcan los plazos concretos para la elección del próximo secretario general.
Ese calendario, que culminará previsiblemente en junio con la celebración del congreso, tendrá que incluir la fecha exacta para la votación en primarias del próximo líder así como los periodos para la presentación de candidatos, la recogida de avales y la campaña.
Solo hay un precedente a nivel federal con esas mismas características: el congreso extraordinario de 2014 en el que Pedro Sánchez, Eduardo Madina y José Antonio Pérez Tapias compitieron para suceder a Alfredo Pérez Rubalcaba. En aquella ocasión, la jornada de votación de los militantes fue dos semanas antes de la celebración del cónclave (las primarias fueron el 13 de julio y el congreso los días 26 y 27 de ese mes). La campaña duró ocho días y la recogida de avales, 14.
Será un reglamento que tendrá que aprobar el Comité Federal el que establezca los nuevos plazos puesto que el vigente solo establece plazos orientativos para esos procesos.
La gestora pretende acallar a los críticos que llevan los 100 días de su mandato reclamando la convocatoria del congreso. Hasta ahora la gestora había dicho oficialmente que plantearía un calendario orientativo.
“Espero que una vez que el Comité Federal del próximo sábado, que aprobará un calendario político para el partido y fijará una fecha al congreso federal ordinario, esa decisión del Comite Federal, sea acatada por toda la organización y que todas las energías del partido se centren en la conformación de un nuevo proyecto político para España, que dé respuesta a la nueva situación que vive nuestro país para convertirnos en una alternativa al gobierno”, ha expresado el portavoz de la gestora, Mario Jiménez.
La dirección del PSOE y los barones afines quieren que este congreso sea ambicioso y suponga una mejora sustancial del proyecto. Por eso quieren que dar relevancia a la ponencia política en la que ya trabajan algunos dirigentes del partido, como Eduardo Madina, Matilde Fernández, Rosa Conde, José Andrés Torres Mora o Ignacio Urquizu, entre otros, y que pretenden abrir a agentes externos en un par de conferencias, al menos sobre modelo político y otra económica, que celebrarán en los próximos meses.
En el sector crítico ven con suspicacias ese proceso y creen que es una “excusa” de la gestora para dilatar la batalla por el liderazgo y allanar el camino a Susana Díaz, a quien ven “quemada” tras la guerra con Sánchez. “Es un debate falso. Las ideas las tenemos. El problema es que nos las pasamos por el forro cada dos por tres”, reflexiona un dirigente territorial.
Jiménez ha pedido, además, que las “energías” de todos los dirigentes socialistas, una vez se fije la fecha del congreso, “se centren en la tarea de oposición al gobierno que estamos haciendo al PP y en la tarea de gobierno de muchas instituciones”.
Así, la aspiración de la gestora es que el debate se centre en los contenidos políticos en las próximas fechas y no en los nombres que pelearán por el liderazgo. Por eso Jiménez espera que los aspirantes a liderar el PSOE no den un paso al frente antes de que se convoque formalmente el congreso en una nueva cita del Comité Federal.