El PSOE recupera a Gabilondo como candidato si hay elecciones
En política un día es un mundo. Incluso tres horas, como se demostró el miércoles tras la presentación de sendas mociones de censura en Murcia que pusieron patas arriba la política nacional con la decisión de Isabel Díaz Ayuso de romper con Ciudadanos y convocar elecciones anticipadas en Madrid. La maniobra de la dirigente madrileña pilló al PSOE con el pie cambiado. A pesar de que el adelanto era una amenaza en los últimos meses, los socialistas no previeron esa reacción de la presidenta madrileña a la que respondieron con el registro de una moción de censura minutos después de que lo hiciera Más Madrid.
La euforia se mantuvo esa tarde en la cúpula del PSOE, que fiaba su estrategia a que Ángel Gabilondo llegara a la Puerta del Sol gracias al apoyo de Más Madrid y Ciudadanos. Sin embargo, en las filas socialistas han ido asumiendo que los comicios el martes 4 de mayo son la opción más plausible. Una vez que la Mesa ha dado por disuelta la Asamblea y ha decidido recurrir el decreto de convocatoria, el PSOE está a la expectativa de lo que determinen los tribunales y mantendrá la defensa de la moción de censura hasta el último momento. La apuesta de la dirección es que Gabilondo repita como cabeza de cartel frente a Ayuso si la resolución judicial da la razón al Gobierno regional y avala la convocatoria electoral, salvo que Pedro Sánchez cambiara de opinión en el último momento.
Ni siquiera Gabilondo ha querido dar por hecho en los dos últimos días que será candidato de nuevo y se ha limitado a ponerse a disposición de lo que decida el PSOE, pero la intención de la dirección es que vuelva a medirse con Ayuso en las urnas. No obstante, en el PSOE evitan hablar oficialmente de una hipotética candidatura electoral hasta que se despeje el horizonte judicial. Ferraz sigue sosteniendo que la convocatoria de la presidenta madrileña no es válida puesto que se habían registrado previamente las mociones de censura contra ella. “Lo primero que se notificó y entró a la Mesa fueron las mociones; lo lógico es que sean estas las que se atiendan y no proceda lo otro”, afirmó el secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, a salir del acto de homenaje a las víctimas del terrorismo celebrado en los jardines del Palacio Real este jueves. La estrategia de los socialistas pasa por mantener hasta el final abierta la puerta a que Gabilondo pueda ser elegido presidente a través de las mociones de censura registradas el miércoles.
No obstante, en las filas del partido admiten cada vez más dudas de que los tribunales se pronuncien en esa dirección. “Lo veo complicado”, asumía un dirigente próximo a Gabilondo que reconocía, no obstante, que deben “seguir en esa idea”: “Hay una vía jurídica que hace falta explorar. Tenemos que jugar ese trabajo hasta el último minuto”.
El horizonte electoral se ha ido abriendo paso en el partido de Sánchez tras una primera jornada caótica y es ahí donde reconocen que el panorama es más incierto todavía. Gabilondo ganó las elecciones hace dos años, pero se quedó por segunda vez a las puertas de gobernar en un territorio hostil. Ciudadanos decantó la balanza en favor de la derecha. En las últimas elecciones generales, tanto Pablo Casado como Santiago Abascal obtuvieron en la región un resultado por encima de su media.
El PP se quedó a tan solo dos puntos de Sánchez -obtuvo un 25% de los votos frente al 21% nacional- y Vox cosechó el 18% de los sufragios -tres puntos por encima del global-. En el PSOE admiten que ambas formaciones están ahora en su momento más fuerte, aunque también consideran que Ayuso puede quedarse con parte del apoyo de la extrema derecha y que no capitalizará todo lo que pierda Ciudadanos. Tanto en las autonómicas como en las generales de abril y noviembre de 2019 el PSOE se quedó en un 27% de las papeletas. El 10N Sánchez no consiguió arañar votos de la debacle de Albert Rivera mientras que el PP subió cinco puntos en la región.
Los socialistas también miran de reojo a su izquierda dado que cualquier posibilidad de arrebatar el poder a la derecha pasa por un acuerdo con otras fuerzas. Unidas Podemos entró en la Asamblea por medio punto y Más Madrid no tiene ya el tándem Manuela Carmena-Iñigo Errejón, aunque los socialistas admiten el “tirón” de Mónica García. “Los datos a nuestra izquierda son preocupantes. La fragmentación del voto en la izquierda es dañina”, resume un dirigente madrileño que sostiene que la campaña del PSOE tiene que basarse en presentarse como la única formación capaz de hacerse con el Gobierno.
El PSOE daba a Gabilondo como candidato amortizado para 2023, pero el adelanto electoral abre un nuevo escenario. El portavoz socialista, que fue un revulsivo para un PSOE en horas bajas en 2015, apenas aumentó su apoyo con el 'efecto Moncloa' que disparó a los socialistas en prácticamente todo el país cuatro años después. Además, en los últimos meses ha quedado claro que estaba de salida al formar parte su nombre de la propuesta de Sánchez para el Defensor del Pueblo en las negociaciones fallidas con el PP para la renovación de los órganos constitucionales.
Con esos mimbres, las cábalas se habían disparado en la federación madrileña ante la posibilidad de que Sánchez enviara a Madrid a algún miembro del Gobierno, como Margarita Robles, Fernando Grande-Marlaska o Reyes Maroto. Sin embargo, algunos dirigentes consultados reconocían que sería una operación arriesgada y que nada apunta a que un fichaje de ese tipo supusiera un crecimiento sustancial.
Otra corriente dentro del socialismo madrileño es partidaria de buscar “una apuesta de futuro” impulsando un candidato con un perfil menos conocido que, en caso de no hacerse con la presidencia, sirviera para tener un nuevo liderazgo coincidiendo con el proceso congresual de finales de año y que llegara con una cierta proyección a las elecciones de 2023. La presidenta del Senado, Pilar Llop, que es diputada autonómica, es uno de los nombres que suena en esa dirección desde hace meses ante la posibilidad de que Gabilondo acabara en el Defensor del Pueblo.
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