El PSOE espera a Susana Díaz pendiente de una tercera vía que no llega
El PSOE ha dejado de convulsionar, pero sigue en una travesía por el desierto. Durará tiempo, según reconocen en las filas socialistas. Al menos se prolongará unos meses, hasta que se acerque el calor, se elija un nuevo líder y se configure la dirección del partido en un congreso.
Los socialistas dan por hecho que Susana Díaz tiene que dar esta vez un paso al frente y competir por hacerse con la secretaría general tras haber perdido su oportunidad al menos en otras dos ocasiones. Tanto el presidente de la gestora, Javier Fernández, como la propia dirigente andaluza creen que tendrá rival en esas primarias. “Habrá competición”, dijo recientemente en una entrevista en Canal Sur. No obstante, mantiene la incógnita sobre qué hará.
Díaz se ha granjeado el apoyo de los principales barones socialistas y también de dirigentes que en su día no estuvieron con ella, como Eduardo Madina o Alfredo Pérez Rubalcaba. Muchos responsabilizan a Pedro Sánchez de haber conseguido sumar al barco de la andaluza a socialistas que durante años estuvieron enfrentados.
No obstante, quienes la apoyan reconocen que tiene problemas y que se ha “quemado” en el proceso de guerra interna contra el exsecretario general. También sostienen que su discurso provoca que su liderazgo se rechace en los territorios del norte. Pero creen que conseguirán limar esas cuestiones y, sobre todo, que se hará con el control del partido. “Nadie puede ganar si tiene enfrente a Andalucía”, reconoce un destacado dirigente.
La presidenta andaluza tiene apoyos de los principales barones. En sus federaciones enemigas también se ha ganado a los cuadros intermedios, como son los dirigentes provinciales. Además, quiere sumar a dirigentes que se han mantenido con Sánchez este tiempo, como Patxi López, a quien colocan en el lado “sensato” del 'pedrismo'. El nuevo poder del PSOE piensa que habrá enfrentamiento, pero que está ganado.
Aun así, hay quienes abogan por una tercera vía que evite el “choque de trenes” que pronostican si los candidatos a liderar el PSOE son Díaz y Sánchez. El nombre que suena es el del exlehendakari Patxi López, que permanece en silencio. Algunos dirigentes, como José María Barreda, apuestan por la bicefalia en el partido (que López se haga con la secretaría general y aproveche su presencia en el Congreso para hacer oposición y Díaz aguante en la Junta hasta las próximas generales, donde sería candidata). “Queda mucho por delante y tenemos mucho por ver todavía”, dice uno de los dirigentes que defiende una alternativa a Díaz y Sánchez.
Las dudas sobre Pedro Sánchez
En el otro bando están convencidos de que tienen de su parte a la militancia. Sánchez es el principal referente de ese sector, pese a que algunos barones apuestan por presentar a otro candidato que no levante tanta animadversión entre los presidentes socialistas y la vieja guardia. Además, el exsecretario general, que se mostró inicialmente seguro de que trataría de mantener las riendas de Ferraz aunque le echaran, ahora rebaja las expectativas.
Sánchez está dispuesto a dar un paso atrás si el que ha sido su equipo de apoyo hasta ahora decide que no es el candidato idóneo. En esa tesis están César Luena, Idoia Mendia y Francina Armengol. Las diferencias generan tensión con los dirigentes más cercanos al exsecretario general, que le animan a que diga ya su intención de presentarse. De hecho, convocaron un acto en Madrid el 27 de diciembre para dejar clara su posición: “Sánchez es el mejor candidato”, dejaron escrito en un manifiesto.
La convocatoria pretendía cortar el paso a cualquier otro candidato de ese sector y demostrar a los dirigentes territoriales que empiezan a desanimar a Sánchez que este tiene a la militancia de su parte frente a cualquier aspirante alternativo. Patxi López es al que miran todos como opción.
No obstante, tienen dudas de que el exlehendakari se enfrente a otro candidato, como Díaz, y en el 'pedrismo' temen que la maniobra acabe con un pacto entre ambos. El Huffington Post publicó también la posibilidad de que la aspirante sea la presidenta balear. “Está todo muy verde”, dice un dirigente madrileño.
Problemas de estrategia y comunicación
El liderazgo no es el único desafío que tiene el PSOE en 2017. Los socialistas sostienen que deben hacer un análisis de su proyecto y su programa tras haber cosechado dos derrotas electorales consecutivas. Los dirigentes del PSOE creen que tienen problemas de estrategia y comunicación que deben abordar en la próxima ponencia.
Por eso han puesto a trabajar a un grupo de personas, como Ignacio Urquizu, José Andrés Torres Mora, Ramón Jáuregui, Rosa Conde, Amalia Valcárcel o Eduardo Madina, a los que se sumarán agentes externos para trabajar en un documento que repartirán en varios apartados: modelo económico, político y de partido.
En el Comité Federal del próximo 14 de enero la gestora planteará el calendario para la celebración del congreso, que será “antes del verano”. Ese plan debería revelar si los socialistas usan ese trabajo como documento para la ponencia marco o si celebran conferencias políticas temáticas en primavera.
El futuro PSOE-PSC
Otro de los retos a los que deberá hacer frente el PSOE es su relación con el PSC. La tensión entre ambas organizaciones hermanas ha sido máxima después de que los diputados catalanes se saltaran la disciplina de voto en la investidura de Mariano Rajoy. A los dirigentes del PSOE les sentó fatal que el PSC participara en el Comité Federal en el que se decidió la abstención y que desobedeciera unos días después amparándose en que el Consell Nacional de su partido así lo había decidido.
La gestora sostiene que hubo un “choque de legitimidades” entre ambas formaciones que debe abordarse. Miquel Iceta aseguró que se han dado solo tres casos de ruptura de la disciplina de voto en 38 años de hermandad. Iceta y Fernández dejaron en manos de una comisión de enlace la relación entre ambos partidos. Se han dado unos dos meses para buscar una solución.
Algunos dirigentes defienden que el PSC debe salir de los órganos de dirección del PSOE porque hay “asimetría” ya que en el partido catalán no hay representación del PSOE. Si gana esa tesis, los militantes catalanes dejarían de participar en la elección del secretario general federal. Esa opción está “sobre la mesa”, según avisó recientemente Elena Valenciano, que es miembro de la comisión que está abordando la negociación. Esos 9.000 votantes pueden complicar el camino a Díaz. Otra opción es que la comisión se mantenga en el tiempo para analizar periódicamente el funcionamiento de ambas organizaciones.